
Aprovechar las caídas para tomar posiciones. Es la postura, a grandes rasgos, que valoran desde algunos bancos de inversión desde hace unos días mientras observan la espiral de caídas en la que se ha instaurado Wall Street desde el anuncio del presidente de EEUU, Donald Trump, a las puertas de la Casa Blanca de emprender una guerra comercial contra el planeta. Para Chris Berkouwer, gestor del fondo Robeco Sustainable Global Stars Equities de la gestora neerladesa Robeco, una medida con muchas sombras y una fallida política de comunicación que están pagando los inversores.
La volatilidad instaurada en el mercado. ¿Cómo hay que acercarse en estos momentos al mercado en plena ofensiva arancelaria de Donald Trump contra el mundo?
Después del "Día de la Liberación", como denominó la administración Trump al anuncio de los aranceles nadie se sintió realmente liberado. De hecho, creo que todo el mundo quedó en una especie de estado de shock. Fue lo que llamaríamos un momento fin de la historia. Si esta es la base de recién estrenada legislatura, podríamos estar entrando en una nueva era de guerra económica. Pero básicamente, debemos abrocharnos los cinturones porque esto va a ser una montaña rusa.
Cómo se desarrolle depende mucho de las reacciones de otros países frente a los aranceles recíprocos que ya se están implementando, como ha hecho China recientemente. En su momento, no fue precisamente la reacción que el mercado esperaba; de hecho, empeoró la situación.
¿Considera que el mercado está esperando cualquier noticia optimista para subir?
Sí, totalmente. Hemos visto, por ejemplo, que en China se activaron varios mecanismos para contener el pesimismo de los inversores inyectando cerca de 7.000 millones para estabilizar los mercados. Noticias como estas -ya sea un tono más moderado en los aranceles con países aplicando "cortafuegos" fiscales o planes de estímulo- ayudan.
¿Entiende que Trump logrará esa nueva "edad de oro" para América como la que promete?
No, no creo que lo consiga. Es difícil imaginar cómo esto puede llevar, en pocos años, a una economía estadounidense radicalmente mejor. De hecho, probablemente esto es terrible para la economía de EEUU.
Especialmente la forma en que se están comunicando todos los avances en cuanto a la negociación de los aranceles. Esto, en un efecto de segunda ronda, perjudica gravemente al consumidor estadounidense. Si finalmente no se logra llegar a acuerdos, los precios de los productos aumentarán a niveles desorbitados. Es una medida inflacionista. Así que no veo cómo eso puede derivar en una nueva "edad de oro".
¿Cuál sería entonces la mejor estrategia de inversión en estos momentos? ¿Esperar y ver o estar fuera del mercado?
Para nosotros es difícil estar completamente fuera: siempre debemos estar invertidos. Eso sí, desde principios de año, hemos adoptado un enfoque más quirúrgico, con rotaciones en cartera. Empezamos el año ligeramente sobreponderados en EEUU especialmente en las Siete Magníficas. Tras el repunte inicial, vendimos algunas posiciones y reorientamos hacia Europa y Asia-Pacífico. Ahora, hemos adoptado una posición más defensiva.
En estos entornos, a veces lo mejor es quedarse quieto y aplicar aquella sabiduría de mercado que dice "quédate quieto cuando te están afeitando".
Ustedes han adoptado una postura más defensiva, ¿Qué sectores consideran que son más atractivos en estos momentos?
Recientemente hemos aumentado nuestra exposición hacia el sector salud, que estaba muy débil desde finales del año pasado por el resultado electoral en EEUU, y por lo tanto, cotizaba a valoraciones muy atractivas. También incrementamos algo en consumo básico, reemplazando posiciones caras por alternativas más baratas.
Y en tecnología hicimos cambios: redujimos exposición a semiconductores y a la temática de la inteligencia artificial, y aumentamos en servicios y software, aún dentro de la tecnología estadounidense. Eso sí, ahora estamos infraponderados en tecnología a nivel global.
Dentro del sector en EEUU, también añadimos nombres nuevos que no están tan ligados a la IA, reforzando nuestra exposición al tema de ciberseguridad, en vez de solo a la inteligencia artificial.
