Bolsa, mercados y cotizaciones

Saldo en paralelo

Raimundo Díaz.

Madrid, 3 mar (EFECOM).- Sacudida por la caída de la bolsa china, la revalorización del yen y el miedo a la futura recesión de la economía estadounidense, la bolsa española bajó esta semana el 5,45 por ciento y liquidó todas las ganancias que había acumulado desde el arranque del ejercicio.

La bolsa ha acabado la peor semana desde finales de septiembre de 2002 con el saco roto y acumula un descenso del 1,3 por ciento respecto al cierre de 2006.

Cinco años y medio después, la situación actual comparte algunas equivalencias con la vivida en aquel entonces: la inestabilidad de una moneda, la debilidad de unas bolsas, las amenazas de guerra y la astenia económica.

Un lustro atrás la divisa de marras era el real brasileño, que se depreciaba notablemente; las bolsas, las latinoamericanas; el conflicto en ciernes, los planes de guerra del presidente de los Estados Unidos de América, George W. Bush, contra Irak, y la situación económica, la debilidad arrastrada tras la explosión de la burbuja tecnológica y los atentados del 11-S.

En este caso, la moneda en cuestión fue el yen, que se revalorizó considerablemente al sacar los inversores dinero de muchos mercados para devolver créditos que habían contraído en la divisa nipona.

En principio, los mercados menguantes fueron los asiáticos, sobre todo los chinos, cuyas hermosas plusvalías fueron oportunamente retiradas al tiempo que sus autoridades advertían que vigilarían las concesiones de créditos para impedir que se invirtieran en el mercado.

El escenario bélico lo ponían los tambores de guerra que se ciernen sobre Irán por su programa nuclear y que situaban al petróleo por encima de 62 dólares, y un ataque de los talibán en Afganistán contra una base estadounidense en la que se encontraba el vicepresidente de este país, Dick Cheney.

La situación económica la determinó la llegada a final de año de la recesión en los Estados Unidos (EEUU), tal y como pronosticó el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan. Además, se alimentó de la revisión a la baja del PIB estadounidense del último trimestre de 2006, que pasó del 3,5 al 2,2 por ciento, y de una inflación ligeramente al alza.

Por todas estas circunstancias, la bolsa española pasó de acariciar el nivel de 15.000 puntos a terminar ligeramente por debajo de 14.000, después de registrar cuatro sesiones consecutivas de pérdidas.

En cuanto a la evolución de los treinta y cinco principales valores de la bolsa española, los integrantes del Ibex-35, sólo tres concluyeron con ganancias (Red Eléctrica, NH Hoteles y Endesa) y treinta y dos con pérdidas.

De estos últimos, destacó la bajada del 15,7 por ciento de Metrovacesa, castigada todavía por la segregación de la compañía y la salida de dinero del "ladrillo", seguida de Sacyr, que cedió el 14,14 por ciento, en tanto que Bankinter cayó el 8,19 por ciento.

Acciona bajó algo más del 8 por ciento, mientras que Ferrovial cedió el 7,7 por ciento y Acerinox, el 7 por ciento. Perdieron entre el 6 y el 7 por ciento ACS; Aguas de Barcelona; Banco Popular; Banesto; BBVA; FCC; Indra; Repsol; BSCH y Telefónica.

La mayor subida la registró Red Eléctrica, el 1,46 por ciento, beneficiada por su plan estratégico e informes favorables, mientras que NH Hoteles avanzó el 1,22 por ciento por la buena marcha de su ampliación y por los movimientos del sector.

Mención aparte merecer la tercera en discordia, Endesa, que ganó el 0,47 por ciento por la entrada en su capital de la italiana Enel, que controla ya el 22 por ciento de sus acciones y que podría trastocar la opa presentada por la alemana E.ON.

Después de esta semana plagada de resultados empresariales, la próxima, en la que el Ibex-35 partirá de 13.962,20 puntos, los inversores estarán pendientes de la evolución de los tipos de interés tras la reunión del Banco Central Europeo (BCE) el jueves, así como de los datos de actividad en Europa y de empleo en EEUU. EFECOM

jg/pvr

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