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Lecturas de un profesional CFA: Las empresas de la 'Economía del Titanio'

  • Reseña de 'The Titanium Economy', de Asutosh Padhi, Gaurav Batra y Nick Santhanam
Imagen: Istock.

Aunque fue publicado en el año 2022, el libro de Asutosh Padhi, Gaurav Batra y Nick Santhanam, The Titanium Economy, es hoy más relevante que nunca, al tratar sobre algunas de las principales preocupaciones de muchos políticos, ejecutivos e inversores: la reindustrialización de los EEUU ("reshoring") tras la pandemia de COVID-19 y los problemas que trajo consigo en las cadenas de suministro globales, y la necesidad de llevarla a cabo a causa de la creciente disputa geopolítica entre los EEUU y China, que ha convertido al país asiático en un dudoso socio comercial a ojos de muchos observadores.

En su obra, los autores describen como el país ha transformado su industria durante las últimas décadas, tras su colapso aparente a partir de los años 70s y el surgimiento del "Rust Belt", una extensa zona situada en el noreste del país, actualmente en declive económico, en la que durante los años dorados del capitalismo (1950-1973) existió una potente industria automotriz, del acero y minera que generó prosperidad para muchos americanos. Aunque reconocen que la percepción popular de colapso industrial se corresponde con la realidad, consideran que se trata de una visión incompleta, basada principalmente en el declive relativo del sector del automóvil, y que no refleja el avance que se ha producido en otros sectores de la industria americana. Lecturas de un profesional CFA: Jensen Huang o cómo Nvidia ha revolucionado nuestra economía.

En particular, el libro se centra en un tipo de compañía que forma parte de lo que los autores denominan la "Economía del Titanio", un conjunto de empresas industriales que operan en nichos de mercado muy específicos, con operaciones que requieren de uso intensivo de tecnología avanzada, incluyendo la robótica y la inteligencia artificial, dedicadas a la fabricación de productos de alto valor añadido y que ofrecen puestos de trabajo con unas condiciones laborales muy favorables en comparación con otros sectores como los servicios o el retail. Todo ello, acompañado de unos resultados financieros y en bolsa, en el caso de las compañías cotizadas, que en los últimos años poco han tenido que envidiar a las FAANGs (Facebook, Apple, Amazon, Netflix y Google). Le puede interesar: Las 'Granolas' europeas se imponen a las 'Siete Magníficas' estadounidenses en bolsa.

Se trata de compañías que, a pesar del gran valor que han creado para sus clientes, empleados y accionistas, apenas son conocidas por los inversores y el público general, por varios motivos. En primer lugar, se trata de empresas que no suelen trabajar directamente con los clientes finales (B2C), sino que suelen ser proveedores de otros negocios (B2B) en áreas muy especializadas y de alta complejidad técnica. En segundo lugar, en muchos casos se trata de empresas privadas controladas por una familia desde hace generaciones, sin interés en cotizar en bolsa y con CEOs que no son conocidos por el público inversor general, a pesar del gran talento de muchos de ellos. Por último, suelen ser firmas de pequeño y mediano tamaño, lejos del foco de atención de la mayoría de los analistas e inversores, que en los últimos años han estado más centrados en las grandes firmas tecnológicas de Silicon Valley.

Los autores identifican cerca de 700 empresas industriales cotizadas que participan en la "Economía del Titanio", con un número 5 veces mayor en el segmento de empresas privadas. En el caso de las cotizadas, un 80% cuentan con ventas entre 1-10 mil millones de dólares y entre 2.000 y 20.000 empleados, siendo un 90% de ellas rentables y ofreciendo un retorno sobre el capital invertido superior al 6%, lo que significa que muchas de estas empresas no necesitan endeudarse para financiar la expansión de sus operaciones, teniendo además un 85% de ellas unos requisitos de CAPEX (inversión en el negocio) y R&D (I+D) relativamente bajos. Según un estudio realizado por los autores, en el periodo 2015-2020 cerca de la mitad de estas firmas obtuvieron retornos en bolsa superiores a los del S&P 500, con algunas de ellas obteniendo resultados similares o superiores a los de las FAANGs. Sin embargo, a pesar de su éxito se trata de un segmento del mercado que Wall Street y la comunidad inversora continúa pasando por alto.

