Bolsa, mercados y cotizaciones

¡Flores en mano, que el hielo es tirano!

Un operador de mercado mirando un panel bursátil. Dreamstime

Las bolsas europeas han experimentado un repunte espectacular en el último mes y medio, con el EuroStoxx 50 subiendo un 14%. Un ascenso de esta magnitud plantea una pregunta clave: ¿hasta cuándo puede sostenerse este ritmo?

Los mercados, como todos sabemos, son impredecibles. Sin embargo, tras una subida tan rápida y pronunciada, es razonable pensar que el terreno empieza a estar más resbaladizo. Y es aquí cuando el dicho catalán que les decía la semana pasada cobra sentido: "No diguis blat fins que estigui al sac i ben lligat" (No cantes victoria hasta que esté en el saco y bien atado). Porque de nada sirve ver grandes beneficios en pantalla si luego no se consolidan en la cuenta. La bolsa es experta en dar y en quitar en "un tres i no res" (en un abrir y cerrar de ojos).

Tras un rally de estas proporciones, la prudencia se vuelve clave. Es momento de plantearnos si seguir comprando o empezar a cosechar lo que hemos sembrado y yo tengo claro que lo mejor es lo segundo. Como dice el refrán popular, "No hay cosecha sin siega", y tras semanas de fuertes subidas, el mercado podría estar acercándose a una fase de consolidación y esta semana hemos tenido las primeras evidencias técnicas que apuntan hacia esa dirección: un cierre diario por debajo de los mínimos de la sesión anterior en los índices y líneas de vela semanales en forma de estrella fugaz, que al menos nos indican un rechazo de las bolsas europeas a seguir subiendo.

Esto es algo que no me sorprende ya que el EuroStoxx 50 ha alcanzado niveles clave, los mismos que marcaban los máximos previos a la explosión de la burbuja puntocom. No es que estemos ante una repetición exacta de aquel episodio, pero es un hito técnico y psicológico que no podemos ignorar. Y aquí otra frase de sabiduría bursátil cobra sentido: "Nadie se ha arruinado tomando beneficios", un principio que se atribuye a Bernard Baruch, legendario inversor de Wall Street.

Pensar que las bolsas pueden seguir cabalgando a esta velocidad sería una locura, ya que nos llevaría a cerrar el año con una revalorización superior al 100%. Y si hay algo que nos ha enseñado la historia de los mercados es que las subidas verticales suelen ir seguidas de pausas o correcciones.

Además, hay factores externos que podrían actuar como detonantes de una consolidación. En apenas unos días, Alemania celebrará unas elecciones que, independientemente del resultado, podrían servir de excusa perfecta para que los mercados se tomen un respiro. Como dice Warren Buffett, "Sé codicioso cuando los demás tengan miedo y temeroso cuando los demás sean codiciosos".

Con los mercados sobrecomprados en zona de máximos históricos y factores políticos en juego, no es momento de caer en el exceso de confianza. Ahora más que nunca hay que recordar un dicho clásico de Wall Street: "Los toros ganan dinero, los osos ganan dinero, pero los cerdos son sacrificados", una advertencia que solía repetir Art Cashin, veterano trader de UBS. La avaricia puede jugar una mala pasada a quien no sabe cuándo levantar el pie del acelerador.

Por eso, más que seguir buscando opciones de compra, es tiempo de revisar carteras, recoger beneficios parciales y proteger lo ganado. Como solía decir el legendario operador de bolsa Jesse Livermore, "El que vende bien, vuelve a comprar mejor", y es mejor ir asegurando lo conseguido que esperar a que el mercado decida corregir sin previo aviso.

El año acaba de empezar, el mercado siempre ofrece oportunidades, y como bien sabemos: "El último duro que lo gane otro", un viejo principio que han seguido los inversores más prudentes a lo largo de la historia.

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