
Christian Rom gestiona el Renewable Energy Fund de DNB Asset Management, filial del grupo financiero noruego DNB. En dos de los últimos cuatro años -que han sido tremendamente complejos para el sector- el fondo batió a su categoría, la de Energías Alternativas, en más de un 10%. Aún así, en 2024 no lo logró y se dejó más de un 14%, según los datos de Morningstar. Lo que viene ahora tampoco será fácil, ya que en poco más de una semana aterrizará en la Casa Blanca Donald Trump, un presidente abiertamente anti sostenibilidad que ya ha advertido que quiere acabar con las turbinas eólicas en alta mar. Entre las compañías más ponderadas en este fondo están las danesas Orsted, Vestas y Novonesis, una firma biotecnológica.
Las cotizadas de renovables han sufrido mucho en el parqué tras la victoria de Donald Trump. ¿Ofrecen una buena oportunidad de inversión este tipo de compañías?
Eso pensamos. Se ha generado mucha incertidumbre, que se suma a los cuatro años que llevamos de malos resultados para el sector. Éste ha afrontado desafíos como la inflación, los elevados tipos de interés y los problemas en la cadena de suministro. Ahora que existen todas estas dudas acerca de cuál será el impacto de la presidencia de Trump, la sensación es que estamos en el punto más alto de incertidumbre. Y a los mercados no les gusta la incertidumbre. Pero probablemente en los próximos 3 a 12 meses se aclararán buena parte de esas dudas. Es importante recordar que la inversión global en tecnologías limpias ya superó a la que reciben los combustibles fósiles en los últimos tres años, algo que continuará siendo así, ya que son muy competitivas en costes. Si preguntas a las generaciones más jóvenes si quieren tener menos impacto en el clima, creo que te responderán con un claro sí y eso impulsa las decisiones de gestión para continuar en esa dirección. Aunque tal vez esto se produzca a un ritmo más lento que antes.
Dentro de las renovables, ¿qué sectores están más protegidos de las amenazas de Trump?
Dentro de nuestro universo de inversión, nosotros nos posicionamos tres categorías. La primera es la energía: proveedores de equipos solares, o eólicos, o de biocombustibles. Durante la última década los costes han ido bajando para estos proveedores a medida que esta industria se ha ido escalando. Hemos traído nueva tecnología al mercado, y esto ha impulsado a la segunda categoría de empresas en las que invertimos: las relacionadas con la electrificación: vehículos eléctricos, calderas eléctricas. El tercer grupo, que es el que más pesa en el fondo, es el relacionado con la eficiencia energética. Se trata de utilizar los recursos de forma más eficiente: reutilizar en lugar de descartar, pero también de ahorrar energía. El efecto Trump está más en las empresas del primer grupo, porque hay subsidios que podría retirar. Al segundo grupo también le afecta la posible retirada de ayudas al vehículo eléctrico, de modo que aquí también veremos algún impacto. Es en el tercer grupo, el relacionado con la eficiencia de recursos, donde realmente no esperaría ningún impacto en absoluto, ya que estas empresas no se ven afectadas por la Ley de Reducción de la Inflación (IRA). Pensemos en materiales de construcción para el aislamiento, por ejemplo; o en compañías como Novonesis, que ofrecen soluciones biotecnológicas para favorecer la eficiencia energética. Tampoco se verán afectadas por Trump los sistemas de bomba de calor, que consumen menos energía a la hora de calentar.
¿Cuáles son los subsectores más vulnerables a Trump dentro de las renovables?
La energía eólica marina es un buen ejemplo. Ha afirmado que acabará con ella desde su primer día en la presidencia. Y es muy posible que quiera hacerlo. Nosotros tenemos en cartera a Orsted, que es el padre fundador de la energía eólica marina y el desarrollador líder a nivel mundial. Pero su exposición a EEUU es en proyectos que ya están adjudicados y en construcción, así que es muy improbable que Trump pueda afectarles. En lo que respecta a su cartera de proyectos nuevos, están sucediendo fuera de los EEUU y ya han sido adjudicados. Durante los próximos seis años tienen todos los proyectos que necesitan […]. También contamos con Vestas Wind, el principal suministrador de turbinas eólicas en Occidente. Por supuesto, es probable que vendan menos turbinas en EEUU como resultado de no ver futuros proyectos de energía eólica marina. Pero hay que tener en cuenta las valoraciones. Vestas ha caído un 50% en bolsa, de 200 a 100 coronas danesas, en 12 meses. Por supuesto que venderán menos turbinas, pero lo que ha recogido la acción va mucho más allá. Su valoración actual solamente recoge su negocio de servicios.
El sector de las renovables ¿está en niveles de valoración históricamente bajos?
El mercado tiende a preferir las empresas que ya son rentables, es decir, aquellas que ya han demostrado el buen funcionamiento de su modelo de negocio a través de sus resultados financieros históricos. Con estas compañías, por el contrario, existe el riesgo de que nunca lleguen a ser rentables, o que se encuentren con un problema de iliquidez que les impida continuar. Esto, por supuesto, afecta a la valoración. En este sector tienes que hacer valoraciones utilizando un múltiplo EV/ventas (Enterprise value sobre ventas), porque son empresas que en muchos casos todavía no tienen beneficio, y sí, el sector cotiza en mínimos de todos los tiempos si nos fijamos en esa ratio.
¿Está invertido en compañías españolas?
Sí, pero en un porcentaje muy pequeño. Tenemos una empresa que supone una parte muy pequeña del fondo. Se trata de Holaluz.
La compañía ha tenido muchos problemas, ¿confía en ella?
Sí, los han tenido, pero han conseguido más financiación. Me gusta mucho la gestión de la empresa, Carlota Pi, creo que es una gestora muy preparada. En mi opinión, la energía solar residencial será claramente parte de la solución para la transición energética. Claramente, la subida que sufrieron los tipos de interés del 0 al 5% afectó mucho a este modelo de negocio. Pero la penetración de los tejados en Europa y también en Estados Unidos todavía está en sus estadios más iniciales.