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La OPEP amenaza ya con una 'inundación descontrolada' del mercado de petróleo para castigar a los rebeldes

  • El cártel estudia bombear más de 411.000 y superar así todas las previsiones

Kazajistán ha retado abiertamente a Arabia Saudí y a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (a la que Kazajistán pertenece en el marco de la OPEP+). Los kazajos no solo no van a recortar la producción de crudo (como pedía la OPEP), sino que la van a incrementar. Pues bien, la respuesta de Riad y el cártel no se ha hecho esperar: si el mercado ya estaba inundado de petróleo, ahora lo va a estar todavía más, hasta que todos los productores que incurren en mayores costes queden completamente ahogados. De la inundación controlada del mercado se podría pasar a una inundación descontrolada. Aún no es oficial, pero ya hay rumores que aseguran Riad estará detrás de este movimiento que podría anunciarse de forma oficial este mismo fin de semana.

La OPEP+ estaría debatiendo una posible subida de más de 411.000 barriles diarios para julio, en un intento por recuperar cuota de mercado perdida, según personas familiarizadas con el asunto consultadas por Bloomberg. Reuters también ha adelantado la misma información. Cabe recordar que esos 411.000 barriles ya triplican la cantidad que se había comprometido a devolver al mercado la OPEP+ poco a poco durante este año. Aun no se sabe cuanto más subirá la producción y la decisión que tome puede ser clave para que los precios se descontrolen.

Ocho miembros clave de la Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus socios, liderados por Arabia Saudí, tienen previsto celebrar una videoconferencia este sábado para debatir la política de producción. Las dos últimas reuniones dieron lugar a aumentos de producción de gran tamaño que provocaron caídas en los precios, y el cartel podría ir aún más lejos esta vez, señalaron las fuentes.

Tras conocerse la noticia los precios del barril han cambiado completamente su rumbo, pasando de una sesión tranquila a sólidas caídas. Concretamente el precio de referencia europeo ahora esta cayendo más de un 1%, hasta los 62,6 dólares.

Algunos delegados de los ocho países han señalado a Bloomberg que no están al tanto de estos planes para un incremento desmesurado y esperan que se anuncie una subida más cercana a los aumentos de 411.000 barriles diarios fijados para mayo y junio. Sin embargo, las deliberaciones del grupo están cada vez más restringidas a un círculo reducido de sus miembros más poderosos (Arabia Saudí, Emiratos Árabes Unidos y Kuwait, que son los grandes aliados y los que mueven los hilos de la OPEP), que a veces solo comparten sus decisiones con el resto con escasa antelación sobre la reunión oficial.

La OPEP+ ha dado un giro radical en su política, pasando de defender los precios a buscar activamente bajarlos. Sorprendió a los mercados a comienzos de abril al anunciar un aumento de oferta tres veces superior al previsto. Esta decisión llegó incluso cuando el mercado mostraba signos de debilidad por la desaceleración de la demanda y la guerra comercial del presidente Donald Trump, lo que llevó momentáneamente al crudo a mínimos de cuatro años por debajo de los 60 dólares el barril. El movimiento se repitió el mes siguiente.

El viceministro de Energía de Kazajistán (poniendo la tirita antes de la herida), Alibek Zhamauov, ya había insinuado la posibilidad de una subida mayor en declaraciones a la prensa el jueves. "Habrá un aumento, pero si será de 400, 500, 600, no lo sabemos; se anunciará el sábado", comentó en Astaná, según la agencia de noticias.

Los delegados han ofrecido diversas explicaciones para el cambio de rumbo de Riad. Algunos afirman que OPEP+ simplemente está satisfaciendo una demanda robusta, mientras que otros sostienen que Arabia Saudí quiere castigar a miembros como Kazajistán e Irak por incumplir sus cuotas. También se ha sugerido que el reino intenta complacer a Trump o recuperar cuota de mercado perdida ante los productores de shale en EEUU y otros rivales. Es probable que el motivo final se una combinación de todos estos objetivos.

De este modo, Arabia Saudí acelera su estrategia para mantener a raya a los rebeldes. La estrategia de Riad consiste en castigar a los infractores que se saltan las cuotas (producen por encima de lo ordenado por la OPEP) del cartel mediante una "inundación controlada", no parece estar funcionando. Ahora es posible que dé comienzo un nuevo plan: una inundación descontrolada del mercado.

