
Las necesidades de contar con liquidez y de mejorar la solvencia de las entidades españolas son en 2009 más fuertes de lo que han sido en toda su historia. Esto es, al menos, la conclusión que se puede sacar si se observa la emisión de preferentes (un híbrido entre deuda y capital, con unas condiciones algo peores que en los títulos de deuda clásicos) que están llevando a cabo este ejercicio. Las colocaciones de estos títulos de bancos y cajas españolas entre inversores minoritarios ya casi ascienden a 12.000 millones de euros.
Esta cifra, a este ritmo de crecimiento, va camino de más que doblar la cantidad de papel preferente antiguo que hay en el mercado. De hecho, bancos y cajas españoles tienen sin amortizar 7.200 millones de euros en preferentes con más de un lustro, según datos de CNMV y AIAF (Asociación de Intermediarios de Activos Financieros, el mercado de renta fija corporalita español). Según estas fuentes, hasta final de año madurarán otros 5.161 millones en emisiones que se colocaron a partir de junio de 2004, informó Cinco Días.
Ofertas de compra
Uno de los principales atractivos que destacan las entidades a la hora de comercializar estos productos es la posibilidad de recompra del 100% del nominal pasados cinco años. Pero las preferentes son deuda perpetua (no tienen vencimiento), por lo que esta opción está en manos de los bancos, y la experiencia demuestra que sólo algunas entidades devuelven el capital.
Si no hay amortización, sólo queda vender en el mercado secundario, lo que en este momento es una mala idea. Para empezar, el papel antiguo tiene un rendimiento muy inferior al de reciente emisión, por lo que hay entidades como Banco Sabadell (SAB.MC), Caixa Galicia o Caja Duero que ofrecen un precio que es la mitad o incluso menos del que en su día pagaron los inversores, recalca Cinco Días.
La advertencia de la CNMV
Pero ni siquiera los nuevos títulos suponen una ganga, aunque ofrezcan un spread (diferencial) cercano al 8% en algunos casos, si se compara su valor nominal con el de mercado. Según ha alertado la CNMV, hay emisiones de preferentes cotizan a un precio inferior a su valor nominal. Este es el caso, por ejemplo, de la mayor que se ha hecho en 2009: los 2.000 millones emitidos por Santander (SAN.MC).
Esta colocación ofrece una rentabilidad del 5,75% el primer año, del 4,75% el segundo y euribor más 220 puntos básicos el resto. Sin embargo, ha venido acompañada de una advertencia del regulador de los mercados, que afirma que conlleva "una rentabilidad sustancialmente inferior (en torno a 91 puntos básicos anuales tal y como recogen los informes de valoración incorporados al folleto informativo) a la que en estos momentos están exigiendo los inversores profesionales y cualificados, atendiendo al riesgo que incorpora, e inferior asimismo a la ofrecida por productos equiparables de otros emisores comparables". Es decir, que con esta emisión se podría perder parte del patrimonio.