El libro describe dos aspectos fundamentales de las empresas que forman parte de la "Economía del Titanio". En primer lugar, se trata de firmas que hacen un uso intensivo de tecnologías industriales avanzadas, incluyendo la robótica y la inteligencia artificial, en instalaciones modernas repletas de protecciones para los empleados, lo que hace que sus operaciones sean limpias, seguras y eficientes. Dado que muchas de estas empresas están controladas por familias y cuentan con inversores privados que aportan capital paciente, pueden permitirse realizar inversiones en tecnología industrial puntera, con un impacto potencialmente negativo en los resultados a corto plazo, pero que acaban siendo el germen de futuras innovaciones en productos o procesos productivos, con el resultado último de mejorar el posicionamiento estratégico de las empresas y sus resultados financieros. En segundo lugar, ofrecen puestos de trabajo que requieren de un alto grado de preparación y que llevan asociados salarios elevados, que doblan los de otros sectores, ofreciendo de media más de 60.000 dólares anuales, frente a los 30.000 del sector servicios o retail.

La existencia de este tipo de empresas crea lo que los autores denominan el "Gran Ciclo de Amplificación": personas con trabajos industriales bien remunerados que gastan más en casas, vacaciones, restaurantes y otros bienes y servicios, lo que genera prosperidad en las regiones en las que se sitúan estas empresas. Estas comunidades prosperan, atrayendo más trabajadores y empresas, generando un círculo virtuoso. Existen ejemplos de estas comunidades en todo el país, destacando las áreas de Dallas-Fort Worth, Houston, Chicago, Milwaukee, Tampa, Miami y Omaha, entre otras. Una de las claves de estos centros industriales es su diversidad, no dependiendo de un sector específico cuyo declive podría afectar a toda la comunidad, como ocurrió en el pasado con el automóvil o el acero.

Basándose en su experiencia profesional como ingenieros y consultores de McKinsey, los autores proponen una estrategia de crecimiento que replica la empleada por muchas de las empresas de la "Economía del Titanio". En primer lugar, recomiendan la adquisición estratégica de firmas que refuercen su negocio principal y les permita convertirse en líderes en un nicho de mercado (integración vertical). En segundo lugar, destacan la importancia de mejorar las operaciones del negocio mediante un uso intensivo de los datos y la tecnología, con el objetivo de ofrecer mejores productos y una mejor experiencia para los clientes, mejorando la rentabilidad del negocio y su capacidad de generación de flujos de caja. En tercer lugar, subrayan la necesidad de seguir una estrategia de expansión del múltiplo de cotización, mediante una comunicación clara y concisa de las mejoras implementadas en el negocio, con el objetivo de que el mercado valore correctamente este tipo de empresas.

Por último, el libro destaca la carrera en la que participa los EEUU para liderar la producción industrial de alto valor añadido a nivel global, en competencia con otras regiones como China o Europa, y el riesgo que corre de quedarse atrás si el país no actúa de manera rápida y coordinada, con una política industrial coherente que involucre a las empresas, los inversores, la clase política y el mundo académico. Los autores consideran que la pandemia de COVID-19 puso de manifiesto la fragilidad de las cadenas de suministro a nivel global en una gran variedad de bienes que los consumidores y los negocios necesitan para funcionar en el día a día. Consideran que estar a merced de las necesidades, prioridades y capacidades de otros países es altamente peligroso e innecesario, dada la capacidad de los EEUU para producir localmente. Para muchas compañías americanas, el valor de reducir los costes laborales llevando la producción a otros países ha disminuido, mientras que los costes de transporte y aseguramiento no dejan de crecer. Finalmente, las empresas buscan formas de crear fuentes redundantes de aprovisionamiento para fortalecer sus cadenas de producción.

Todo ello está contribuyendo a la relocalización de la producción en los EEUU, ofreciendo las empresas que forman parte de la "Economía del Titanio" una plantilla que puede servir como guía para restaurar el estatus del país como potencia industrial, ayudando al mismo tiempo a corregir las desigualdades económicas que han agravado las divisiones sociales en los EEUU durante las últimas décadas. Contrariamente a la obsesión de Wall Street y los inversores con las compañías tecnológicas de Silicon Valley, los autores consideran que en el siglo XXI el principal motor de crecimiento económico será los avances en materia de producción industrial, teniendo los EEUU la oportunidad de volver a convertirse en un líder global si sabe aprovechar la ocasión.

Ficha técnica

Título: "The Titanium Economy: How Industrial Technology Can Create a Better, Faster, Stronger America".

Autor: Asutosh Padhi, Gaurav Batra y Nick Santhanam.

Editorial: PublicAffairs, 2022, pp. 256, tapa dura.

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