Bolsa, mercados y cotizaciones

La encrucijada del Nasdaq: a punto de cerrar el hueco de los aranceles de Trump en plena temporada de resultados

  • El índice tecnológico de EEUU está a un 0,7% de recuperarse del 'golpe' comercial...
  • ... aunque todavía está a más de un 12% de los máximos históricos
  • Meta, Microsoft, Apple y Amazon presentan sus cuentas trimestrales esta semana
Logotipos de las grandes tecnológicas. Fuente: Alamy.

Las que otrora fueron el motor del mercado, hoy ponen en juego miles de millones de euros de los inversores. En su peor inicio en un año desde 2022, las Siete Magníficas acumulan un retroceso de algo más del 22% desde que echara a andar 2025. Vilipendiadas, especialmente, tras el anuncio arancelario del presidente de los EEUU, Donald Trump, este selecto grupo de acciones tecnológicas han conseguido recuperar el pulso hasta colocar al índice Nasdaq 100 en niveles similares (a un 0,7%) a los previos al gran descalabro del mercado: en los 19.581,78 puntos.

Desde 2022, este puñado de participaciones -Alphabet, Amazon, Apple, Meta, Microsoft, Nvidia y Tesla- han contribuido al fuerte repunte de un mercado de renta variable que en docenas de ocasiones ha tocado máximos históricos. Impulsadas hasta niveles nunca vistos, los inversores estuvieron durante un tiempo (mientras compraban), aclamando sus sólidos balances y el liderazgo de estos nombres en la carrera por el control de la inteligencia artificial. En conjunto, estas compañías han perdido algo más de 2,5 billones de dólares de capitalización.

Pero el primer tropiezo que llegó fue a finales de mes de enero cuando la irrupción de la IA generativa china de DeepSeek ya golpeó de lleno en el corazón de estas Siete Magníficas. Fue entonces, y ahora con la guerra comercial trumpista, cuando muchos dieron por aclamado el fin de la excepción estadounidense basada, hasta ahora, en las sólidas perspectivas de crecimiento para las compañías tecnológicas.

Ahora, los inversores tendrán una nueva oportunidad para ver si las valoraciones que en otro momento (hace no tanto tiempo) presentaban estas grandes tecnológicas tenían o no razón de ser. A lo largo de esta semana darán cuenta de sus resultados trimestrales Meta, Microsoft, Apple y Amazon. Las cuentas de Nvidia se darán a conocer a finales del mes de mayo.

En este sentido, donde estarán la mayoría de los ojos del mercado serán en los números trimestrales que presente Apple, hasta ahora el paradigma de la gran crisis de los titanes tecnológicos por los aranceles. La compañía ha perdido más de uno de cada diez dólares de capitalización desde el pasado 2 de abril y cerca de un 15% de valor en lo que va de año. El iPhone -que representa más de la mitad de los ingresos de la compañía con sede en Cupertino- es el ejemplo perfecto en la industria del orden multilateral sobre el que se regía el mundo hasta la llegada de Trump y sus acólitos a los diferentes Gobiernos de algunas de las naciones más poderosas del mundo que, ahora, buscan dar al traste con ese sistema de cooperación entre países en vigor desde el final de la Segunda Guerra Mundial.

La firma de la manzana mordida, de entre todas, aparece como una de las opciones menos favorecidas por el entorno actual del mercado. Su potencial de revalorización es limitado (poco más de un 14%), y los expertos penalizan su elevada valoración en un entorno de mayor selectividad inversora.

Tesla, que vale en bolsa casi un 25% menos que a finales de 2024, está todavía pagando los coqueteos políticos de su fundador, Elon Musk, y los continuos enfrentamientos por los aranceles con algunos de los miembros de la administración Trump más cercanos al presidente. El empresario de origen sudafricano le pidió -sin éxito- a Trump establecer una zona de libre comercio efectiva entre EEUU y Europa hace un par de semanas. Ahora, veremos a ver qué termina sucediendo en el frente comercial.

De momento, los ingresos se desplomaron en el último trimestre algo más de un 71% y los inversores entienden que con un PER (veces que los beneficios se recogen en el precio de la acción) de 133 veces, su título invita a la cautela.

Más allá, y poniendo el foco sobre las compañías que presentan resultados esta semana, Amazon y Meta destacan con perspectivas robustas. Amazon cotiza a 30,4 veces beneficios estimados, pero aún ofrece un potencial alcista en bolsa de más del 31%. Meta, más ajustada en valoración (22,2 veces), presenta un potencial similar, del 29,2%, lo que sugiere que el mercado premia tanto su política de control de costes como su expansión en nuevas áreas de negocio tras los fallidos progresos en el campo del metaverso.

Pero el trasfondo político, precisamente, añade un matiz adicional a todo este análisis. Y es que aún siendo los nuevos aranceles la punta de lanza del Gobierno Trump para proteger a su industria nacional del auge de China, estos movimientos suponen un riesgo para nombres propios como el mencionado ya de Apple, con una fuerte exposición internacional.

En todo caso, el mercado apuesta porque la escala, la innovación y la capacidad de generación de beneficios de las grandes tecnológicas les permitirán sortear estos obstáculos, al menos en el corto y medio plazo.

¿La gran prueba de fuego? Vendrá a finales de mayo con los resultados de Nvidia. Considerada el motor de la nueva revolución tecnológica gracias a su liderazgo en semiconductores de inteligencia artificial, Nvidia presenta un PER de 25 veces y un potencial alcista superior al 45%, según las estimaciones actuales de los expertos de FactSet. Así, unos resultados sólidos podrían servir de catalizador definitivo para la tecnología estadounidense en su pulso contra los riesgos geopolíticos y regulatorios.

El peligro de la dependencia

Durante muchos meses, el repunte bursátil impulsado por la inteligencia artificial sacó a relucir la preocupación de los expertos en cuanto a la excesiva dependencia del mercado estadounidense de la gran tecnología. Muchos lanzaron las alarmas diciendo que el impulso, por su debilidad inherente, podría terminar de un momento a otro convirtiéndose en un lastre. Así ha sido.

Las Siete Magníficas llegaron a representar alrededor del 36% del valor total del mercado de renta variable estadounidense. Desde principios de año, su mal desempeño se ha traducido en una caída de la rentabilidad del S&P 500, incluyendo dividendos, del 7,5%.

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