Bolsa, mercados y cotizaciones

Las empresas encuentran una demanda mayor cuando su financiación es sostenible

Madridicon-related

Detrás de cada emisión sostenible hay todo un proceso de análisis, encuentros con posibles inversores, un entorno previo de marco de financiación por parte de la empresa y, en la mayoría de las ocasiones, un subyacente en forma de un proyecto ligado a cualquiera de los tres apartados que confluyen en el ESG. Desde hace años este tipo de financiación supone una doble oportunidad para la compañía que la lleva a cabo. Por un lado, encuentra una demanda extra de ese tipo de inversor que centra su caladero en bonos verdes y, por otro, gracias precisamente a esa mayor demanda, en muchos casos logran rebajar sus costes de financiación en varios puntos básicos frente al que se hubiera conseguido con un vehículo financiero tradicional.

En este sentido, para Emilio Cerezo, Director corporativo Económico-Financiero de Redeia, "los análisis y estudios que se han hecho en estos últimos años sí que reportan una diferencia significativa entre financiarse cumpliendo con la normativa ESG y no hacerlo. En mi opinión, es un aspecto de oferta y demanda y vemos cómo en los próximos años la oferta se va a incrementar, también por parte de Redeia y lo que necesitamos es que la demanda acompañe y, para eso, se requiere la estandarización de los marcos de reporte". "Si se gana en esto y en visibilidad y transparencia, la demanda que pueda haber detraída aparecerá", agrega.

El Director de Finanzas y Tesorería de Sacyr, Pablo Otero, también reconoce "una mejora de las condiciones financieras puesto que para muchos financiadores es condición necesaria que sea sostenible. A mayor profundidad de mercado, mejores condiciones a la hora de financiar". "Además, nosotros asumimos una serie de KPIs que a medida que vamos cumpliendo hay un pequeño ajuste en el coste financiero final", expone Otero.

"Hay una aceptación mayor por parte de los fondos especialistas, que acuden con más demanda a estas emisiones, aunque pueda o no haber una ventaja en el coste", aporta David Maroto, Director de Financiación de Telefónica. "A veces es difícil de medir con exactitud al no tener un comparable del mismo tamaño y duración, aunque sí observamos que el inversor es más estable y tiende a quedarme a vencimiento en mayor medida que en otros bonos, lo que hace que en el mercado secundario haya una menor volatilidad". "Creemos que ayuda a la ejecución pero no tanto al precio", agrega.

Desde Iberdrola, una de las compañías que lleva más años presente en este mercado, su Director de Financiación y Tesorería, Jesús Martínez, pone precisamente en valor ese subyacente. "Son muchos años financiando proyectos de descarbonización y desarrollo de energías renovables y lo hemos hecho de una forma sostenible también desde el plano de la prudencia financiera, sin atragantarnos de deuda, que también es importante. "No es un tema tanto de cuántos puntos básicos recortamos, pero sí que se necesitan buenas condiciones financieras en general para que la empresa pueda llevar a cabo sus proyectos", añade. "Los inversores quieren nuestros bonos por nuestra estrategia", concluye.

Ricardo Barrenechea, Managing Director de Corporate and Investment Banking, unidad de Energía de CaixaBank, aporta el punto de vista del financiador, "acompañando al cliente en todo el proceso con el objetivo de descarbonizar la economía y dentro de nuestro plan estratégico, que cerramos este año, estaba el reto de movilizar 64.000 millones, algo que ya hemos logrado y que incrementaremos de cara al próximo plan que presentaremos". "Sí vemos importante que haya una mayor estandarización en nuestras carteras, tal y como está pidiendo el mercado", agrega. "Ahora se está primando la financiación sostenible y eso se traslada al coste y la rentabilidad", concluye.

Redeia

Redeia tiene en el mercado hasta 2.800 millones de euros en deuda sostenible y eso la convierte en un actor relevante de este segmento. Emilio Cerezo, su Director Corporativo Económico-Financiero, destaca que este mercado es, sobre todo, europeo. "Solo un 15% de las operaciones globales son en EEUU, pero vemos una demanda creciente en Asia-Pacífico", explica. "Son, sobre todo, fondos de inversión, interesados en invertir en proyectos ligados a la transición energética y todavía no es relevante en este mercado el capital riesgo", agrega Cerezo. El directivo también señala al Banco Europeo de Inversiones (BEI) como un nuevo actor que toma posiciones en este tipo de emisiones, "mejorando las condiciones".

Sobre el entorno en el que se encuentra el mercado de financiación, destaca la rapidez con la que han cambiado todas las condiciones. "En 2021 hicimos una emisión a 12 años al 0,62% y este año ya hemos tenido un coste del 3,07% a 10 años. En muy poco tiempo ha sido un cambio drástico", arguye. "Esperamos ciertas disminuciones en los tipos de interés por parte de los bancos centrales en los próximos meses y esto tendrá un impacto en la parte corta de la curva y no tanto en los plazos más largos, por lo que tendremos que ver cómo evolucionan estas expectativas en las próximas semanas y meses", sigue.

Por último, cuestionado por los marcos de financiación sostenible que rigen a Redeia en este aspecto, presentaron en 2019 el primero de ellos, el cual fue modificado en 2021 al contar con una nueva taxonomía europea. "Ahora estamos analizando los nuevos cambios para ajustarlo a la normativa que empieza ahora", concluye.

