
Jornada de fuertes ganancias en la bolsa de Japón. Los alcistas se han impuesto con claridad en el mercado de renta variable nipón, que se ha llegado a revalorizar hasta un 4% durante algunos instantes de la sesión ante las informaciones que apuntan a la renuncia del actual primer ministro del país en agosto tras los resultados electorales obtenidos este fin de semana, en los comicios celebrados.
La derrota sufrida por la coalición gobernante de Japón en las elecciones a la Cámara Alta celebradas este fin de semana había provocado que el gobernante del Partido Liberal Democrático y su socio perdieran la mayoría en la cámara, pero desde un primer instante el mercado había barajado la posibilidad de que el resultado final sería suficiente para mantener a Ishiba en el cargo, una teoría que hoy se desvanece.
El Nikkei consigue de esta manera poner su balance anual en positivo -algo que hasta ahora no había logrado más que de manera puntual-, marcar máximos del año y recuperar niveles no vistos desde verano de 2024. Los grandes fabricantes de coches del país han sido quienes han sabido sacar más partido a la jornada:
- Subaru: 18.31%
- Mazda: 17.75%
- Toyota: 15.94%
- Mitsubishi: 14.16%
- Honda: 11.99%
- Nissan: 10.03%
- Yamaha: 9.67%
En el caso de varias de estas compañías, como Subaru o Toyota, un alza como la registrada hoy supone un hito histórico. No en vano, suman su jornada más alcista desde antes del estallido de la crisis financiera, hace casi dos décadas, en 2008.
La caída del yen
Estos movimientos contrastan con los registrados por la divisa oficial del país, el yen japonés, que protagoniza una jornada de descensos tras conocerse la inminente dimisión del primer ministro Shigeru Ishiba. La divisa nipona llegó a caer hasta un 0,4% durante algunos instantes de la sesión después de que el periódico Mainichi informara que el mandatario planea dejar su cargo en agosto, dados los resultados de las elecciones a la Cámara Alta.
"La tímida debilidad de la divisa japonesa se debió más bien a cierta incertidumbre en torno a la transición de liderazgo, afirma Christopher Wong, estratega de divisas de Oversea-Chinese Banking en declaraciones a Bloomberg.
La evolución de la divisa también refleja la reacción de los inversores al acuerdo comercial que ha alcanzado EEUU y Japón. Y es que, Donald Trump ha anunciado en las últimas horas que ha llegado a un acuerdo comercial con el país nipón para fijar aranceles a las importaciones japonesas en un 15%, incluidos los automóviles, y ver así a su aliado Oriental -clave para Estados Unidos- invertir 550.000 millones de dólares en su país.
Después de meses de incertidumbre, los últimos acuerdos arancelarios del presidente Donald Trump están aportando claridad sobre los contornos generales de un nuevo panorama comercial para la región manufacturera más grande del mundo.
"Esto es más o menos lo que esperábamos de Trump", señalaba Phillip Wool, director de gestión de cartera en Rayliant Global Advisors en declaraciones a Bloomberg. "Lo que realmente le importa a Washington ahora es conseguir acuerdos importantes que permitan a ambas partes afirmar que han obtenido una victoria en las negociaciones comerciales, pero que nos alejen de las consecuencias económicas potencialmente graves de una guerra comercial total".
Y es que, no hay que olvidar que en momentos puntuales durante los últimos meses, se llegaron a barajar un alza de los aranceles al 145% para China y hasta cerca del 50% para algunos exportadores asiáticos más pequeños.
A todo ello se suma que el secretario del Tesoro de Estados Unidos, Scott Bessent, ha asegurado en las últimas horas que se reunirá con su homólogos chinos la próxima semana en Estocolmo para su tercera ronda de negociaciones, cuyo objetivo es extender la tregua arancelaria y ampliar las conversaciones.
Esto sugiere una continua estabilización de las relaciones entre las dos economías más grandes del mundo, tras la reciente flexibilización de las restricciones a los chips por parte de Estados Unidos y la reanudación de las exportaciones de tierras raras por parte de China.
"El acuerdo entre Estados Unidos y Japón sienta un precedente táctico para el resto de Asia, especialmente para las economías que aún negocian con la administración Trump", explica por su parte Charu Chanana, estratega jefe de inversiones de Saxo Markets en Singapur. "Al aceptar un arancel diluido del 15 % y prometer flujos de inversión simbólicos, Japón ha ofrecido un plan: conceder lo justo para frenar la escalada sin desencadenar una reforma estructural profunda", sentencia la experta.
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