
El secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ha descartado que el Gobierno liderado por Donald Trump vaya a adquirir una participación accionarial en Nvidia, después del acuerdo alcanzado la semana pasada por el que la Administración toma una participación del 10% en el fabricante de microprocesadores Intel.
"No creo que Nvidia necesite apoyo financiero, así que eso no parece estar sobre la mesa ahora mismo", ha asegurado Bessent en declaraciones a la cadena Fox Business, donde ha defendido el acuerdo con Intel y ha abierto la puerta a operaciones similares con empresas de otros sectores críticos, como la construcción naval.
"Podría haber cosas así, son industrias críticas en las que debemos ser autosuficientes en Estados Unidos", ha defendido el responsable del Tesoro estadounidense, para quien una de las lecciones de la pandemia de covid fue que el país "tiene entre cinco y siete vulnerabilidades estratégicas en industrias críticas", por lo que "el presidente Trump está enfocado en la reducción de los riesgos al tiempo que se consigue un beneficio para el contribuyente estadounidense".
"El 80% o 90% de los precursores de productos farmacéuticos se fabrican en el extranjero y eso es simplemente inaceptable, porque, como vimos durante el covid, los países fabricantes se los quedarán para sí mismos", ha apuntado.
En cuanto a la defensa, si bien ha evitado confirmar lo apuntado ayer por el secretario de Comercio, Howard Lutnick, quien abrió la puerta a la posibilidad de que Washington adquiera participaciones en contratistas, Bessent ha advertido de la necesidad de que las empresas del sector cumplan su misión de manera adecuada y puntual, añadiendo que, en casos como Boeing, en lugar de invertir dinero en I+D y en el desarrollo de nuevos aviones, se ha paralizado durante años una de las grandes empresas estadounidenses.
Asimismo, en el caso de los semiconductores, ha recordado que el 99% de los chips avanzados del mundo se fabrican en Taiwán, lo que "representa un riesgo para la seguridad nacional", por lo que es "inconcebible" que diferentes administraciones no hayan dado respuesta a tales riegos estratégicos.
"Hay un grupo de nosotros en esta Administración, liderado por el presidente Trump, que creemos que si dejamos el cargo en enero de 2029 y no hemos reducido el riesgo de la economía estadounidense, entonces habremos fracasado, y no vamos a fracasar", ha apostillado.