
A pocos días de que Donald Trump retorne a la Casa Blanca, la Administración Biden está trabajando a contrarreloj para atar los cabos sueltos de su legislatura. Uno de ellos es garantizar la propiedad estadounidense en empresas importantes del tejido productivo doméstico, especialmente en el sector del acero. Por ello, el demócrata se opuso desde el inicio a la adquisición de US Steel por parte de la firma japonesa Nippon Steel, una postura compartida con Donald Trump. Finalmente, y a pesar de que la dirección y los trabajadores de la compañía estadounidense pidieron que la operación se ejecutara, Washington ha dado carpetazo al asunto, justificando su decisión en la protección de su cadena de suministro y de la seguridad nacional.
En un comunicado publicado este viernes por la Casa Blanca, el presidente Joe Biden ha confirmado el veto a la oferta de compra de US Steel por Nippon Steel valorada en más de 14.000 millones de dólares. Concretamente, el todavía mandatario estadounidense ha emitido una orden para que ambas firmas "abandonen completa y permanentemente la transacción propuesta" en un plazo de 30 días. Según Biden, esta operación situaría "a los productores de acero estadounidenses bajo control extranjero, poniendo en riesgo la seguridad nacional y las críticas cadenas de suministro".
Biden ha llegado a asegurar en la orden que existen "evidencias creíbles" de que, mediante la compra, la firma japonesa "puede tomar acciones que amenacen con dañar la seguridad nacional de EEUU", aunque sin aprobar pruebas concretas. El movimiento de la Casa Blanca puede dañar las relaciones con uno de sus principales aliados en el continente asiático, en un momento en el que Washington y Tokio se necesitan para contener a China, país que tiene aspiraciones expansivas en el mar de China meridional.
Por otro lado, y aunque se trata de un ejemplo del giro proteccionista que ha dado Estados Unidos, no es la primera vez que Washington dobla el brazo de Tokio. En los años 80, Reagan logró que Japón redujera "voluntariamente" las exportaciones de vehículos hacia EEUU que estaban incrementando la cuota nipona en el mercado estadounidense. De hecho, en 1982 se firmó el Plaza Accord mediante el cual el yen se apreció un 32% respecto al dólar, lo cual afectó a las exportaciones niponas. Ello provocó que numerosas numerosas firmas automovilísticas japonesas se instalaran en Estados Unidos con el objetivo de producir allí.
Así las cosas, el veto de Biden ha provocado las caídas de US Steel en bolsa: la firma registra descensos superiores al 7% en los primeros compases de la sesión.