Para entender la magnitud de la decisión. Solo con que la OPEP hubiera seguido con la intensidad que ha ejercido los últimos dos meses, estaríamos hablando de que, según Morgan Stanley, se podría haber llegado a superavit en el mercado de petróleo global de hasta 1,1 millones de barriles diarios este mismo 2025, en el segundo semestre. Ahora que la cantidad es mayor nos adentramos en territorio desconocido.

Cabe destacar que si bien el plan que sigue habiendo sobre la mesa es que los recortes acaben definitivamente para finales de 2026, en un camino lento y pausado que vaya devolviendo 2,2 millones perdidos al mercado sin estridencias y aprovechando los mejores momentos para no causar volatilidad. Sin embargo la realidad es que ya la OPEP se estaba lanzando a la piscina con un ritmo mucho mayor del estimado (que iba a ser de 135.000 barriles diarios por mes). De seguir al ritmo al que estaba los últimos dos meses el 'aterrizaje concluiría este mismo octubre de 2025. Desde ING explican que "ese suministro de más de dos millones de barriles se recuperará 12 meses antes de los planes originales del cártel.

El gran rebelde desata la furia de Riad

Kazajistán, el infractor más flagrante (está produciendo 400.000 barriles más de lo que la OPEP le había asignado), sigue superando sus límites en varios cientos de miles de barriles diarios y ha declarado públicamente que no tiene intención de corregir su rumbo. El ministro de Energía, Yerlan Akkenzhenov, señaló el jueves que el país no puede obligar a sus socios corporativos internacionales a reducir la producción ni puede disminuir el bombeo en los yacimientos estatales.

El giro estratégico no ha estado exento de costes. Aunque la caída del crudo supone un alivio para los consumidores y los bancos centrales que luchan contra una inflación persistente, representa un peligro financiero para los países productores de OPEP+ y del resto del mundo.

El Fondo Monetario Internacional estima que Arabia Saudí necesita precios por encima de los 90 dólares para financiar los ambiciosos planes de gasto del príncipe heredero Mohamed bin Salmán. El reino se enfrenta a un déficit presupuestario creciente y se ha visto obligado a recortar inversiones en proyectos emblemáticos como la futurista ciudad de Neom.

Sin embargo la realidad es que debido a la potente presencia petrolera de EEUU en el mercado y a los rebeldes del crudo, a pesar de que necesite esos 90 dólares por barril, Riad se estaba encontrando con que no tenía ni una cosa (precios altos) ni la otra (ventas de barriles). En consecuencia el primer trimestre de 2025, justo antes que comenzase a aumentar la producción, el país se anotaba un desploma del 18% del déficit petrolero de la mano de un déficit fiscal significativo de 15.650 millones de dólares.

Otros se estaban llevando el fruto de su sacrificio con más de 1,5 millones de barriles que no inyectaba en el mercado. Esto había llevado a que tuviese una capacidad ociosa de 3,1 millones de barriles por los que no ganaba dinero, mientras perdía cuota de mercado. Según Morgan Stanley a finales de 2024 su participación en el mercado ya solo era de un 9% cuando en el punto álgido de su dominio llegó a alcanzar el 20% por si sola.

No solo son los rebeldes: EEUU y la oportunidad ruso persa

En cualquier caso, la decisión de acelerar y particularmente ahora, no solo viene de la presión a los incumplidores, especialmente a Kazajistán. El motivo por que el que ahora podría ser un mes más propicio para acelerar es que EEUU amenaza con sanciones a Rusia e Irán, dos importantes actores del mercado. El primero por su falta de avances en las negociaciones con Ucrania y el segundo por lo mismo pero con las negociaciones nucleares con EEUU.

Estos factores, sumados a una relajación de la tensión comercial están siendo claves para entender la situación. Desde ING señalan que estos factores han provocado que "los mercados petroleros se fortalezcan y el sentimiento fuera algo mejor". Un contexto que ofrece unas mejores condiciones para que la OPEP pise el acelerador. El Banco neerlandés explica que "el grupo debería centrarse en defender su cuota de mercado dado este equilibrio".

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