
Los lunes es normal que cueste un poco reincorporarse a la rutina, y los índices estadounidenses comenzaron la semana con pocas fuerzas. El Dow Jones se dejó un 0,4%, hasta 9.778,8 puntos, y el S&P 500 se dejó un 0,3%, hasta los 1.064,6. Crecen los temores a que haya una corrección en el parqué, después del rally que viven los índices desde marzo. Paul Krugman: "La recuperación será lenta y dolorosa"
Las materias primas, que tanto habían tirado del mercado en las últimas sesiones, fueron esta vez verdugo. El crudo cayó por debajo de los 70 dólares, arrastrando a las grandes petroleras, como Exxon, que se dejó cerca de un punto porcentual. También las acereras, con Alcoa como máxima representante, abandonaron momentáneamente el terreno de las ganancias, lastradas por la caída de precio de algunos metales, incluido el oro.
"El mercado está muy vulnerable. Hay mucha gente esperando una corrección después de una subida tan pronunciada. Hemos ido más allá de la idea de que la economía no está tan mal, y ahora la gente quiere saber cuándo volverá a haber crecimiento empresarial", explica Keith Wirtz, consejero delegado de Fifth Third Asset Management.
Un mercado sobrevalorado
El Stoxx 600, el índice de referencia del continente europeo, vivió su segunda jornada consecutiva de caídas, al perder un 0,8%. Sin embargo, el 53% que ha repuntado desde principios de marzo ha hecho que las valoraciones sean 47 veces los beneficios presentados por las cotizadas.
Otro tanto le sucede al MSCI World, que cotiza a 28 veces los beneficios, el mayor nivel desde junio de 2003.
"Si te fijas en las valoraciones relativas a otros activos y a su media histórica, se ve claramente que el mercado ya no está barato en absoluto. El parqué parece haberse expandido, y vamos a necesitar datos macroeconómicos muy convincentes y crecimiento para soportar esas valoraciones", sentencia Barry Knapp, jefe de renta variable estadounidense de Barclays.
Los indicadores adelantados no bastaron
Precisamente, las acciones continuaron su corrección incluso después de que la Conference Board comunicara que el índice de indicadores adelantados repuntó en agosto por quinto mes consecutivo, encadenando la mayor racha de subidas desde 2004 y aportando una nueva evidencia de que la recuperación se está gestando.
El índice que señala las perspectivas de la economía estadounidense para los próximos 3 a 6 meses remontó un 0,6% el mes pasado, en línea con lo que esperaban los expertos, después de anotarse un 0,9% en julio.