
China rechazó el viernes "la politización" de la cuestión del valor del yuan, tras una llamada del presidente norteamericano Barack Obama a favor de un tipo de cambio "más acorde con el mercado", anunció la agencia Dow Jones Newswire. Sin embargo, entre los analistas crece la sensación de que el yuan se revalorizará pronto.
"No estamos de acuerdo con la politización de la cuestión del índice de cambio del yuan", declaró el vicegobernador del Banco Central, Su Ning, citado por la agencia, al margen de la reunión anual plenaria del Parlamento. "Tampoco estamos de acuerdo con el hecho de que un país (...) quiera ver sus propios problemas solucionados por otro" señaló también, agregando: "Pensamos que la cuestión del índice de cambio no ayudará a disminuir ni a acrecentar nuestros excedentes y déficits comerciales".
Los interlocutores comerciales de China, comenzando por Estados Unidos, presionan para que suba el valor del yuan, por considerar que su valor es artificialmente bajo y le da una ventaja competitiva a China. China es partidaria de la "estabilidad" de su moneda, tal y como han vuelto a recordar esta semana, teniendo en cuenta las incertidumbres que perduran sobre el repunte económico mundial y en varias ocasiones ha denunciado la "politización" del tema.
Obama llamó el jueves una vez más a Pekín a hacer esfuerzos: "La adopción por China de una tasa de cambio más orientada por el mercado será una contribución esencial en el esfuerzo de reequilibrio global", afirmó.
Los analistas esperan que suba en breve
Sin embargo, diversos analistas creen que China podría permitir al yuan revalorizarse ya en el próximo mes como consecuencia precisamente de estas presiones internacionales, así como por las propias presiones inflacionistas dentro del gigante asiático.
De hecho, la presión sobre el yuan y su anclaje de facto con el dólar de los últimos 20 meses se incrementará en las semanas anteriores al informe sobre divisas que el departamento del Tesoro de EEUU publicará el próximo 15 de abril. Las especulaciones sobre estos cambios en la política monetaria se dispararon este fin de semana, cuando el gobernador del Banco Popular de China, Zhou Xiaochuan, dijo que la política cambiaria iba a cambiar, ya que el anclaje se trataba de una medida temporal.
Además, los expertos ven posible también que EEUU llegue a imponer sanciones a China si no cambia su política. Según los analistas de Standard Chartered Stephen Green y Mary Nicola, "si China no hace un movimiento obvio sobre el anclaje el próximo mes, EEUU podría imponerle sanciones comerciales". De hecho, desde el banco inglés creen que las autoridades de EEUU tienen buenos argumentos para acusar a China de manipular la moneda debido a la "intervención masiva" de su banco central.
Presión inflacionista
La inflación y el crecimiento del crédito son otras dos de las razones que esgrimen los expertos para esperar un cambio en la política monetaria de China. El IPC creció un 2,7% en febrero, mucho más de lo esperado, mientras que la expansión del crédito, aunque se moderó, también superó las expectativas.
Una de las posibilidades, según Deutsche Bank, sería una subida de tipos de interés, quizás en un mes. Otra opción sería simplemente dejar a la moneda apreciarse para así controlar los precios de importación y la inflación. Cantor Fitzgerald, por su parte, asegura que las autoridades podrían estar evaluando ya el impacto de un yuan más fuerta sobre la economía.
El yuan se ha apreciado un 21,2% frente al dólar desde las últimas reformas lanzadas en 2005. Con el sistema actual, Pekín establece diariamente un tipo fijo de cambio y permite fluctuaciones del 0,5% tanto al alza como a la baja. Desde mediados de 2008, el valor del yuan ha permanecido esencialmente sin cambios.