
Las bolsas europeas han experimentado un repunte espectacular en el último mes y medio, con el EuroStoxx 50 subiendo un 12%, una cifra que en tan poco tiempo no deja de sorprender. Sin embargo, es difícil imaginar que este ritmo de subida pueda mantenerse mes tras mes. Los mercados, como todos sabemos, son impredecibles, pero una subida tan rápida y pronunciada suele tener un límite. Y es en este punto cuando el dicho catalán cobra sentido: "¡No diguis blat fins que estigui al sac i ben lligat!", ya que, por muy bien que se vean las cosas ahora, siempre hay que ser cautos y proteger esos beneficios, porque de lo contrario podrían esfumarse "en un tres i no res", como tantas otras veces ha ocurrido en los mercados.
Y es precisamente en este punto cuando la prudencia se vuelve clave. Aunque siempre es tentador seguir la tendencia alcista, la realidad es que, tras un rally de estas proporciones, pensar en la posibilidad de una corrección que sirva para digerir las últimas subidas no es solo sensato, sino necesario. Es el momento de plantearnos si seguir comprando o empezar a pensar en cosechar lo que hemos sembrado.
El EuroStoxx 50 ha alcanzado un nivel crucial de largo plazo, el de los máximos previos a la explosión de la burbuja.com a comienzos de este siglo. Este es un dato importante porque, si bien la situación actual no es una repetición exacta de aquel escenario, el alcance de esos niveles históricos debe hacernos reflexionar sobre la posibilidad de que la presión compradora pueda sufrir cierto vértigo y provoque una corrección. Es de locos pensar que cada mes podamos seguir subiendo un 12%, algo que nos llevaría a terminar el año con un ascenso superior al 100%.
Y hay más factores que podrían influir en el comportamiento de los mercados en las próximas semanas. Dentro de apenas diez días, Alemania celebrará unas elecciones que podrían tener un impacto directo en la dirección de la bolsa. Sin importar el resultado, es probable que sirva como excusa perfecta para un freno en las subidas y, por ende, para el inicio de una consolidación en los índices.
Con un mercado que se encuentra ya en niveles de máximos históricos, y con factores políticos que podrían generar incertidumbre, no es el momento de caer en el exceso de confianza. Las subidas tan rápidas, como las que hemos visto, suelen ser seguidas por pausas o retrocesos, y la clave ahora podría ser tomar una postura más defensiva.
Es por eso que, más que seguir buscando oportunidades de compra, es momento de revisar las carteras, recoger beneficios y proteger las ganancias. No se trata de abandonar la estrategia de compra, sino de ajustarla al contexto actual. En mi caso, seré partidario de comenzar a recoger beneficios parciales en posiciones europeas en cuanto detecte que el EuroStoxx 50 cierra una sesión por debajo de los mínimos de la sesión anterior. Y si las subidas acaban alcanzando de forma vertical los 5.700 puntos —objetivo que surge de proyectar la amplitud del proceso lateral que desarrolló la principal referencia europea durante nueve meses en 2024—, lo haré sin esperar nada más.
Al otro lado del Atlántico, la situación es distinta, y no soy partidario de reducir exposición mientras el Nasdaq 100 no cierre el conocido "hueco de Trump", lo que implicaría perder la zona de 20.000/20.220 puntos. Precisamente en ese rango es donde sugiero esperar si se plantean comprar bolsa norteamericana.
Los mercados siempre van y vienen, y a veces la prudencia y el timing son más importantes que la simple voracidad por seguir comprando. El año es muy largo y justo acaba de comenzar.
