Cuando la desconfianza de los inversores en la entidad financiera empezaba a cobrar fuerza, las filtraciones sobre unos positivos resultados de las pruebas de esfuerzo realizadas al sector calmaban al mercado y finalmente su publicación disolvió toda duda sobre la solvencia y solidez del banco
La tensión que se mantenía ante la posible dificultad de la entidad para retomar su crecimiento provocó que BBVA (BBVA.MC) cerrara los dos primeros trimestres del año con pérdidas en el parqué. Pero una vez devuelta la confianza que tanto se necesitaba después del deterioro del riesgo soberano que se expandía desde Grecia, el banco parece estar recobrando el apoyo de los inversores.
En estos dos últimos meses sus títulos se han revalorizado casi un 10% en bolsa, a pesar de la correción de las últimas jornadas y ya se aleja más de un 25% del mínimo anual marcado el 8 de junio (7,4 euros), mientras que el Ibex sólo avanza un 14% desde esa misma fecha en la que tocaba suelo.
Por su parte, los analistas todavía se muestran cautos y la valoración del consenso de mercado no recupera aún los 12 euros que perdía en junio. No obstante, esta semana ya se ha producido una ligera mejora, hasta los 11,7 euros. Y su recomendación sigue siendo de mantener el valor en cartera.
Pero si su decisión pasa por tomar posiciones en el banco, sepa que tomando como referencia el dato de PER -número de veces en las que el precio de la acción recoge el beneficio- BBVA sigue siendo la entidad financiera española con más atractivo en este sentido. Este ratio se sitúa en las 7,7 veces, mientras que la media de este sector en el Ibex ronda las 10 veces.
México tira de sus resultados
El banco mantiene una baza con la que no cuentan las entidades medianas. A diferencia del lastre que supone para la banca mediana su dependencia de nuestro país, la diversicación por la que sigue apostando BBVA aumenta sus perspectivas de crecimiento. En el último semestre un 46% de su margen bruto se obtuvo en países con economías emergentes. Sigue siendo especialmente destacable su presencia en México, que ya representó un 26% de este margen bruto en la primera mitad del año.
En este periodo, la entidad ganó un total de 2.527 millones de euros, frente a los 2.799 millones registrados en 2009. Un descenso en el que BBVA puntualiza una dotación adicional a provisiones para insolvencias de 250 millones de euros que no se realizó el pasado año. Y en el que también es destacable su aumento de beneficio en América del Sur. Sólo en México el incremento habría sido de un 10% teniendo en cuenta el tipo de cambio que en este caso ha favorecido a la entidad.
Las firmas de inversión se muestran optimistas con el resultado con el que el grupo podría cerrar el ejercicio. El consenso prevé que pueda incrementar su beneficio neto casi un 15% respecto al año anterior, alcanzando los 4.820 millones de euros. Esta cifra todavía sería inferior a los niveles que conseguía BBVA antes de la crisis crediticia, pero se espera un importante crecimiento de cara a los próximos años y en 2012 ya superaría las ganancias de 2007.
Las buenas expectativas también se sostienen en la positiva evolución que se desprende de los datos de inversión crediticia y los referentes a la captación de clientes -aumentaron un 4% y un 2% respectivamente en el primer semestre-. Además en este periodo se redujo la tasa de morosidad, algo que no sucedía desde el año 2006.