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¿Tanques sí, Teslas no? La nueva prioridad global fulmina un 20% del valor en bolsa del automóvil europeo

  • Los fondos de defensa han registrado en 2025 entradas por valor de 8.700 millones...
  • ... mientras que los centrados en el vehículos eléctrico han firmado salidas por 485 millones
  • El paquete legislativo de Trump amenaza con aumentar esta brecha 
Un disparo desde un tanque a distancia. iStock

Las tensiones en Oriente Medio elevan la temperatura geopolítica en el mundo y, mientras tanto, en Estados Unidos se cocina el proyecto de ley que promete cambiar el mapa de las inversiones globales. La "gran y hermosa" hoja de ruta fiscal del presidente Trump ha superado por la mínima el examen que tenía que pasar del Senado, pero con ello ha encendido los motores en uno de los sectores más calientes del momento: la industria de defensa. Con una inyección monumental programada de 150.000 millones de dólares, las empresas armamentísticas celebran en bolsa este nuevo furor del mundo por los tanques a uno y otro lado del Atlántico, y los fondos de inversión europeos centrados en el sector -más interesados por lo que haga Bruselas- así recogen los frutos de un apetito inversor en plena ebullición. Porque el gasto en misiles se hará en Washington, pero Europa no se queda atrás.

Aquí, lo más reciente es el plan de gasto en defensa de 800.000 millones de euros propuesto por la Comisión Europea para los próximos años. El comisario de Defensa, Andrius Kubilius, alegaba en abril que se deberán asignar unos 100.000 millones de euros a la defensa en el presupuesto de la UE entre 2028 y 2034. De momento, la cuestión debe comenzar a debatirse, pero los números no mienten. Aunque hasta ahora sean solo promesas, los inversores han sido tomando posiciones en los últimos meses en bolsa preparándose para lo que venga y esto ha llevado a dispararse al sector de defensa europeo un 64,4% en bolsa desde julio de 2024; tiempo en el que la industria de la automoción ha perdido un 16,4% de capitalización, lo que ha dado lugar a una divergencia de más de 80 puntos que ilustra a la perfección el nuevo paradigma de prioridades económicas en Occidente.

Unos números que tienen su reflejo en otras métricas. Así, los fondos de defensa europea, según cálculos de Morningstar, han atraído en lo que va de 2025 8.700 millones de dólares de flujos de entrada, un salto "espectacular" desde los apenas 599 millones de 2024.

En contraste, los fondos europeos de baterías y movilidad del futuro han visto salidas de 485 millones de dólares este año, confirmando que los inversores han abandonado masivamente las apuestas por la transición energética en favor de la industria militar. Y los datos en ETF son bastante similares.

Así, mientras unos brindan, otros pelean por salir adelante y esa es la lucha en la que está la industria de la automoción. En el corto plazo, la situación del sector es de crisis: la caída de los beneficios, la volatilidad bursátil, el cierre de fábricas y la destrucción de empleo en la cadena de suministro son síntomas de un problema más amplio que, lejos de remitir, amenaza con profundizarse si no se adoptan medidas. Lo que hace décadas fue el símbolo de la prosperidad y modernidad de occidente, el coche de combustión, es hoy una de las sombras alargadas que mecen una frágil economía europea.

Las cifras que apoyan a los tanques...

El conflicto de Ucrania se ha convertido -desde 2022- en el principal motor del aumento del gasto europeo en defensa. Según datos del Stockholm International Peace Research Institute (SIPRI), el gasto militar mundial alcanzó 2.718 billones de dólares en 2024, un repunte del 9,4% en términos reales desde un año antes en la que se convirtió en la subida más pronunciada desde el final de la Guerra Fría. Así, solo Europa experimentó un aumento del 17% en gasto militar, superando los niveles registrados antes de la caída del muro de Berlín.

Alemania, sin ir más lejos, es el ejemplo palmario de esta transformación. Tras décadas habiendo dado protagonismo a una política exterior cautelosa, el excanciller socialdemócrata, Olaf Scholz, y el ahora democristiano, Friedrich Merz, vieron la necesidad de dar un giro de 180 grados a esa posición. La nación más grande de Europa planea ahora invertir 649.000 millones de euros en el ejército durante los próximos cinco años. Polonia ha intensificado aún más este compromiso, aumentando su gasto de defensa del 2,7% del PIB en 2022 al 4,2% en 2024, con proyecciones de alcanzar el 4,7% en 2025. Y de fondo suena la guerra por el 5% del PIB que pide EEUU a los países de la OTAN destinar a defensa y que naciones como España se oponen a invertir.

Desde Morningstar, mantienen sus proyecciones de gasto en defensa para Europa, esperando que éste alcance el 3,2% del PIB de las naciones del Viejo Continente para 2030 y el 3,5% para 2032. Concretamente, ven una inversión en equipamiento que podría repuntar un 50% de aquí a dos años y un 40% más hasta 2030.

... y las que hunden a los 'Teslas'

Entretanto, la crisis en el sector de la automoción es estructural. Acorde a los números de Eurofer, la producción de vehículos en la UE caerá un 2,6% en 2025, siendo este el segundo año consecutivo de retrocesos tras la disminución del 9,7% que se dio en 2024.

Tesla ilustra perfectamente toda la problemática. Las ventas europeas de la empresa cayeron en mayo casi un 30%, marcando el quinto mes consecutivo de declive y si se pone el foco en las matriculaciones desde principios de año el hundimiento es del 37,1%. Paradójicamente, esto ocurre mientras las ventas totales de vehículos eléctricos en Europa aumentaron un 27,2% en mayo, indicando que los consumidores están cambiando hacia alternativas más baratas, especialmente de fabricantes chinos como BYD.

Pero sea como fuera, ahora se añade más presión al conjunto de una industria que ve que en Estados Unidos la nueva administración Trump, entre aranceles y la supresión de los subsidios, podría agravar toda esta situación. Este martes, el Senado aprobó la supresión del crédito fiscal de 7.500 dólares para la compra de coches eléctricos antes del próximo 30 de septiembre. Mientras tanto, el Despacho Oval pide al Congreso un incremento de las inversiones en defensa de 150.000 millones de dólares.

Medidas que simbolizan el fin de la era de la globalización pacífica y el inicio de una nueva economía de seguridad nacional donde la supervivencia prevalece sobre la sostenibilidad, y donde los tanques han demostrado ser una inversión, si no mejor, sí más interesante para los inversores que los Teslas.

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