
El sector de la defensa parece la estrella más brillante de los parqués este 2025. Con un rearme general de Europa liderado por Alemania y una industria que tiene que crecer a ritmos agigantados para poder absorber la demanda masiva de pedidos, el cielo de las firmas bélicas parece ilimitado. Sin embargo, si bien todas las miradas están puestas en empresas como RheinMetall, la realidad es que hay un invitado sorpresa en la fiesta bursátil de Europa que incluso llega a superar la euforia de la guerra: la banca española.
Las subidas en bolsa de la defensa europea están situadas en el 37,78% en lo que va de año (tal y como indica el Europe Defense and Aerospace Index) y la banca europea cotiza en el 27%. Sin embargo, la banca española sube en su conjunto un 43% en lo que va de 2025. Esta revalorización se produce en un momento que, a priori, el sector no tendría que estar precisamente en una luna de miel. Tras dos años de subida en los tipos de interés (y por lo tanto mejoras en los intereses netos, NII) el BCE ya ha comenzado una senda de flexibilización que debería conspirar contra la rentabilidad de las entidades. Sin embargo eso no ha evitado que los bancos miren a la cara las firmas de la guerra y se cuelen en el 'olimpo' de las grandes subidas europeas.
Commerzbank y Sociéte Générale lideran las alzas del Viejo Continente, con movimientos del 59% y del 56%, respectivamente. Sin embargo, a diferencia de las entidades germanas y francesas, las españolas se han puesto de acuerdo para subir en su conjunto. Sabadell se dispara un 49%, seguida de Santander con otro 49%. Pero es que CaixaBank acumula avances del 44% y BBVA del 44%. Unicaja hace lo propio un 43% y Bankinter un 42%. No es que una firma en concreto se haya descolgado, sino que parecen haberse convertido en un bloque uniforme.
Tal y como piensan los analistas, la banca española se posiciona en Europa como una de las grandes ganadoras de un nuevo ciclo. Ya en la era de la subida de tipos de interés ocurrió, aunque en ese caso compartió escenario con las entidades italianas. En aquel entonces toda la banca sureña coincidía en una gran exposición a tipos de interés (ingresos por negocio crediticio frente a pagos por créditos como los depósitos). Ahora parece valorarse una diferente fase en la que la banca española está logrando convencer al mercado de que ha hecho mejor sus deberes para, con el impulso de los tipos de interés, protagonizar una nueva era.
Sus altas cotizaciones, pese a que les permiten mejorar al sector de la Defensa en su conjunto, todavía les deja uno o varios peldaños por detrás de los grandes campeones. Las empresas insignia que se están posicionando como Indra en España (+60%). Fuera de nuestras fronteras están RheinMetall (+131%), Leonardo (+ 87%), Thales (+82%) o Saab (+65%). En cualquier caso, en su conjunto, la banca española, alzándose casi con una sola voz, sí se está imponiendo como sector, mientras que la banca europea es el segmento con mejor desempeño en el EuroStoxx 600 (en el que no está la industria militar como tal), con un alza del 21% para todo el sector financiero.
Pero, ¿qué está pasando exactamente para que la banca esté siendo uno de los grandes ganadores en un contexto de menores tipos de interés? ¿Y por qué la banca española aparece a la cabeza de todo este proceso? La realidad es que los principales analistas que cubren a estas empresas ponen en valor la preparación de estos dos años y el aterrizaje suave que estas empresas parecen estar emprendiendo.
La ventaja de la banca europea
Para entender este fenómeno hay que atender en primer lugar a la salud general de la banca europea. Desde Funcas explican que a priori el escenario podría parecer negativo. "Con la inflación en descenso se podría esperar un ritmo de flexibilización (aunque más lento)". Esta postura "se debería traducir en un aumento de presión sobre los ingresos netos por intereses en un contexto de perspectivas económicas ya de por sí mediocres y con riesgos crecientes". El BCE ya ha recortado cinco veces los tipos de interés dejando la tasa de depósito en el 2,5% frente al máximo del 4% donde se situaba a comienzos de 2024.
Sin embargo, desde la propia Funcas explican que si se pone el foco en los resultados y expectativas de las empresas esta nueva realidad supone un impacto menor frente a las tendencias positivas. "Esperamos que se den unos beneficios impulsados por unos tipos de interés todavía elevados, con los costes de financiación aún favorables, pero sumado a un aumento de los ingresos por comisiones y un mayor volumen de préstamos".
