
El Banco Central de China fijó una tasa de cambio del yuan frente al dólar a su más alto nivel en años este lunes, tras la cumbre del G20, en Toronto, donde Pekín fue objeto de presiones internacionales para que deje que su moneda se aprecie.
El Banco Central chino decidió un valor de referencia de 6,7890 yuanes frente al dólar, contra 6,7896 yuanes por dólar el viernes, señala un comunicado publicado en su página 'web'.
Si bien el aumento es modesto, es el más alto nivel del yuan frente al dólar desde la reforma del sistema chino de tipo de cambio, en julio de 2005, que desenganchó el yuan del dólar y lo acopló a una cesta de divisas.
China fue objeto de nuevas presiones de parte de sus principales interlocutores, en el marco del G20 celebrado en Toronto, en particular de parte del presidente estadounidense, Barack Obama, que llamó a Pekín a "asumir con seriedad" su compromiso de dejar que su moneda se aprecie.
Washington acusa desde hace años a Pekín de mantener artificialmente bajo el nivel de su moneda, el yuan, para promover sus exportaciones, en detrimento de las industrias estadounidenses. Según los economistas norteamericanos, el yuan estaría subvaluado en un 40% frente al dólar.
El ministro de Finanzas brasileño, Guido Mantega, también ha pedido a China que deje que su moneda se aprecie más rápidamente, estimando que ello beneficiaría a la economía mundial.
Los analistas minimizan la decisión de este lunes del Banco Central, pues consideran que ella no garantiza una reevaluación significativa.
El leve aumento actual está destinado a tranquilizar a los críticos y a volver sus políticas "más aceptables", señala Ken Peng, economista de Citigroup, con base en Pekín.
"Yo no creo que tenga prisa por apreciar la moneda", subraya.
El valor de referencia representa el nivel en torno al cual la moneda china fluctúa diariamente, en un límite de más o menos 0,5% frente al dólar.
Este valor se basa en el promedio de tasas evaluadas por los tenedores del mercado, pero sigue determinado por el Banco Central.
Antes de la cumbre del G20, Pekín se había comprometido a propiciar una mayor flexibilidad en la fluctuación de su moneda y el viernes ya había publicado un valor de referencia del yuan frente al dólar a su nivel más alto en cinco años, a la evidencia para neutralizar críticas.
Además, según el adjunto del enviado ruso Andrei Bokarev, China pidió no ser mencionada en el comunicado final del G20 por su decisión de promover una mayor flexibilidad en la fluctuación del yuan.
Los países ricos y emergentes del G20 han instado sin embargo a "una mayor flexibilidad cambiaria en algunos mercados emergentes".
Previendo el estallido de la crisis mundial, China volvió a atar su moneda a la divisa estadounidense a mediados de 2008, a un 6,8 yuanes por dólar, centrándose sobre todo en la estabilidad.