
Las bolsas de todo el mundo se han sumido en un mar de ventas y las pérdidas han inundado los parqués desde Tokio hasta Nueva York. Las materias primas también ceden y el oro, a la baja, parece que ya no es aquel viejo refugio en el que escudarse en tiempos revueltos. Entonces, ¿hacia dónde se ha movido el dinero?
Una de las respuestas a esta pregunta hay que buscarla en los grandes valores de los mercados, los llamados blue chips. En el caso de España, Telefónica, Santander y BBVA parecen convertirse en estos momentos en los cobijos preferidos para esperar a que pase la tormenta.
"Los movimientos a la baja hacen que los inversores profesionales salgan de las pequeñas empresas, que les han podido proporcionar importantes ganancias durante las últimas subidas, y acudan a grandes valores como Telefónica y los grandes bancos", comenta Alfonso Treviño, experto de Atlas Capital. "Tras las caídas, se encuentran a unos precios atractivos y a corto y medio plazo son una apuesta más segura", añade Treviño.
Situación de los grandes
Telefónica (TEF.MC) ha sido la que peor parada ha salido de entre los grandes. Desde el pasado lunes hasta hoy ha caído más de un 9% para situar su actual valor en 15,53 euros. La última recomendación sobre la compañía recogida por Bloomberg la ha realizado hoy la firma de inversión West LB Equity Markets y recomienda "comprar" con un precio objetivo de 17,50 euros. En los últimos doce meses, el precio objetivo medio sugerido se sitúa en 17,7 euros.
Las acciones de BBVA (BBVA.MC) han perdido desde el lunes pasado, cuando cerraron a 19,35 euros, un 8,68%. La casa de valores JP Morgan ha destacado hoy que las últimas caídas de BBVA hace que ofrezca una valoración "muy atractiva". Por lo tanto, recomienda "sobreponderar" y eleva el precio objetivo hasta los 22,5 euros, con un potencial alcista del 26%.
Santander (SAN.MC) ha sido de los tres el que menos se ha dejado desde el lunes 28 de febrero: un 7,7%. El último posicionamiento sobre el primer banco español llegó el pasado viernes y fue de Deutsche Bank. Apuesta por comprar con un precio objetivo de 16,20 euros.
José Ramón Sánchez Galán, analista de Renta 4, también cita a las eléctricas como una posible alternativa en la situación actual de la bolsa española, "dada la posibilidad de que haya movimientos corporativos en el sector".
José Luis Martínez, estratega de Citigroup, cree, por el contrario, que los grandes inversores están acumulando liquidez durante las actuales caídas mientras esperan para volver a entrar en el mercado. "Están limpiando sus carteras de los excesos de los últimos meses y reduciendo su exposición a la renta variable", declara.
El oro pierde su valor
Uno de los tradicionales refugios contra la agitación del mercado de valores, la incertidumbre económica y política y la inflación, el oro, parece que ha perdido su efectividad en estos momentos. El metal precioso ha retrocedido alrededor de un 7% desde que tocó un máximo en nueve meses de 689 dólares en la sesión del 26 de febrero.
Los analistas explican que la correlación entre el metal precioso y los valores se ha tornado más positiva en los últimos años debido a la gran participación de los inversores en los mercados de materias primas.
Cuando los inversores que evitan el riesgo venden sus tenencias en tiempos de turbulencia, el oro es incluido. José Ramón Sánchez Galán considera que el mercado del oro "se ha vuelto muy especulativo ya que en él se buscan altas rentabilidades".
El futuro de los mercados
Los analistas parecen coincidir en que en estos momentos sigue existieno en el mercado mucha inestabilidad y no se atreven a aventurar si la actual "corrección" o "toma de bebeficios" (utilizan estos dos términos) ha terminado.
El nivel de los 13.500 puntos en el Ibex 35 es citado como la referencia antes de volver a tomar posiciones. Algunos expertos como Alfonso Treviño esperan que el selectivo caiga al menos un 2% o un 3% más para después estabilizarse en esos niveles durante unos meses, "a la espera de los primeros resultados empresariales del año", e iniciar después una etapa de subidas.
Para Martínez, "es claro que necesitamos datos económicos positivos de la economía norteamericana; esto sigue siendo fundamental ya que el resto, incluido China, son argumentos cada vez menores".