Sacyr

Sacyr es una compañía particular en lo que se refiere a la financiación ya que tiene, por una parte, la deuda a cargo de la matriz, donde no tienen rating crediticio y encuentran "una demanda más doméstica de entidades que buscan proyectos de medio ambiente con compromisos a largo plazo". Y, por otro, cada proyecto tiene su financiación particular, muchos de ellos con rating propio, "lo que amplía la demanda a nivel global", señala David Otero, Director de Finanzas y Tesorería de Sacyr. "Al final, nosotros, al desarrollar concesiones, somos muy intensivos en capital y diversificar nuestra cartera de financiadores y nuestra estructura es importante", agrega.

Sobre el entorno actual, reconoce que "los tipos no están bajando tan rápido como esperábamos hace unos meses ni como subieron, que fue muy rápido. Hay mucha volatilidad y eso provoca que a veces no tomes la decisión más acertada en cuanto a salir o no al mercado y cuándo hacerlo", sigue. "¿Hoy es un buen precio que podemos asumir para financiarnos? Pues no debemos especular y hay que hacerlo", reconoce. "Hay que ir viéndolo en función de los vencimientos que tengamos en cada momento y de cada proyecto. Ha habido días con 20 o 25 puntos de spread en el mercado de deuda y eso puede ser una oportunidad pero también puede ir en contra", comenta el directivo de la compañía.

"Nosotros tenemos el marco de financiación desde 2023 y, además, hay unos ciertos compromisos de cumplimiento y eso nos permite dentro de ese marco hacer otro tipo de operaciones más pequeñas, más ligadas al circulante, y esto ayuda mucho en el día a día", arguye Otero.

CaixaBank

Desde CaixaBank buscan que la demanda sea lo más amplia y diversificada posible, lo cual "favorece que las colocaciones sean un éxito", explica Ricardo Barrenechea, Managing director de Corporate and Investment Banking de la unidad de Energía. "Lo que sí tiene mucha importancia es la generación de activos que sean el subyacente de esas emisiones y que sean capaces de generar inversión en proyectos de descarbonización", explica el directivo. "Creemos que siempre va a haber crédito disponible en el mercado para esos proyectos de inversión rentables independientemente del entorno de tipos de interés en cada momento", sigue. Sí es cierto que "la compañía puede acertar más o menos con el momento de la emisión y puede ahorrarse así algunos puntos básicos". "Nosotros estamos en esa labor de asesoramiento al cliente a la hora de diseñar los marcos de financiación con el objetivo de lograr las mejores condiciones", concluye.

Telefónica

David Maroto, Director de Financiación de Telefónica, advierte de que "en Europa hay una taxonomía buena pero que está demasiado precupada por los sectores que son más intensivos en la transición energética como las utilities o la automoción, aunque no tanto en otros sectores como la tecnología y las telecomunicaciones, que pensamos que también son esenciales como principales habilitadores del resto de industrias para conseguir la digitalización de las empresas y facilitar sus procesos de descarbonización".

Sobre los tipos, esperan una mayor estabilidad ya que "hay otras maneras de gestionar los cambios en tipos a través de derivados o ajustes en la duración de las carteras de deuda del emisor. Por ello nos centramos mucho en el spread de crédito y en estos últimos dos años se ha incrementado gradualmente", explica. "Según va cambiando la regulación, desde 2018 vamos adaptando nuestro marco de financiación sostenible", concluye.

Iberdrola

Iberdrola emitió el primer bono verde en 2014, siendo la empresa pionera en hacerlo en España. Jesús Martínez, su Director de Financiación y Tesorería, ya estaba ahí y si algo tiene que destacar es que "lo que cuenta es lo que se hace. En sostenibilidad mandan los hechos", matiza. Entre los inversores más activos destaca a los nórdicos y franceses históricamente, aunque ahora también han aparecido los bancos de desarrollo y de otras geografías como los australianos. "Nosotros lo que tenemos que hacer es ser capaces de emitir en cualquier entorno de mercado y a cualquier duración en función de las necesidades y la empresa exigir la rentabilidad adecuada al proyecto", agrega. "Además, utilizamos derivados para cubrir estas emisiones", sigue. "A medida que evoluciona nuestro beneficio, vamos ajustando el dividendo, el cual es uno de los más previsibles. Da pocas sorpresas y nos permite seguir invirtiendo", concluye.

Ofiso

Más allá de la visión particular que puede tener cada empresa en función de su posición en el mercado y sector, Julián Romero, Presidente del Observatorio español de la Financiación Sostenible, tiene una fotografía más general de cómo está el mercado en España y valora positivamente que mientras a nivel global se ha visto una reducción de las emisiones del 15%, en España ha habido un crecimiento del 36%. "Al final las condiciones han cambiado mucho y en 2021 vimos un tope de un billón de dólares en emisiones", expone Romero. "Los problemas en la regulación están haciendo que algunas empresas interesadas terminen no haciéndolo. Creo que el mercado va a necesitar nuevos incentivos", agrega.

"La transparencia en este ámbito no es un pilar fundamental pero es una recomendación muy fuerte y nosotros lo hacemos diciéndoles a las empresas que deben tener un marco de financiación, lo cual la mayoría tienen y es una tendencia en crecimiento", concluye Romero.

WhatsAppFacebookTwitterLinkedinBeloudBluesky