
En su frenética carrera por conseguir financiación, y ante la persistente escasez de crédito, las empresas recurren cada vez más a la emisión de deuda. Tanto, que en el tercer trimestre del año, las compañías estadounidenses colocaron deuda por valor de hasta 775.000 millones de dólares, lo que supone una cifra histórica.
Pero el récord no se queda ahí. Según recoge Bloomberg, ln lo que va de año, la deuda corporativa emitida asciende ya a 2,79 billones de dólares, por encima de los 2,73 billones registrados en todo el conjunto de 2008.
Apetito por el riesgo
Este movimiento de las empresas viene respaldado por los inversores, que cada vez ven más atractiva esta fuente de ingresos, más rentable que la deuda gubernamental. "Veo que los fundamentales del crédito están mejorando", señaló Mark Kiesel, jefe de deuda corporativa en Pimco. "Es probable que los impagos bajen a corto plazo, porque los inversores están volviendo a asumir riesgos", añade.
De hecho, titanes como Pacific Investment Management, la mayor gestora de bonos del mundo, comandada por Bill Gross, y Loomis Sayles están confiando más en la capacidad de las empresas de pagar su deuda.
"Como los ejecutivos de empresas continúan siendo cautos, las empresas están pagando deuda, acumulado efectivo, desapalancándose y saneando sus balances para que sean más conservadores, y todo esto deberá de producir una mejora en los fundamentales de las empresas a corto plazo", explica Kiesel.
Las empresas estadounidenses tuvieron un flujo de caja anualizado de más de 1,5 billones en cada uno de los tres trimestres que concluyeron el 30 de junio, el nivel más elevado hasta el momento, porque redujeron sus gastos, según los datos del Departamento de Comercio recogidos por Bloomberg.
Mejoras de 'rating'
Las agencias de calificación también están poniendo su granito de arena en esta apuesta por la deuda corporativa. Todo apunta a que este año las mejoras en la calificación crediticia de las empresas superarán a las rebajas por primera vez desde 2007.
Para empezar, Standard & Poor's recortó el rating de 284 firmas en el tercer trimestre, mientras que en los primeros seis meses del año esta cifra se elevó a 1.347. Sin embargo, Por otra parte, 175, o el 46 %, de las mejoras de este año se produjeron en el periodo concluido el 30 de septiembre. Esto supone que por cada rebaja en la calificación crediticia efectuada en el tercer trimestre, S&P subió la nota a 0,62 compañías estadounidenses, la proporción más elevada desde fines de 2007.
Se espera que la deuda corporativa ofrezca unas rentabilidades promedio del 20,3% este año, por encima del anterior máximo del 8,86%, alcanzado en 1997, año en el que Merrill Lynch empezó a analizar su comportamiento. En 2008 perdieron un 4,73%.