Bolsa, mercados y cotizaciones

Alberto Rodríguez Fraile, de A&G: "El Ibex-35 debe estar menos intervenido para no ahuyentar a los inversores"

Alberto Rodríguez Fraile, presidente de A&G
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A&G gestionó en 2024 más de 15.000 millones de euros en activos. Fundado en 1987, el grupo independiente de banca privada cuenta, actualmente, con una gestora en España y otra en Luxemburgo, y su equipo está formado por un centenar de banqueros distribuidos entre sus once oficinas que tratan de orientar a sus clientes analizando las oportunidades de inversión en un mecado global cambiante golpeado por la incertidumbre, según advierte Alberto Rodríguez Fraile, presidente de A&G, que recibe a elEconomista.es en sus oficinas de Bilbao inauguradas en 2021.

-Teniendo en cuenta la complicada situación geopolítica mundial en la que se encuentran los mercados, ¿qué oportunidades hay ahora mismo?

-Mi forma de verlo es que hasta ahora, en estos más de 35 años de historia desde que montamos A&G, siempre digo que me había tocado gestionar crisis tácticas, lo que ocurre es que ahora, la encrucijada es más compleja. Mientras que, en el pasado, los movimientos geopolíticos estratégicos del mundo eran a favor, con la caída del Muro de Berlín, China aperturista junto con algunos países árabes... ahora creo que que, lamentablemente, los países más importantes del mundo, como Estados Unidos, Rusia o China, están evolucionando hacia autarquías.

-¿Qué papel juega Europa en este escenario?

-Parece que Europa cada vez tenga menos que decir, porque en vez de estar unidos y con un objetivo común, estemos siempre perdiendo tiempo dilucidando qué postura tomar.

-¿Qué expectativas tiene del Gobierno de Trump?

-Creo que la gente que ha puesto a Trump es muy sensible al mercado. Entonces el hecho de que baje los tipos de interés, baje el dólar y consiga rebajar el peso de la deuda del Estado, probablemente los mercados tengan muy buenas noticias a corto. Otra cosa es dónde evolucionen estas cuestiones porque los conflictos empiezan a veces por una guerra comercial y acaban en otros sitios.

-¿Cómo cree que afectará al Ibex 35?

-En el corto plazo podrá tener comportamientos un poquito distintos, pero en el medio plazo tendrá a converger. Pero creo que el Ibex 35 se ve como un mercado más pequeño y más intervenido y eso limita y ahuyenta mucho la inversión. De hecho, ha habido alguna empresa española que ha salido del Ibex 35, se ha ido a cotizar a otro mercado y automáticamente ha subido su acción porque da más garantía. Tenemos que conseguir que el Ibex 35 esté menos intervenido si de verdad queremos que a medio plazo tenga el interés de los inversores.

Cuota del 25% para la banca privada

-¿Cuál es el estado de salud de la industria de la banca privada en España?

-El sector de la banca privada vive buenos momentos. Tenemos un tejido de ahorradores, de gente con interés en invertir, y la banca privada es un sector que está creándose en España a día de hoy. A finales del siglo pasado, hace 25 años, el 100% de la banca privada en este país eran básicamente los grandes bancos. Sin embargo, en la actualidad, esos grandes bancos tienen como el 75% de cuota y el 25% restante está repartido entre entidades que antes no existían.

-¿Y qué ha provocado ese viraje, en su opinión?

-Lo que ha pasado es que, de una forma antinatural, ese espacio lo habían cubierto los grandes bancos al no haber entidades de banca privada. De hecho, parte de ese 25% actual que está en manos de la banca privada es de entidades de fuera, como Credit Suisse. Y es que antes no se podía llevar a cabo esta actividad al no contar aún con la Ley de Reforma de los Valores y, por lo tanto, no había agentes de cambio y bolsa, bancos, ni sociedades y agencias de valores, no había nada de todo esto... Y aún creo que está gestándose y evolucionando, en mi opinión.

-¿Hacia qué punto cree que va el sector?

-Hacia un sitio más visto fuera de España, porque lo peculiar es lo de aquí. Haciendo un símil... Si viajas por Europa y vas a un bar, en la barra tienen doce grifos de cerveza, mientras que aquí hasta hace poco solamente teníamos uno.

-¿Qué cree que diferencia a las entidades de banca privada con respecto a la banca generalista?

-Somos entidades de nueva creación que hemos intentado hacer las cosas de una forma distinta, con el objetivo prioritario de gestionar clientes y no de vender productos.

-¿Y qué es lo que atrae a los clientes hacia la banca privada?

-Hasta hace poco, la mayor parte de la gente en España tenía patrimonio pero no tanta liquidez. Una vez que empezamos a acompasarnos con Europa, la gente empezó a tener liquidez y a ser consciente de que la rentabilidad-riesgo de su liquidez es importante. Los inversores quieren invertir en los mejores productos, no necesariamente en los del banco, y quieren invertir no necesariamente en bonos y acciones, sino a lo mejor también en private equity o en venture capital o lo que sea.

-En este sentido, ¿qué es lo que más les demandan los inversores?

-Yo creo que buscan tres cosas. Lo primero, cuando trabajan con nosotros, es nuestro custodio, porque en el fondo, el riesgo está en el custodio. En segundo lugar buscan un menú totalmente amplio, es decir, cualquier cosa que sea regulatoriamente posible. Y, por último, quieren que les atiendan nuestros banqueros, con veinte años de experiencia, para que puedan asesorarles y no hacer sólo una selección de fondos, sino buscar fondos, acciones, bonos, inversiones inmobiliarias, en private equity, en startups... o ejerciendo prácticamente como un family office para ellos. Y eso es algo diferencial.

-Pero dentro de este gran abanico de posibilidades, ahora mismo, ¿qué es lo más buscado? ¿Observan diferencias entre los intereses de sus clientes en función de su ubicación geográfica?

-Sus intereses son fundamentalmente parecidos, pero nunca idénticos. En líneas generales, Bilbao es un poco más industrial, por lo que los clientes tienden a tener más participaciones en empresas, mientras que en otros sitios, como Sevilla, tienen más participaciones en fincas o en negocios relacionados con el aceite, por ejemplo. En Madrid, por ejemplo, tiene gran peso el mercado inmobiliario. Cada uno tiene su acento. Pero luego, con lo que son sus ahorros o su cartera, no buscamos un producto que tenga que necesariamente ser bueno para todos, sino que depende de la posición en la vida de cada cliente y también de su edad, por supuesto.

-¿Qué peso tiene su oficina de País Vasco en su cómputo global?

-Nuestra oficina de Bilbao, que abrimos en 2021, con la pandemia, representa ya un 5% del patrimonio total que gestionamos, en torno a 600.000 euros de los 15 millones que tenemos en total. Tenemos aquí un equipo de cinco banqueros y en tan poco tiempo está yendo muy bien, por lo que estamos muy agradecidos.

-¿Tienen previsto seguir extendiendo su red de oficinas a corto o medio plazo?

-Desde A&G no tenemos vocación de tener oficinas por tener chinchetas en el mapa, sólo cuando conocemos a las personas adecuadas es cuando empezamos a trabajar en determinados sitios. Málaga es ahora uno de los sitios más pujantes, aunque ya atendemos a muchos clientes de allí desde nuestra oficina de Sevilla, pero es posible que más adelante surja oportunidad de abrir en la ciudad malagueña.

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