Después de todo, ¿EEUU sigue siendo la región más atractiva del planeta desde el punto de vista del inversor?
No. Actualmente estamos infraponderados en EEUU y América del Norte en general. En cambio, sobreponderamos posiciones en Europa y estamos neutrales en Asia-Pacífico. No obstante, hay acciones de calidad que han pasado de estar muy caras a bastante baratas. Estamos listos para aumentar exposición en EEUU si se producen nuevas caídas.
¿Cómo ha funcionado históricamente el fondo Robeco Sustainable Global Stars Equities frente a su índice de referencia, el MSCI World?
En lo que va de año, todavía estamos por debajo. Febrero y marzo fueron meses difíciles, porque aún estábamos rotando hacia una cartera más defensiva, pero seguíamos demasiado expuestos a grandes tecnológicas estadounidenses, lo cual nos perjudicó. También nos afectó estar sobreponderados en bancos de EEUU, que rindieron peor de lo esperado. Pensábamos que la administración Trump sería favorable para el sector financiero estadounidense, pero no ha sido así.
La temática de electrificación también nos penalizó, por su vínculo con la IA. Enero fue bueno, pero en febrero y marzo hubo toma de beneficios. Desde abril, con las caídas del mercado, nuestra nueva cartera ha empezado a rendir mejor.
¿Por qué cree que los bancos lo han hecho mal?
Hay un mayor riesgo macroeconómico: crecimiento global más lento, menos actividad en banca de inversión y un consumidor debilitado. Además, aún no hemos visto mucha de la desregulación sobre el sector en EEUU, que esperábamos tras la victoria de Trump. Los movimientos en la curva de tipos tampoco han ayudado a los bancos.
¿Los mercados emergentes son interesantes ahora?
Sí, pero de forma selectiva. Algunos mercados lo han hecho tan mal que ahora tienen margen para bajar tipos y atraer capital. Muchos inversores están saliendo de EEUU en la búsqueda de plazas más atractivas, y ahí entran en juego los emergentes.
Eso sí, hay que diferenciar entre los mercados más orientados al consumo interno y los muy dependientes de las exportaciones. En nuestro caso, los emergentes no forman parte del benchmark, así que no estamos obligados a invertir ahí. Aun así, tomamos posición en China, especialmente en tecnología y consumo discrecional.
El golpe del desinterés por la sostenibilidad
Hablemos de sostenibilidad. Robeco es una gestora de activos muy activa en este campo. ¿Por qué ha disminuido el interés global en torno a todo lo que tiene que ver con el ESG?
La sostenibilidad, a nuestro juicio, es una cuestión de perspectiva. En Asia, los clientes se centran más en la gobernanza y los aspectos sociales a la hora de invertir en una empresa. En Europa, el enfoque está más en el medioambiente y el clima. Dicho esto, nosotros entendemos que la sostenibilidad es una fuente de creación de valor a largo plazo.
En los últimos años, la normativa se ha endurecido mucho. Las exigencias de transparencia y reportes han sido grandes, tanto para las empresas como para los gestores y clientes. Quizás llegó un punto en el que se dedicaba demasiado tiempo y energía a los informes y poco a explicar lo bueno de estas estrategias de inversión que contemplan los aspectos ESG. En algunos lugares, como en ciertos estados de EEUU, la sostenibilidad se llega a ver casi como algo negativo, lo cual es contraproducente.
Además, muchas compañías con modelos 100% sostenibles (por ejemplo, en el ámbito climático) son muy intensivas en capital, con márgenes bajos, y por tanto muy sensibles a la subida de tipos de interés. El entorno actual no ha sido favorable para ellas.
¿Cambiará la tendencia?
Sí. Creo que llegará un punto en el que hablemos de una "sostenibilidad racional". Hay que centrarse en lo material, lo que de verdad afecta al modelo de negocio de una empresa. A veces leo informes anuales con más de 200 páginas solo de sostenibilidad, antes de llegar a los datos financieros. ¿Es necesario tanto? Quizás no. Lo importante es priorizar lo que realmente importa.