
La vida son decisiones y muy pocas suelen ser 100% ganadoras. Es decir, toda decisión, aunque sea la más acertada, suele estar lejos de ser óptima, siempre tiene alguna implicación o consecuencia nociva. Un buen ejemplo es el de Brasil y el dilema al que lleva enfrentándose desde hace tiempo: averiguar el potencial real de sus recursos energéticos y dañar la naturaleza y biodiversidad, o renunciar a conocer este potencial a cambio de preservar el actual equilibrio ecológico de la Amazonia. Todo hace indicar que Brasil va a optar por lo primero. El petróleo sigue siendo mucho petróleo y más si la cantidad recuperable es la que se presupone que puede albergar su parte de yacimiento en el conocido como Margen Ecuatorial. Hasta 20.000 millones de barriles recuperables que llevarán a Petrobras a perforar la zona a riesgo de poner en peligro la biodiversidad y el equilibrio natural.
El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, está dispuesto a llegar donde haga falta para descubrir los tesoros energéticos que albergan las profundidades de las aguas y los suelos de Brasil. Sin ir más lejos, el pasado miércoles, Lula aseguró que Brasil se prepara para poner en marcha la polémica explotación de petróleo en el Margen Ecuatorial, una región situada a unos 500 kilómetros de la desembocadura del río Amazonas, una zona que con un valor ecológico inigualable (por la vida marina, las aves y la confluencia de especies que residen y migran en esa zona), según los ecologistas y que podría quedar dañada o perjudicada, en este sentido, si finalmente Petrobras decide poner en marcha las operaciones de exploración y posterior explotación de lo que se presupone que podría ser un enorme yacimiento de petróleo.
"Quiero que se explote petróleo (en esa área). Ahora bien, antes de explotar, tenemos que investigar. Tenemos que ver si hay petróleo y ver la cantidad de petróleo que hay", señaló el mandatario progresista en una entrevista con una radio local. Lula se refirió al nuevo horizonte denominado Margen Ecuatorial, situado entre las costas de los estados de Amapá y Rio Grande do Norte, en el norte del país. ¿Qué se oculta en el Margen Ecuatorial para que un presidente progresista y ecologista tome esta decisión? Probablemente mucho petróleo.
En esa misma región, Guyana y Surinam han encontrado enormes reservas de hidrocarburos. Los tres países comparten una misma cuenca sedimentaria, frente a las costas de Guyana, Surinam y el norte de Brasil, que se conoce como el Margen Ecuatorial y es considerada por los expertos como la 'próxima frontera' para el petróleo (es una de las pocas zonas en las que queda mucho por explorar y que existe certeza sobre la existencia de importantes acumulaciones de petróleo). Estos tres países comparten entre sí muchos elementos y procesos de un mismo sistema petrolífero. El petróleo de las aguas profundas de Guyana y Surinam pertenecen a la misma cuenca sedimentaria, con un similar sistema petrolífero ('petroleum system' en inglés), que puede extenderse en varias de las subcuencas de las aguas profundas del Margen Ecuatorial de Brasil: Foz do Amazonas, Pará-Maranhao, Barreirinhas, Ceará y Potiguar, explica en declaraciones a elEconomista.es Jorge Navarro, vicepresidente de AGGEP (Asociación de Geólogos y Geofísicos Españoles del Petróleo) y profesor en la Universidad Politécnica de Madrid.
"Mejorar la vida de miles de brasileños"
Según la petrolera Petrobras, controlada por el Estado brasileño, pero con acciones negociadas en bolsa, esta amplia zona presenta "un importante potencial petrolífero" con capacidad para "mejorar la vida de miles de brasileños". Un buen ejemplo de esto es Guyana, que tras el gran hallazgo de crudo y la puesta en marcha de la explotación del mismo ha sido protagonista de un crecimiento económico sin parangón a nivel mundial. Guyana lleva siendo varios años el país del mundo que crece a un mayor ritmo, presentando crecimientos de doble dígito desde 2021.
Guyana, a través de ExxonMobil, es el país que lleva más tiempo explotando esta cuenca, está ya produciendo más de 650.000 barriles de crudo cada día. Las previsiones de ExxonMobil sitúan la producción en 1,2 millones de barriles diarios para 2027. Guyana es el país con la mayor producción de petróleo per cápita del mundo y lo seguirá siendo por mucho tiempo, salvo que su vecino Surinam le robe el puesto. Guyana ya casi produce más crudo que Colombia, por ejemplo. Ahora, Brasil quiere explotar el petróleo de esa misma cuenca. No obstante, las organizaciones ecologistas han alertado del riesgo que supondría explotar petróleo en esa zona por su proximidad con la desembocadura del río Amazonas, en un año en el que además Brasil albergará la Cumbre Mundial del Clima (COP30) en la ciudad amazónica de Belém.
Sin embargo, Lula aseguró hace una semana que Brasil no puede "saber que tiene riqueza" en su interior y "no explotarla... Porque con esa riqueza vamos a tener dinero para construir la famosa y soñada transición energética", añadió.
Brasil, ¿una potencia verde?
