
Las renovables europeas, en particular las eólicas, caen en bloque y lideran los descensos de la bolsa europea este miércoles. En particular destaca el hundimiento de Vestas y Orsted con un descenso de hasta el 6,39% y el 6,68%, respectivamente, durante la jornada. Completa el podio Siemens Energy, dueña de Gamesa, el gigante del viento hispano-germano, que ha llegado a firmar un retroceso de un 6,11%. También cae con fuerza EDP, que llega a ceder hasta un 3,66%. Acciona, por su parte, cede un 2,94%. Estos retrocesos se producen después de que el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump haya dicho en una conferencia de prensa en su resort de Florida que "vamos a intentar que EEUU tenga una política en la que no se construyan molinos de viento".
Aunque Trump se ha opuesto durante mucho tiempo a la energía eólica, el sector se expandió significativamente durante su primer mandato, en parte gracias a los créditos fiscales federales. En sus comentarios del martes, el presidente electo criticó las "subvenciones masivas" que, según él, recibe la tecnología del gobierno estadounidense. EEUU era, hasta el ascenso de Trump, la mayor promesa de desarrollo eólico a nivel mundial. Según Mordor Intelligence el mercado eólico hasta 2027 tenía que crecer un 5,87% anualizado gracias a los giga proyectos de parques eólicos que la administración Biden estaba poniendo en marcha.
En ese sentido Trump está yendo un paso más allá respecto a las críticas que hacía en su primera legislatura. En concreto habló también del proyecto de Nueva Jersey, uno de los más prometedores del mundo, con cerca de 200.000 turbinas de eólica marina y que están desarrollando EDF y Shell, entre otros. Respecto a este proyecto el republicano ha sido contundente: "Están llenando nuestro país de basura, nadie los quiere porque son muy caros".
La eólica, además, se encuentra en una situación complicada. Aunque ha salido en parte de la espiral crítica de 2023, cuando una gran competencia china, la subida de tipos y fallos en diversos generadores provocaron agujeros en las cuentas de miles de millones de dólares en empresas como Siemens Energy, Vestas u Orsted, la situación aún es frágil. GE Vernova mencionó en sus últimos resultados que esperan una demanda "humilde". En ese sentido lamentaba que la eólica se está quedando fuera de la fiebre que están viviendo todas las energéticas por los centros de datos. El motivo según remarcó la firma es que estos centros requieres "energía constante".
Las críticas de Trump a la industria eólica han ido más allá de sus propias fronteras y el republicano criticó la semana pasada los proyectos en el mar del Norte de Reino Unido, exigiendo el fin de la eolíca marina británica. "El Reino Unido está cometiendo un gran error. ¡Abran el Mar del Norte y desháganse de los molinos de viento!", dijo Trump en una publicación en su plataforma de redes sociales Truth Social.
El republicano enlazaba a un informe de Apa Corp, el productor petrolero estadounidense que planea abandonar el Mar del Norte en 2029 ante una caída de la producción petrolera del 20% en 2025 y superior en los años posteriores. Una caída de unos de los grandes pulmones energéticos a nivel de gas y crudo del mundo que sería reemplazado por la eólica marina. De hecho, el gobierno laborista prevé disparar la eólica marina a 60 gigavatios, es decir, cuadruplicarla.