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La deuda española genera más dudas que la de Santander y BBVA

Lo puede reflejar más alto, pero difícilmente más claro. El mercado tiene cada vez más asumido que la calificación de la deuda española será recortada en los próximos meses y está actuando en consecuencia. La última demostración se observa en la comparativa entre el seguro contra el impago (CDS, en sus siglas en inglés) del Reino de España y los de los dos principales bancos, Santander y BBVA.

El repunte del primero desde diciembre, que le ha llevado de los 86,9 a los 122,6 puntos básicos, ha causado que haya adelantado al de las entidades, que ronda los 90 puntos básicos. El último precedente de un adelantamiento así data del periodo entre octubre de 2008 y enero de 2009. Es decir, justo antes y después de que Standard & Poor's (S&P), una de las tres principales agencias de calificación del mundo junto con Moody's y Fitch, recortara a comienzos del año pasado el rating español desde AAA hasta AA+.

Junto a este antecedente, la subida del CDS español por encima del de los bancos constata el recelo que envuelve a la deuda soberana. A priori, la posibilidad de que un Estado deje de pagar sus compromisos financieros es inferior a la de una entidad privada. En el caso de España, este principio se manifiesta en que el rating de la deuda pública supera entre dos y tres escalones al de Santander y BBVA.

Sin embargo, la evolución del seguro de crédito se salta esta regla y confirma que, ahora, el mercado concede más probabilidad de impago a España que a la gran banca. Y eso que el CDS de las entidades españolas figura entre los más altos de losmayores bancos europeos. Por ejemplo, los de las galas BNP Paribas y Société Générale y la alemana Deutsche Bank oscilan entre los 60 y los 80 puntos básicos.

Crece la presión

La sensación de desconfianza se ha visto refrendada en los últimos informes difundidos por distintas firmas extranjeras. Deutsche Bank ha recomendado esta semana vender deuda española, mientras que la estadounidense Goldman Sachs ha aconsejado protegerse en CDS españoles. Es decir, justo el movimiento que se está viendo en el mercado y que propicia el incremento del seguro de crédito español del último mes y medio.

Y la semana pasada fue la británica HSBC la que aseguró que, mirando el nivel alcanzado por el CDS, la nota crediticia que merece nuestro país debería descender hasta A+. Es decir, tres categorías por debajo de la que otorga S&P. "Lo que los inversores extranjeros quieren escuchar es que el Gobierno anuncie un plan de reformas estructurales y de recorte del gasto público y que se comprometa a cumplirlo", reivindica ChristianTegllund Blaabjerg, experto de Saxo Bank.

"El mercado se anticipa y está descontando una mayor prima de riesgo-país. Es necesario un ajuste del gasto público para contener el déficit, porque hacerlo a través de mayores impuestos frenaría el crecimiento, y este impacto tampoco evitaría la rebaja del rating"", argumenta Gregorio Izquierdo, director de estudios del IEE.

Más diferencial

A la espera de que el Gobierno atienda las peticiones del mercado y corrija un déficit público que merodea el 10% del Producto Interior Bruto (PIB), otro termómetro manifiesta las crecientes sospechas que envuelven a España. Consiste en la evolución de la prima de riesgo exigida actualmente a la deuda pública. Ayer, la diferencia entre el rendimiento de los bonos españoles y alemanes a 10 años se amplió hasta los 78,8 puntos básicos -ó 0,788 puntos porcentuales-, el nivel más elevado desde mediados de julio.

Es más, la jornada de ayer estuvo cerca de presenciar un hito que no se observa desde hace una década. Las ventas de bonos españoles provocaron que su rentabilidad llegara a repuntar del 4 al 4,05% -luego se moderó al 4,01%-, puesto que el rendimiento evoluciona de forma inversa al precio. Además de ser el nivel más elevado desde junio, ese movimiento le acercó al 4,09% de los títulos italianos. La diferencia entre ambos no era tan reducida desde 2003, aunque hay que remontarse hasta enero de 2000 para encontrar al rendimiento español por encima del italiano.

Hace un año, la brecha ascendía a 31 puntos básicos, diferencia que a comienzos de diciembre de 2009, antes de que S&P rebajara la perspectiva española de "estable" a "negativa", se situaba en los 22 puntos básicos. La proximidad entre ambos rendimientos evidencia igualmente la presión en torno a la deuda española, puesto que la calificación del país transalpino es muy inferior. En concreto, se encuentra entre dos y tres categorías por debajo.

Estas peores notas tampoco impiden que el CDS español supere al italiano, situado en los 106,5 puntos básicos.

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