
En plena temporada de resultados, hay una cita que se ha convertido casi tan importante como acontecimientos como las reuniones de los bancos centrales o los datos de inflación: las cuentas de Nvidia. Las cifras de la compañía de semiconductores han estado marcando la tendencia alcista de las firmas tecnológicas y expertos e inversores miran su balance prácticamente con lupa, buscando cualquier indicio que pueda indicar el pinchazo de la actual burbuja tecnológica.
La compañía publicaba este miércoles a cierre de mercado estadounidense sus resultados correspondientes al ejercicio de 2024 que volvían a presentar unos números históricos. Los ingresos rozaron los 130.500 millones de dólares y se mantuvieron prácticamente en línea (pero ligeramente por encima) de las expectativas de los expertos. El beneficio neto superó los 72.000 millones de dólares y mejoró en casi un 4% las previsiones ya de por sí optimistas de los analistas.
Sin embargo, la parte decepcionante del mercado vino de la mano de las proyecciones de la compañía para el primer trimestre de 2025: cifra los ingresos en el entorno de los 43.000 millones, mientras las estimaciones más optimistas de los expertos espeban ingresos de 48.000 millones. Además, la propia Nvidia advertía que los márgenes de beneficio bruto serían más ajustados de lo previsto, ya que se apresura a lanzar un nuevo diseño de chip llamado Blackwell. Y existe el riesgo de que los aranceles estadounidenses afecten los resultados, según recogen desde Bloomberg.
Las primeras operaciones en el mercado norteamericano, sin embargo, muestran optimismo en la jornada y los futuros apuntan a ligeras revalorizaciones, que no alcanzarían el 0,5% ni en el caso del S&P 500 ni en el del Nasdaq 100. Pese a ello, lo cierto es que los futuros de la propia Nvidia ya ceden alrededor de un 1,5%.
En Europa, predomina el bicolor en los principales selectivos: las primeras operaciones dejan retrocesos del 0,5% en el EuroStoxx, mientras que el resto registran tímidas subidas.
El Ibex 35 ha decidido tratar de distanciarse del resto y correr solo en la carrera de 2025. En plena temporada de resultados y con todas las miradas en las reacciones tras las cuentas de Nvidia, el principal índice de la bolsa española ignora todas estas presiones y se anota ya un 15% de subida en el ejercicio. Se convierte, así, el selectivo más alcista entre los principales del mundo.
El Ibex ha logrado superar los máximos de la semana anterior lo que a nivel técnico significa que "logra cancelar las implicaciones potencialmente bajistas de la línea de vela semanal en forma de estrella fugaz que había desplegado", explica Joan Cabrero, asesor de Ecotrader.
No obstante, el experto advierte que, después de esta fuerte fase de subida, sería normal que el índice español inciase una fase de corrección o consolidación de esta senda alcista. Las primeras pistas de este agotamiento comprador llegarían "si el Ibex 35 pierde los 12.895 puntos. Mientras no caiga ese soporte los alcistas seguirán manteniendo el control sobre el mercado español", subraya el experto.

A todo ello, Cabrero añade que para volver a comprar bolsa española habría que esperar una vuelta atras a los " hacia la antigua resistencia creciente, ahora soporte, en torno a los 12.350/12.400 puntos". Hasta ese nivel, el índice español aún debe ceder algo más de un 7%.
Mercado de renta fija
El bono estadounidense sigue reduciendo su rentabilidad en el año y esta se sitúa ya por debajo del 4,3%, un rendimiento que no tocaba desde principios de diciembre, lo que hace que el conocido como el T-Note marque mínimos de año.
De hecho, entre los principales papeles que se negocian en el mercado de renta fija, la deuda norteamericana con vencimiento a 10 años es la que registra la mayor caída de rendimiento en el año. Concretamente, desde que comenzó el año, el papel ha reducido su rentabilidad 30 puntos básicos, pasando del 4,57% con el que inició el 2025 al 4,27% actual.
Los últimos datos macroeconómicos estadounidenses y la incertidumbre de las políticas de Donald Trump siembran la incertidumbre en el mercado de deuda. Esto lleva a firmas como Jupiter Asset Management a valorar que el bono de EEUU a diez años pueda traspasar el 4% durante el próximo año. No obstante, estas expectativas no son compartidas por el consenso de mercado que recoge Bloomberg, ya que se espera que la referencia para el mercado de deuda cierre el 2025, de media, en el 4,38% de rentabilidad. Del mismo modo, se espera que alcance el 4,2% para 2026.