El jefe de Estado defendió que Petrobras es "la empresa más responsable" y prometió que desde el Gobierno "cumplirán todos los requisitos necesarios para no causar ningún estrago en la naturaleza". No obstante, Petrobras aún necesita el aval del Instituto Brasileño del Medio Ambiente (Ibama), quien ya negó una vez los permisos a la petrolera por inconsistencias técnicas en el proyecto. Petrobras volvió a presentar un informe con una serie de cambios que está bajo análisis del órgano ambiental.
En este marco, Lula criticó "la cantinela" en la que ha derivado la discusión en torno al Margen Ecuatorial y que ha provocado que Ibama "esté pareciendo un órgano en contra el Gobierno". El gobernante brasileño, que busca posicionar a Brasil en el mundo como una gran potencia verde, adelantó que entre esta semana y la siguiente participará en una reunión con las partes para resolver el asunto. "Necesitamos autorizar que Petrobras investigue. Eso es lo que queremos. Y después si vamos a explotar, eso es otra discusión", subrayó.
Estos hallazgos en Guyana y Surinam son los que han llevado a Brasil a centrar su exploración en las aguas profundas situadas a continuación de los descubrimientos en estos dos países. La propia Petrobras admite que siguen la estela de sus vecinos: "El éxito exploratorio en Guyana y Surinam corrobora la importancia de que Petrobras continúe su campaña en las Cuencas del Margen Ecuatorial brasileño, tal como está previsto en su Plan Estratégico 2024-2028", señalaba en un comunicado publicado este año.
"Con el avance de las investigaciones exploratorias en el Margen Ecuatorial de Brasil, aumentamos nuestro conocimiento de esta región, considerada una nueva y prometedora frontera en aguas ultraprofundas, que será fundamental para el futuro de la empresa, garantizando el suministro de petróleo necesario para el desarrollo del país", afirmaba el director de Exploración y Producción, Joelson Mendes.
La mayor parte (un 75% aproximadamente) de la producción de petróleo de Brasil procede de las cuencas de Santos y Campos, situadas en aguas atlánticas bastante más al sur del Margen Ecuatorial, en lo que se conoce como 'presal' (pre-salt, en inglés), ya que la producción se obtiene de unos carbonatos situados debajo de un potente nivel de sales, comentaba el profesor Navarro en declaraciones e elEconomista.es. en otro reportaje anterior. En esta zona del presal, Brasil ha anunciado hace escasos días otro gran descubrimiento de petróleo que ha reanimado los trabajos en la zona.
La compañía estatal brasileña Petrobras tiene un ambicioso plan estratégico (2024-2028) para explorar las aguas profundas y ultraprofundas del Margen Ecuatorial, en el cual prevé una inversión de 3.100 millones de dólares durante los próximos cinco años y la perforación de 16 pozos entre 2024 y 2028.
Hasta 20.000 millones de barriles de petróleo
Es una zona en la que aún queda mucho por explorar y que se cree que podría albergar grandes cantidades de petróleo. Hay expertos que llegan a cifrar en unos 20.000 millones de barriles recuperables solo en la zona de Brasil, superior a la suma de las de Guyana y Surinam. En la parte de Guyana se estima que puede haber unos 11.000 millones de barriles, mientras que en las aguas profundas de Surinam se calcula que podrían encontrarse algo más de 6.000 millones de barriles. En conjunto, las previsiones más optimistas hablan de cerca de un total de 40.000 millones de barriles, aunque no está demasiado claro, puesto que unos países podrían estar contabilizando dentro de sus recursos recuperables las del 'vecino'.
Como parte de su ambicioso programa de exploración, Petrobras anunció en 2024 un nuevo descubrimiento de petróleo en el Margen Ecuatorial tras perforar el pozo de exploración Anhangá en las aguas ultraprofundas (2.196 metros de lámina de agua) de la cuenca de Potiguar. Se trata del segundo pozo perforado en Potiguar durante 2024. El anterior fue el pozo Pitu Oeste situado a unos 25 km del pozo Anhangá, que ha sido el primer pozo perforado en el Margen Ecuatorial desde 2015. Ahora, Lula y Petrobras van a por más.
Según Petrobras, operador de ambos pozos en los que posee una participación del 100%, estos descubrimientos aún requieren una evaluación más detallada para determinar su posible viabilidad técnica y económica. La exploración en el Margen Ecuatorial ha generado una gran controversia medioambiental en Brasil por la cercanía a la desembocadura del río Amazonas, un área sensible ecológicamente y la presencia de especies de corales.
El petróleo hallado en Anhangá se encuentra en unas areniscas turbidíticas de edad Cretácico inferior, un caso "muy diferente" del descubrimiento de Pitu Oeste, donde la roca almacén del petróleo lo constituyen unas areniscas más antiguas, menos porosas y potencialmente menos productivas, según el geólogo Pedro Zalán. Este experto asegura que el yacimiento petrolífero de Anhangá es similar a los que se encuentran en otros países como Guyana, Surinam y Costa de Marfil, este último en el margen africano del Océano Atlántico. "Esto cambia completamente el panorama del Margen Ecuatorial. Hasta ahora se pensaba que los sistemas petrolíferos de Guyana, Surinam y Costa de Marfil podrían replicarse en la Margen Ecuatorial, pero no había evidencia de ello", sentenció Zalán a BNamericas.