
La cautela sigue marcando el tempo de un mercado como el de la renta fija que, cerca del ecuador del año, consigue ofrecer rentabilidades contenidas, pero atractivas a los inversores en un entorno complejo condicionado por la evolución de la inflación -más ahora con los giros comerciales del Gobierno de Donald Trump- y el giro en las políticas monetarias de los principales bancos centrales.
De hecho, en Europa, el BCE de Christine Lagarde confirmaba hace unos días el camino emprendido hace meses de flexibilización monetaria con una nueva bajada de tipos de 25 puntos básicos confirmando que el proceso de desinflación avanza, mientras que la Reserva Federal estadounidense mantiene una postura más prudente, con los tipos entre el 4,25% y el 4,50% y sin cambios previstos hasta, al menos, el verano.
Todo ello, en un contexto de crisis arancelaria, con nuevos gravámenes cruzados entre Washington y Pekín que amenazan con presionar los precios y condicionar la hoja de ruta de los bancos centrales y las presiones procedentes del Despacho Oval de Trump contra el presidente de la Fed, Jerome Powell, a quien acusa de no mover ficha para reactivar la economía norteamericana. Así, en un escenario de volatilidad, los gestores de los fondos de renta fija toman cartas en el asunto y gana posiciones la selección activa. De hecho, los diez primeros fondos activos de renta fija ganan más de un 1,5% en lo que va de 2025.
Los productos Carmignac Portfolio Flexible Bond de la gestora francesa Carmignac y Candriam Bonds Total Return de Candriam, la firma del grupo New York Life Investments se sitúan a la cabeza del ranking de fondos activos de renta fija, con rentabilidades del 3,03% y 2,82% respectivamente, según los últimos datos de Morningstar, superando por mucho a la media de vehículos de su clasificación con rendimientos en el entorno del 0,7%.

El fondo de Carmignac, destacado por su estrategia global y flexible, combina posiciones en tipos de interés y crédito a nivel internacional, cubriendo sistemáticamente el riesgo divisa. Por su parte, la herramienta de Candriam apuesta por una gestión discrecional y diversificada entre mercados monetarios, deuda pública y bonos ligados a la inflación, aunque en los últimos años ha quedado por debajo de su índice de referencia.
Sin embargo, no todos los productos se comportan igual y hay fondos que no logran sortear las dificultades del mercado. En el extremo opuesto de la clasificación se sitúan vehículos como el FI All Grade Long Duration Fund de Goldman Sachs, que acumula una caída del 6,17% en lo que va de año, y el Caixabank Master RF Advised, con un retroceso del 4,95%.
También figuran entre los peores del año varios fondos de BNP Paribas y Amundi, con rentabilidades negativas superiores al 1% como consecuencia de su exposición a duraciones más largas o segmentos de crédito más sensibles a los movimientos de tipos y a la volatilidad macroeconómica.