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Hay mucho más petróleo del que se creía en el Golfo de México: "Estamos sentados sobre una mina de energía"

  • Una nueva evaluación revela que hay 1.000 millones más de barriles de crudo
  • Este hallazgo podría elevar las reservas de crudo de EEUU a 50.000 millones de barriles
  • Este nuevo hallazgo se ha realizado mediante una evaluación geológica

Bajo la inmensidad azul del Golfo de México (rebautizado como Golfo de América), donde el horizonte se funde con la industria petrolera offshore y los vientos marinos acarician unas plataformas que no paran de sacar crudo, EEUU ha descubierto que hay mucho más petróleo del que se creía. Según un nuevo informe del Departamento de Interior, este hallazgo podría incrementar significativamente las reservas de crudo de esta zona, lo que no solo potencia la seguridad energética nacional, sino que refuerza la ambición de Washington de mantener su estatus de potencia energética global y mayor productor de petróleo del mundo. Con esta nueva evaluación, las reservas probadas de EEUU podrían rozar la cifra mágica de los 50.000 millones de barriles de crudo.

La revisión de datos realizada por la Oficina de Gestión de Energía Oceánica (BOEM, por sus siglas en inglés) ha elevado las reservas estimadas hasta los 7.040 millones de barriles de petróleo equivalente (aquí se une gas y petróleo en una misma unidad de medida), lo que representa un aumento del 22,6% (de una tacada) respecto a las cifras de 2021. Este total incluye 5.770 millones de barriles de petróleo y 7,15 billones de pies cúbicos de gas natural. "Este nuevo dato confirma lo que siempre hemos sabido: Estados Unidos está sentado sobre una mina de energía, y bajo el liderazgo del presidente Trump la estamos desbloqueando", ha declarado Doug Burgum, secretario de Interior.

Una evaluación geológica exhaustiva

Este incremento de reservas responde tanto a la evaluación de más de 140 campos de petróleo y gas como a la identificación de 18 nuevos descubrimientos. La revisión contempló más de 37.000 reservorios distribuidos en 1.336 campos, y aunque se han extraído unos 3.090 millones de barriles desde 2020, el balance neto es claramente positivo. "El Golfo de México está aportando el 14% del petróleo del país", recordó James Kendall, director regional de BOEM, quien subrayó que estas cifras consolidan el papel esencial de la región en la provisión de una energía fiable y asequible para los estadounidenses.

La actualización del potencial energético del Golfo llega en un momento en el que la Administración Trump ha reafirmado su apuesta por ampliar las capacidades offshore. El pasado 4 de abril, el secretario Burgum dio luz verde a una nueva subasta de licencias de exploración en el Golfo. En este sentido, abrir más áreas del Outer Continental Shelf se ha convertido en un eje de la estrategia nacional para alcanzar lo que en Washington denominan "Dominio Energético": garantizar precios bajos para los consumidores, reducir la dependencia del extranjero y generar miles de empleos bien remunerados.

Actualmente, BOEM gestiona unos 3,2 mil millones de acres de plataforma continental, de los cuales unos 160 millones se encuentran en el Golfo. Allí, la actividad económica derivada del petróleo impulsa comunidades costeras, reactiva cadenas logísticas y favorece la innovación tecnológica en perforación y producción. A la vez, Estados Unidos refuerza su influencia global mediante un suministro interno robusto, justo en un momento de volatilidad internacional marcada por guerras comerciales y tensiones geopolíticas.

Más petróleo para EEUU

EEUU está produciendo cada día unos 13,4 millones de barriles de crudo de media. De este modo, la mayor potencia económica del mundo se ha convertido también en el mayor productor de petróleo del mundo por mucha diferencia. Rusia y Arabia Saudí, se sitúan en el segundo y tercer puesto, con una producción que apenas supera los 9 millones de barriles diarios. La diferencia es que mientras que Rusia y Arabia Saudí exportan buena parte de su producción, EEUU tiene que usar la suya para consumo interno (consume mucho más crudo) y a veces incluso necesita 'tirar' de importaciones para satisfacer su demanda. Con este nuevo 'hallazgo', EEUU logra una mayor independencia y seguridad energética, elevando las reservas probadas a la zona de 50.000 millones de barriles.

En palabras del propio Burgum, "el Golfo de México es una potencia energética y, al agilizar los permisos y ampliar el acceso, no solo estamos alimentando nuestra economía: estamos fortaleciendo nuestra seguridad nacional y devolviendo el trabajo a miles de estadounidenses". Esa mezcla de política energética y visión estratégica resume el espíritu de esta apuesta: más crudo, más empleo, menos dependencia. Una combinación que Washington espera convertir en palanca de liderazgo económico mundial en las próximas décadas.

Mientras Europa debate cómo hacer frente al encarecimiento de la energía y China redobla su apuesta por la transición energética, Estados Unidos responde con barriles. Y el Golfo, viejo conocido del petróleo, vuelve a ocupar el centro del tablero energético global. Ahora, con más petróleo bajo sus aguas de lo que nadie había imaginado.

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