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Thomas Kaplan, el rey de los lingotes

Un discreto magnate nacido en Nueva York y con un doctorado en historia colonial británica de la Universidad de Oxford dirige el mayor imperio dedicado al oro. Muchos son los que han apostado por el metal precioso como refugio ante la crisis, pero nadie se aprovechará de la subida tanto como Thomas Kaplan.

Según recoge The Wall Street Journal, Kaplan ha invertido la mayor parte de su patrimonio en oro y otros metales preciosos mientras otros gestores de fondos y grandes inversores sólo han destinado pequeños porcentajes de sus carteras al metal dorado.

Así, a través de su firma Tigris Financial Group y de varias divisiones, Kaplan ha comprado ingentes cantidades de oro así como propiedades en 17 países de los cinco continentes donde los geólogos buscan más oro. Además, filiales de Tigris han adquirido participaciones en compañías mineras, incluso en pequeñas firmas que aún no han producido ni una sóla onza.

El diario estadounidense apunta que Kaplan, de 47 años, evita decir cuánto oro físico posee. Eso sí, el magnate controla hasta 30% de las acciones de algunas de mineras junior, que son empresas que sólo se dedican a la exploración y que no tienen operaciones de producción o comercialización. "He llegado a un punto en el que creo que el único activo en el que tengo confianza es el oro", aseguró Kaplan en una entrevista.

Los mayores retornos están por llegar

Kaplan siempre se ha sentido atraído por las materias primas. De hecho, su tesis doctoral versó sobre la presencia de Gran Bretaña en Malasia después de la Segunda Guerra Mundial, un territorio rico en dos valiosos commodities como el caucho y el estaño. Sus estudios le hicieron darse cuenta de los extremos a los que son capaces de llegar los gobiernos y las personas para conseguir recursos naturales.

Kaplan, que forjó su fortuna en firmas de exploración de plata y gas natural fundadas por él mismo, cree que el oro es una apuesta ganadora sí o si: "si el mundo va bien, el oro irá bien. Si el mundo no va bien, el oro seguirá bien pero muchas otras cosas podrían colapsar".

Aunque los precios del oro subieron 24% en 2009 firmando su noveno año consecutivo de ganancias. Kaplan opina que los mayores retornos están aún por llegar. Pero también sabe que sus inversiones no están exentas de riesgo. Por ejemplo, Gabriel Resources, empresa en la que Kaplan invirtió 100 millones de dólares y que posee el mayor depósito de oro sin desarrollar de Europa, lleva años esperando la autorización del Gobierno de Rumanía para operar.

"No es el tipo de cosa que recomendaría a las viudas o a los huérfanos", señala a The Wall Street Journal, pero añade que no tiene prisa en cosechar los frutos de sus inversiones. "Si tengo la razón, mi paciencia será recompensada".

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