
La caída del euro frente al dólar y la apertura netamente bajista de Wall Street, castigado por Citigroup, ahonda en las pérdidas de los mercados europeos. El Ibex 35 se mueve en mínimos del día, con pérdidas cercanas al 1,5% y por debajo de los 11.700 puntos. Los bancos lideran los recortes mientras las medios cotizan animados por las fusiones. ¿Cree en los cisnes negros? 10 previsiones sorprendentes para 2010.
"Está pesando como una losa el fallo de ayer miércoles a la hora de superar resistencias significativas tanto en Europa como en EEUU. El Eurostoxx 50 alcanzó la zona de resistencia de los 2.925/30 puntos (tangencia con directriz bajista) y desde la misma vuelve a girar a la baja, lo cual nos advierte de que el movimiento consolidativo correctivo de los últimos tres meses podría seguir vigente", explicaban los analistas de Ecotrader en el Flash Intradía.
"A corto los alcistas van a tener su oportunidad de resolver al fin este proceso y la seguirán teniendo mientras el Eurostoxx 50 no pierda soportes de 2.855. Entre el soporte de los 2.855 y la resistencia de los 2.925 se va a producir un debate a corto que tendrá su repercusión para el corto / medio plazo", añadían.
La Fed no anima a los alcistas
La última gran cita de 2009 para los mercados, la reunión de la Fed de diciembre, no sirvió para inyectar al mercado las fuerzas suficientes para batir de una vez las resistencias clave en las que se encuentran los índices. Al contrario, el comunicado posterior a la reunión acabó con las subidas que acumulaba Wall Street a media sesión y provocó un cierre plano.
Salvo que se produzca algún acontecimiento inesperado de aquí a fin de año, parece muy improbable que el mercado vaya a romper al alza hasta después de Navidad. Eso sí, tampoco tiene ninguna pinta de venirse abajo con fuerza. Por tanto, lo normal es que se mantenga el movimiento lateral en los días normalmente insustanciales de fin de año.
El comunicado de la Fed mantuvo el discurso de reuniones anteriores sobre la mejoría de la economía y los obstáculos a los que se enfrenta -principalmente, el mercado laboral-, e insistió en que los tipos se mantendrán en cero durante un largo período. Pero anunció el fin de las medidas extraordinarias de liquidez en el primer trimestre de 2010, y eso fue lo que no gustó al mercado.