Parece que fue ayer, pero hace ya casi tres años y medio que Ben Bernanke sustituyó a Alan Greenspan al frente de la Fed, el banco central de EEUU. Más allá de que la referencia temporal sea una anécdota, este plazo refleja que quedan apenas seis meses y medio para que expire su mandato. Biden: "No calculamos bien lo mal que estaba la economía".
Esta proximidad conduce a una incógnita. ¿Propondrá el presidente de Estados Unidos Barack Obama, a Bernanke para una segunda legislatura? La respuesta de los analistas es unánime: sí.
"Sin dudarlo. Es uno de los economistas vivos que mejor ha estudiado la Gran Depresión y la rápida y decidida actuación ha evitado que repitiéramos los errores de los años treinta", argumenta José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. "Yo así lo creo. En una reciente encuesta en EEUU la mayoría de los economistas le otorgaba un voto elevado en la gestión de la política monetaria en una situación tan complicada como la actual", apunta José Luis Martínez, estratega jefe de Citi en España.
Situación histórica
En efecto, Bernanke no lo ha tenido precisamente fácil. En febrero de 2007, cuando acababa de cumplir su primer año como máximo mandatario de la Reserva Federal (Fed), se produjeron las primeras quiebras en el sector hipotecario norteamericano. A partir de entonces, comenzaron meses en los que ni sus vastos conocimientos teóricos le servían. Ningún libro recogía nada igual.
Como consecuencia, a él le han correspondido adoptar varias de las decisiones más históricas desde el nacimiento de la entidad en 1913. Ha situado los tipos de interés en una horquilla comprendida entre el 0 y el 0,25%, el nivel más reducido de siempre; ha destinado 1,2 billones de dólares a la compra de deuda hipotecaria, otros 200.000 millones para respaldar los créditos a las empresas y los hogares y 300.000 millones adicionales para adquirir deuda pública; y ha salido al rescate de entidades como el banco Bear Stearns o la aseguradora AIG.
"Las mayores dudas que generó al ser nombrado era su escaso conocimiento de los mercados y de la práctica de la política monetaria y ha demostradomucha soltura gestionando la Fed", sostiene José Carlos Díez.
"Debemos valorar el conocimiento que tiene Bernanke de la Gran Depresión y por ello reconocerle el intento de aplicar medidas completamente opuestas a las que adoptó la autoridad monetaria entonces. Todavía es pronto para valorar si las medidas adoptadas por la Fed son acertadas o no. Lo que sí es cierto es que no han sido tomadas frívolamente?, expone Juan José Fernández-Figares, director de análisis de Link Securities.
Algunos errores
Eso sí, el expediente de Bernanke no está inmaculado. "Dejar caer a Lehman sin evaluar el riesgo sistémico que conllevaba fue un error", recuerda Juan Ramón Caridad, socio de Atlas Capital. Para José Luis Martínez, de Citi, la discutida actuación del presidente de la Fed en la compra de Merrill Lynch por parte de Bank of America también empaña su hoja de servicios. Pese a ello, el veredicto es claro: debe seguir.
Por sus méritos, y por simple pragmatismo. "No sería prudente llevar a cabo un cambio en estos momentos dados los muchos y complejos frentes que tiene abiertos la Fed y el conocimiento que tiene Bernanke de ellos", avisa Fernández-Figares. "Un relevo podría ser una fuente de desestabilización", constata Juan Ramón Caridad.
Desafíos futuros
Si, en efecto, disfruta de un segunda mandato, los desafíos a los que se enfrentará a partir de 2010 no serán pequeños. Y se centrarán en dos campos. "El más relevante es cómo dar marcha atrás en las medidas expansivas aprobadas hasta el momento", apunta José Luis Martínez.
"El principal desafío es estabilizar el sector bancario estadounidense y con ello los mercados financieros, donde todavía queda mucha tela que cortar", agrega Juan José Fernández-Figares.
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