
El incremento de la tensión geopolítica a nivel mundial que ha supuesto la decisión de Israel de lanzar un ataque aéreo contra las instalaciones nucleares de Irán ha supuesto una importante escalada en el enfrentamiento por el programa atómico de Teherán y un vuelco a las cotización de las principales materias primas del planeta, especialmente la del petróleo.
Aunque poco a poco fueran mitigándose las alzas, el barril de crudo llegó a revalorizarse en la última sesión de la semana hasta un 13% ante el riesgo de que se desencadene una nueva guerra en Oriente Medio. Con este avance el oro negro cotiza ya de nuevo pegado a los precios en los que lo hacía a comienzo de año. Es decir, consigue recuperarse de las caídas superiores al 20% que llegó a cosechar durante los seis primeros meses del ejercicio. También cotizan cerca de los niveles de enero el gas natural y el petróleo de calefacción, dentro del ámbito energético
No obstante, si este año hay una commoditie que destaque en ese sentido esa es el oro, que consigue revalorizarse más de un 30% en 2025. "Hace más de dos años y medio que el precio del oro inició su tirón alcista, pasando de 1.634 a 3.426 dólares por onza", señala Juan Ignacio Crespo, analista de mercado, que recuerda que e metal precioso acumula una revalorización del 110% en ese periodo.
El impacto de la mayor demanda de los bancos centrales en el mercado del oro, unido a su papel de activo refugio le han permitido colocarse como uno de los grandes protagonistas alcistas del mercado.
E igual ocurre con la plata que suma un avance del 25% en el año. "Cuando la plata se pone a correr, no es solo un movimiento técnico: es una señal de que algo se mueve", advertía esta semana el analista técnico Joan Cabrero en su comentario estratégico semanal. "El mercado empieza a descontar que el futuro va a necesitar más de este metal blanco. Y justo eso es lo que empieza a dibujar el gráfico, que está comenzando a romper resistencias como son los 35 dólares, que podrían abrir un rally de más del 40% hasta los altos históricos del entorno de 50 dólares por onza, no vistos desde 2011" señala.
Hierro, níquel y aluminio, mantienen peor desempeño en el ejercicio y no logran seguir la estela de los metales preciosos. Todos ellos cotizan con números rojos que, eso sí, no alcanzan el 5%.
Entre las materias primas blandas, el azúcar es la única que no consigue recuperar los niveles de enero. Cotiza con descensos superiores al 15% desde comienzo de año. Un comportamiento radicalmente opuesto al que manifiestan las cabezas de ganado, el café, la soja o el cacao cuyos avances evidencian el caos desatado a propósito de los aranceles propuestos desde EEUU, que está obviando, por ahora, la posibilidad de que se alcanzarán acuerdos bilaterales que, como es natural, serán más o menos satisfactorios para cada una de las partes.
Vuelco a las expectativas
Al igual que ha ocurrido con la cotización de la materias primas energéticas, que ha registrado un vuelco en las últimas sesiones, las expectativas de los analistas sobre el petróleo se han visto sacudidas en las últimas horas.
Hasta el estallido de las hostilidades en Oriente Próximo, la débil demanda global, el cambio radical en la política de los países petroleros y el crecimiento gradual de las plataformas petroleras en Sudamérica hacía presagiar un mercado petrolero en camino a la abundancia. Una tendencia que se ha visto ligeramente alterada en las últimas horas, tras los ataques militares de Israel contra Irán, que aumentan el temor a una escalada más amplia en la región y convierten la situación en más impredecible por el momento.
"La situación sigue siendo cambiante, y los próximos días y semanas mostrarán hasta dónde llega la escalada", explica Norbert Rücker, director de Investigación Económica y Next Generation de Julius Baer. "Nuestra mejor conjetura es que esta última erupción de conflicto sigue el patrón habitual, con los precios subiendo temporalmente antes de volver a los niveles anteriores, ya que el mercado del petróleo es muy resistente y es poco probable que los suministros estén en riesgo", explica.
Una opinión similar a la de muchos de los expertos que analizaron la evolución del oro negro tras el tensionamiento de la situación en Oriente Medio. "El almacenamiento es abundante, las exportaciones crecen fuera de Oriente Medio", argumentaban pese a que el reciente repunte del petróleo parecía contradecir las perspectivas de un excedente de oferta. "La OPEP aún dispone de unos 5 millones de barriles diarios de capacidad excedentaria, lo que podría mitigar posibles perturbaciones", trataba de tranquilizar Kerstin Hottner, directora de materias primas en Vontobel.
Igual de limitada es la expectativa de nueva revalorización en el oro. La media de firmas de inversión -al igual que en el caso de las materias primas energéticas- apuntan a que la cotización de los metales preciosos ha corrido demasiado en los últimos meses. Incluso en el activo refugio por excelencia, cuyos precios repuntaron ligeramente por encima del 1 % el viernes tras el ataque, una reacción bastante moderada, considerando las posibles consecuencias del conflicto y el nerviosismo desatado a corto plazo. "Es probable que el mercado pierda su interés en el conflicto tarde o temprano, como sugieren shocks geopolíticos similares en el pasado", añaden.