La compañía de Elon Musk ha presentado las cuentas relativas al cuarto trimestre de su año fiscal 2024. Tesla ha comunicado unos ingresos de 25.710 millones de dólares, frente a los 27.260 millones de dólares estimados por el mercado. La firma ha señalado que las ventas de coches menguaron un 8% interanual, aunque los ingresos por generación de energía se dispararon un 113%.
Por otro lado, los beneficios por acción han sido de 73 dólares por participación, frente a los 75 dólares esperados por los analistas. En este sentido mitad de los beneficios han sido gracias a créditos de energías renovables, generación de energía, servicios y otros. Es decir, el 50% de sus ganancias no provinieron de ventas de coches.
Estas noticias negativas en relación con el negocio automovilístico y la mengua de ingresos podrían, no obstante, dar la razón a la interpretación que Musk hace de su propia compañía. El magnate siempre ha defendido que Tesla es más que una firma automotriz, subrayando los esfuerzos en otras áreas como la robótica o la IA. Sin embargo, el uso de la IA, que ha aumentado un 400%, ha sido perjudicial para los intereses de Tesla, ya que ha reducido su rentabilidad.
Por otro lado, las expectativas de la firma no son muy positivas, ya que la marca ha asegurado que espera que su negocio vuelva a crecer en 2025, cuando previamente había pronosticado alzas del 30%.
Entre las pocas noticias positivas, Tesla ha asegurado que ha conseguido ventas récord en China, uno de sus principales mercados y que está amenazado por los posibles aranceles de Trump y por el surgimiento de potentes rivales locales. Además, la marca ha prometido modelos de coches eléctricos más asequibles en la primera mitad del año. Todo ello ha llevado a la firma a caer un 4% en el afterhours.
