Bolsa, mercados y cotizaciones

Grecia se convierte en la mejor bolsa del mundo gracias a Trump y a la banca: capitaliza la desconfianza contra todo lo que huele a dólares

  • Su despertar económico y sus valoraciones han capitalizado la desconfianza en EEUU
  • El 60% del índice griego es la banca, que vive un momento de euforia plena
  • Otras bolsas como la polaca y la húngara, siguen su estela 
Atenas (iStock)

Los aranceles y la fractura de la confianza en la economía de EEUU han traído un resultado extraño: Grecia (entre otras) se ha convertido en una de las mejores bolsas del mundo. El país que fuera el mayor exponente de la crisis del euro vive un momento realmente dulce. La cuna de Occidente y de la Democracia está viendo como su principal índice se dispara un 43%. Detrás de este movimiento está un factor clave, el dinero de los inversores que llovía a espuertas sobre Wall Street, está buscando lugares alternativos entre los mercados emergentes. Lugares con potencial de rendimiento… pero con un entorno seguro como la UE. En ese sentido, las bolsas del este de Europa se están siguiendo ascensos similares pero la península helénica es la que más está capitalizando todo este movimiento por una serie de motivos. De hecho, quitando microestados y bolsas fuertemente afectadas por la inflación, Grecia ha logrado ser la bolsa que más se revaloriza en 2025 de todo el planeta.

Básicamente, hay tres factores fundamentales, el primero es el ya mencionado boom de inversión desde EEUU hacia mercados emergentes y Europa, un mix en el que Atenas es un cruce de caminos perfecto. En segundo lugar, está el enorme desempeño de la economía local que, gracias al turismo, entre otros factores, vive un buen momento. Tanto es así que el país recuperó la nota crediticia de 'grado de inversión' tras 14 años cotizando como bono basura. Este reconocimiento que vino en marzo de este año por parte de Moody's manda un potente mensaje a los mercados y afecta también a la renta variable pues las agencias indican que la situación para invertir en Grecia ha entrado en una nueva fase.

Respecto a la marcha de inversores de EEUU para aterrizar en las soleadas playas del Mar Egeo desde Morningstar tienen claro que se está produciendo. La firma indica en su último informe (mayo) que este año se han retirado 24.700 millones de dólares en fondos de renta variable de EEUU mientras que 21.000 millones fueron a Europa. Además 3.600 millones fueron a mercados emergentes. Según la firma estos últimos se convierten en especialmente atractivos dado que "el dólar más débil favorece a unos mercados emergentes que se benefician de un momento más multipolar".

En ese sentido, la llegada de dinero ha pillado a la economía griega en un buen momento. La actividad helénica ha protagonizado un importante aumento desde el covid con un PIB per cápita creciendo un 10,9% desde el covid cuando, por ejemplo, Alemania ha retrocedido.

Mientras Europa atraviesa un estancamiento del PIB en Grecia se creció al 2,3% en 2024 y se espera que siga por encima del 2%. En el último informe de Fitch señalaban además que "el consumo de los hogares se vio respaldado por el aumento de los ingresos reales y el crecimiento del empleo, mientras que la inversión continuó a un ritmo vigoroso, en parte gracias al estímulo de las subvenciones y préstamos del programa Next Generation".

Esto se está mezclando con otras dinámicas muy positivas como un superávit presupuestario primario del 4,8% y (1,3% presupuestario) y que, sumado al crecimiento económico provocó en 2024 una importante caída en la deuda pública de 10 puntos básicos hasta el 154%. Aunque está muy cargada de deuda, la trayectoria parece positiva. Hay otro factor bueno para los inversores y que destaca JP Morgan que es que se trata de una de las economías menos expuestas a los aranceles estadounidenses.

La banca es la clave

Ya fuera de ese crecimiento económico hay un factor 'trampa' su enorme exposición al mercado bancario, que, en el caso de Europa, vive subidas eufóricas en todos los países por unos tipos de interés estructuralmente más altos y una diversificación de los beneficios más allá del mercado comercial que consolida una verdadera transformación en el sector. En el Europe 600 Index, el sector bancario solo es superado por la fiebre bélica con una subida del 50% en lo que va de 2025. Las alzas sectoriales vienen, precisamente, de este nuevo paradigma para el sector en el que se da por hecho que entran en una etapa de mayores ingresos que va más allá de las decisiones del BCE.

Todo esto, además con un PER bajo (en todo el continente) que ofrece mayores oportunidades frente a un Wall Street sobrecargado. Esto es especialmente notable en los bancos griegos, donde los estragos del euro y años ligados a una economía considerada a la cola de Europa han provocado, según JP Morgan que "coticen con un descuento del 20% respecto a sus pares europeos". Las empresas griegas tienen un per de 8,7 veces frente a las 21 de EEUU. Es por ello que la firma norteamericana, en su último informe, recomendó sobreponderar estas acciones.

En el caso de Grecia la banca supone el 60% de su índice con empresas como el National Banks of Greece, Alpha Bank, Paraeus Bank, Eurobank… entre otros. Solo National Bank of Greece aporta un 11% de todo el índice y ha subido un 105% en lo que va de año, hasta los 11.410 millones de euros. Y ya no es solo que viva un buen momento, sino que los bancos realizan fórmulas de retribución al accionista con más asiduidad.

No solo Grecia

Si bien Grecia se ha convertido en el ejemplo paradigmático de este giro radical en los mercados, es una tendencia que se está replicando especialmente en Europa del este. El caso clave es Polonia y Hungría, dos rentas variables que han tenido una lluvia de millones muy parecida con subidas del 36% y del 34% respectivamente.

Estos rendimientos excepcionales vienen de grandes inversiones en infraestructuras, guerra y unos flujos de capital extranjero entrando de forma masiva buscando economías de rápido crecimiento y que tengan un mayor potencial. En ese sentido, en ambos casos los fondos la UE están ayudando y sus bolsas ofrecen valoraciones atractivas y dividendos. En ese sentido, la naturaleza de ambos países difiere un poco. Si bien ambos tienen un gran peso de la banca en el caso de Hungría esta lo ha apostado todo a un despertar manufacturero y cuenta con grandes inversiones de proyectos de baterías, plantas de coches como BYD o BMW… Polonia está teniendo un gran impulso en muchos frentes.

El país eslavo tiene un sector de infraestructuras y construcción en auge, una banca también fuerte… pero se ha encontrado con la sorpresa de que su principal cotizada energética, PKN Orlen, está en el centro de un importante descubrimiento de petróleo y gas en el país, el mayor de toda su historia. Esto ha provocado que sus acciones se disparen un 62% cuando el resto de petroleras sufren por los bajos precios de la materia prima.

Aunque todo esto se enmarca en un buen momento general de los mercados europeos. Si bien el EuroStoxx 50 crece un 11,83% en lo que va de año, bolsas como el Ibex 35 se disparan un 31,61%, en buena medida por su gran exposición bancaria. Por su parte bolsas como la alemana crecen un 21,81% a medida que el dinero fluye hacia la industria de la guerra. Sin embargo, el crecimiento parece virar cada vez más hacia los lugares dentro de Europa donde el potencial de crecimiento sea mayor.

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