Raimundo Díaz.
Madrid, 16 jun (EFECOM).- El aplazamiento de la inminente subida de los tipos de interés en las principales economías del mundo permitió que la bolsa española subiera esta semana el 2,94 por ciento y acabara por encima de 15.200 puntos.
Los inversores consideraron que los datos de inflación y otros relacionados publicados durante este período limitan las pretensiones de encarecer el dinero que muestran las autoridades monetarias, sobre todo las europeas y estadounidenses.
Al mismo tiempo, esas estadísticas aliviaron notablemente el sufrimiento que el "ladrillo" había causado al mercado la semana anterior.
Pero antes de que la relajante inflación ejerciera como bálsamo, el mercado hubo de padecer las tensiones generadas en el mercado de deuda después de que en China se desbocaran los precios y su IPC subiera al 3,4 por ciento el mes pasado.
El mundo veía que en el país asiático podían endurecerse las favorables condiciones en que flota su sistema productivo y que estos pronósticos se podían exportar a otras economías, como sugerían las declaraciones de algunos mandamases del dinero.
Unido esto a los problemas de Oriente Próximo, a la subida del petróleo -concluye la semana en 71,5 dólares- y a alguna estadística nefasta, como el crecimiento de los precios de importación estadounidenses, produjo la salida de fondos de la bolsa hacia el mercado de deuda, con el consiguiente aumento de la rentabilidad de los bonos, que llegaron a registrar niveles de cinco años atrás.
Pero la tisana de los precios mayoristas y del IPC subyacente estadounidense, junto al "Libro Beige", que limó las apocalípticas advertencias sobre la inflación de la mayor economía del mundo, volvió a favorecer la ensoñación de los inversores y a promover su onírico deseo de tantear los máximos históricos registrados una quincena atrás.
En cuanto a la evolución de las treinta y cinco principales empresas del mercado, las integrantes del índice Ibex-35, subieron treinta y cuatro y sólo bajó una, Inmobiliaria Colonial, que cedió el 6,02 por ciento, al atravesar problemas financieros.
Acciona, que junto a Enel ha conseguido poner una pica en Flandes con el nombramiento de dos consejeros en Endesa, encabezó las ganancias esta semana con una subida del 11,48 por ciento.
Repsol se revalorizó el 8,98 por ciento, favorecida por la próxima venta de una participación de YPF, por el alza del crudo y por la rotura de una "resistencia" -nivel que frena las subidas-, mientras que Sogecable avanzó el 6,91 por ciento por los rumores, desmentidos, de que podría vender Digital Plus.
La menor subida correspondió a Endesa, el 0,13 por ciento, atenazada en torno a 40 euros por el precio de la opa de Acciona, mientras que la evolución de la deuda afectó a Unión Fenosa, que ganó el 0,22 por ciento, y a Red Eléctrica, el 0,38 por ciento.
En cuanto al resto de los grandes valores, Iberdrola subió el 5,51 por ciento, favorecida por el aumento de la participación en su capital de algunos accionistas, en tanto que BBVA ganó el 3,39 por ciento, tras anunciar la venta de inmuebles y por los rumores de que grandes inversores podrían entrar en su accionariado.
Telefónica se revalorizó el 2,26 por ciento, mientras que Banco Santander, que también anunció la venta de su patrimonio inmobiliario, sólo ganó el 0,65 por ciento, afectado por los contratiempos que han aparecido en el desarrollo de la oferta de compra de ABN Amro.
La próxima semana, en la que el Ibex partirá de 15.252,10 puntos, el mercado estará pendiente de las encuestas de confianza empresarial e inversora en Alemania, así como de la evolución del precio del petróleo. EFECOM
jg/pvr
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