Bolsa, mercados y cotizaciones

La guerra arancelaria es la Crisis de los Misiles... y no son 13 días, al menos 90 más

Kennedy en Berlín. eE

Tratar de saber hasta dónde van a caer los mercados es la pregunta que nos quita el sueño a los inversores desde el jueves 3 de abril. La irracionalidad y la insensatez de Trump, pautando ahora una pausa de 90 días a los aranceles, tampoco aclara las cartas. Trump solo entendió que su jugada de póker, que no de ajedrez, de tratar de pagar menos intereses por la deuda forzando el comportamiento del bono, le ha salido mal. El mercado le obligó a asumir aquello que dijo un asesor de Clinton, James Carville, de que "solía pensar que si existiera la reencarnación, querría volver como presidente de los EEUU, como Papa o como un bateador de béisbol famoso, pero en realidad resucitaría como el mercado de bonos. Puedes intimidar a cualquiera".

A los que nos gusta adentrarnos en mercado nos hemos concentrado en una tautología numérica tan innecesaria como socorrida para, al menos, tratar de entender lo que estaba ocurriendo. Pero como explica Ramón Forcada, director de análisis de Bankinter, en una certera reflexión, "lo más peligroso no es no saber, sino ni siquiera no saber que no se sabe. Y este es el caso". En esa tautología numérica en mi caso pongo en la cabeza los 4.000 puntos del S&P 500 porque es el nivel que Goldman Sachs da de valoración para la bolsa estadounidense con una normalización del multiplicador de beneficios en un escenario de recesión.

Me aferró más a los 4.500 puntos del análisis técnico. Joan Cabrero me ha recalcado la coincidencia de una corrección del 61,8% de Fibonacci. Pero a lo que podemos agarrarnos es que tras la escalada arancelaria se abra la puerta a la negociación y no sea el inicio de la destrucción de comercio mundial y el regreso de las autarquías.

Ahora ya sabemos que se hablará, que impactará en los márgenes para la compañías y resentirá la confianza de los consumidores. Incluso en las próximas semanas y meses podremos ver cómo se materializan en estimaciones sobre beneficios por la evolución de la economía mundial. Pero los días transcurridos entre el miércoles dos de abril, en el que Trump presentó su cartelón de aranceles, para mí son la réplica de las Crisis de los Misiles. Entre el 16 al 28 de octubre de 1962 fue cuando más cerca se estuvo de una guerra nuclear.

El 22 de octubre, Kennedy ordenó un bloqueo naval de Cuba para evitar que llegaran más misiles rusos tras haber cerciorado que los soviéticos habían instalado misiles en la isla de largo alcance como replica a los que EEUU había puesto un año antes en Italia y Turquía. Kennedy y Jruschov llegaron a un acuerdo: los soviéticos desmantelarían sus armas ofensivas en Cuba a cambio de que EEUU se comprometiera a no invadir Cuba. De esas conversaciones nació el teléfono rojo. El indiscutible problema es que Pekín y Washington, por el momento, todavía no tienen línea y se distancian cada día más. Toda crisis es una oportunidad en mercado.

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