Las empresas no pueden permitirse no responder antes todos sus grupos de interés si quieren inyectar a la organización un valor social
SALAMANCA, 21 (EUROPA PRESS)
La gerente de Responsabilidad Corporativa de Telefónica, Esther Trujillo, consideró hoy la ética como "el único suelo estable sobre el que es posible construir una reputación estable en las empresas", recordando que el origen etimológico de la palabra 'responsabilidad' significa, simplemente "responder", y las empresas "no pueden permitirse no responder antes sus clientes, accionistas, trabajadores y grupos de interés en general".
Durante la primera de las jornadas del I Congreso Internacional de Comunicación Corporativa que esta mañana se inauguró en Salamanca de la mano de Mapfre y la Universidad Pontificia de Salamanca, Trujillo hizo alusión a una frase del escritor José Ortega y Gasset: "responder significa no perder nunca la capacidad de respuesta".
Además de responder ante sus 'stakeholders', la empresa tiene que responder también ante los retos de la sociedad: retos como la pobreza, la explotación infantil, el acceso al agua, la pandemia del sida y todos los problemas derivados de la globalización y la desigualdad.
En el caso de Telefónica, su responsabilidad le debe llevar a responder ante sus 200.000 millones de clientes, 19.500 proveedores, 210.000 empleados y 1,5 millones de accionistas. Ante ellos, tiene una responsabilidad, según Trujillo, "porque no nos podemos permitir prescindir de la confianza de uno sólo de ellos", porque además, esta es una actitud "cada vez mas demandada por la sociedad".
LAS EMPRESAS, CIUDADANOS CORPORATIVOS
El reto es que a las empresas se les considere ciudadano corporativo y no 'el malo de la película' siempre. "Da igual si se llama RSC, RS, RSE, etc, nuestro modelo de RSC es más un mapa ideológico", señaló Trujillo, que participó en una Sesión de Orientación Metodológica en la que también estuvo presente el responsable de Comunicación de Novartis, Fernando Mugarza.
Para alcanzar este 'mapa' Trujillo señaló que Telefónica ha definido primero una visión, luego una misión y un cálculo de los medios con los que cuenta para llevarla a cabo, cómo se gestiona y se gobierna, etc, con el fin de crear una política exportable a todos los países en los que opera la compañía, y sobre todo, herramientas para comprobar que funcionan. Este es el modelo de gestión de la compañía, que hace uso del diálogo interno para ser consciente, tanto de sus 'agujeros negros' como de sus mejores prácticas, además, por supuesto, de la gestión de riesgos.
Asimismo, se pide a todos los países que realicen una autoevaluación en materia de RSC y, con esa información, se elabora un mapa sobre los aspectos a trabajar. "Estamos en la era de las alianzas", indicó Trujillo, refiriéndose a una declaración del anterior secretario general de Naciones Unidas, Kofi Annan, y por ello "no hay espacio para el individualismo, sino solo para el trabajo conjunto de todos los que forman la sociedad".
La clave, a su juicio, es "descubrir cómo se puede ser parte de la solución" e inyectar a la economía de un valor social, para convertir a las empresas en un motor de progreso, no solo tecnológico o económico, sino también social y de igualdad de oportunidades. Por eso Telefónica "no tiene un sólo Informe de RSC, sino un modelo de reporte global", porque su objetivo es "crecer en profundidad", concluyó.