Según la institución los recortes de tipos quitarán a los bancos 30.000 millones de euros de una tacada. Sin embargo, en ese mismo periodo el crédito "aumentará un 3,1% en 2025 y un 4,2% en 2026". Esto contrasta con un periodo de estancamiento prácticamente total. Este fenómeno será especialmente bueno en España donde la economía ruge con más fuerza que en el resto del continente, prometiendo una mayor actividad económica y, por lo tanto, en el crédito. "España será el punto más brillante de toda la UE".
España es la mejor posicionada
Desde S&P Global remarcan claramente este punto alegando que "el entorno macroeconómico será favorable, con un crecimiento del PIB español de casi el doble de la media de la eurozona". En ese sentido, se suman a la idea de que el menor NII se compensará con mayores préstamos "la cobertura activa y la recuperación del crecimiento del negocio limitarán el impacto negativo en los ingresos de una disminución gradual de los tipos de interés.
Scope comenta que este auge del crédito está exacerbado por dos fenómenos. Por un lado, un incremento de la "demanda de crédito al consumo y un repunte paralelo de los préstamos hipotecarios a medida que el mercado inmobiliario se recupera, los costes de financiación disminuyen y los bancos flexibilizan las condiciones de los préstamos". En ese sentido la Asociación Hipotecaria explicaba que esperan que la firma de hipotecas supere la ya buena cifra de 2024 (cuando empezaron a caer los tipos) y que alcanzó las 423.761. Desde Scope comentan que, al margen de las hipotecas, "los préstamos a empresas se verán respaldados por el crecimiento económico y la refinanciación de préstamos durante la era del covid".
S&P Global explica que con todo esto la banca podrá mantener un potente ROE del 11,4% gracias no solo a la mayor actividad de préstamos, sino que han aprovechado estos años para blindarse y volverse más insensibles a esta métrica y fortalecerse en otras. Esto habría sido posible con coberturas activas. Mckinsey hablaba en su último informe de esta estrategia de cobertura que está empleando la banca en general como las entidades llevan desde 2023 acudiendo en masa al mercado de derivados para adquirir swaps vinculados a los tipos de interés.
"Los bancos en 2023 se encontraron en un momento en el que los agresivos movimientos de los bancos centrales dejaban un gran margen para importantes pérdidas". En ese sentido "hemos visto como el volumen negociado de derivados de tipos de interés en euros se ha multiplicado por 3,4, según la misma Asociación Internacional de Swaps y Derivados". Al margen de coberturas, Scope destaca la expansión en otros negocios como "la gestión de patrimonios, activos y seguros".
Por su parte, S&P Global señala un factor clave, una estructura depurada por una década de crisis que permite a la banca española convertir todo ese potencial en retorno para los accionistas. "Los bancos españoles tienen una gran ventaja de eficiencia que han logrado tras grandes ajustes y recortes en la última década". En ese sentido, "cuentas con un gran potencial para mantener pagos a accionistas y fortalecer su capitalización al tiempo que cumplen con los nuevos requisitos de capital".
Pero, ¿cómo expresar este sentimiento en cifras? La realidad es que la sensación general que aportan todas las previsiones de beneficios es que si bien puede darse un ligero retroceso en los beneficios, la realidad es que este 2024 y 2025 suponen la confirmación absoluta de que las ganancias de la banca entran en una nueva dimensión. La banca española ganó en 2024 cerca de 30.800 millones de euros en beneficio ajustado neto entre las seis principales firmas del sector. En 2025 y 2026 el consenso de analistas de Bloomberg espera que esta se reduzca hasta 29.500 millones y 30.000 millones respectivamente.
Sin embargo, pese a esta caída del 4% que esperan de un año a otro palidece teniendo en cuenta que lo que se ganará en 2025 será todavía un 30% superior a las cifras previas a la subida de tipos de interés (2022). En aquel entonces apenas se lograron 20.349 millones de euros. De hecho ya no es solo que todas ganen mucho más que en la era pre BCE, sino que algunas tendrán la capacidad se seguir incrementando sus ganancias incluso con las bajadas de tipos. Este es el caso de Santander y Bankinter.