
La principal referencia a nivel mundial sigue rompiendo récords. El S&P 500 consigue acumular un alza del 20% en el año, pese a que este miércoles se frenase en el entorno de los 5.730 puntos A la vez, la versión equiponderada del S&P 500 ha logrado también niveles máximos. Wall Street se mantiene imparable, aunque al cierre europeo las dos referencias más importantes que cotizan en Nueva York se mantenían prácticamente en tablas.
El índice tecnológico, el Nasdaq 100, le sigue los pasos también a su homóloga, y es que al cierre de la sesión europea conseguía posicionarse en los 19.900 puntos, mientras cuenta con una subida anual del 18,8%. El Nasdaq está tan solo un 3,3% de sus máximos históricos, los 20.675 puntos, que marcó en julio de este año. Cabe destacar que este miércoles no contaba con eventos que afectaran especialmente el compás sobre el estado de la economía americana, exceptuando el informe de Ventas de Vivienda Nueva del mes de agosto en el país anglosajón, que cayó un 4,7% con respecto a julio, no obstante, superó las expectativas del consenso de analistas que congrega Bloomberg, el cual esperaba una caída del 5,28% de las adquisiciones de casas en la región.
Los inversores tendrán la atención puesta en la próxima comparecencia de Jerome Powell, presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos este mismo jueves, después de que la entidad monetaria recortara por primera vez tipos, y de manera agresiva. Además, también saldrá a la luz este viernes uno de los datos predilectos para el banco central, que es el índice de precios de consumo (IPC, en inglés PCE) de la región correspondiente al mes de agosto.
La referencia americana por excelencia consigue el 20% de alza anual en un contexto en el que los inversores están más confiados en un aterrizaje suave de la economía en lugar de una recesión como llegó a temerse hace una semanas. El consenso de expertos que recoge Bloomberg sitúa al índice en los 6.230 puntos, lo que supone un potencial alcista del 8,8%.
Uno de los focos de preocupación en el mundo, China, también está intentando dar un empujón, después de que el Banco Popular de China anunciase un histórico paquete de estímulos para reactivar la resentida economía del país. Uno de los puntos de este plan es intentar de estabilización para su mercado bursátil, aunque también favorece al sector financiero e inmobiliario del gigante asiático.
Pendientes de las elecciones
Este 2024 ha sido especialmente positivo para los tres índices más importantes de Wall Street, que han marcado y renovado niveles máximos de toda su historia, en que el S&P lleva la delantera en subidas. Y las perspectivas para las bolsas de la Gran Manzana son positivas para el cierre del año, a pesar de la incertidumbre que generan las elecciones del próximo inquilino de la Casa Blanca en noviembre, cada día más cercanas, y con las que puede retornar la volatilidad. Tras el debate electoral en que Kamala Harris opacó a Donald Trump, la popularidad de esta sigue mejorando en las encuestas.
Aun así, los mercados todavía no se decantan por ninguno de los candidatos como predilecto para ganar en las urnas. Bankinter, en su último informe estratégico, explica que "tampoco puede afirmarse con rotundidad que alguno de los dos candidatos sea mejor que el otro para el mercado", estas elecciones son uno de los riesgos que tiene el último trimestre del año. Desde la entidad afirman que "el desenlace electoral americano resulta verdaderamente imprevisible y sólo se puede decir que la volatilidad del mercado (bolsas y bonos) aumentará a medida que se acerque el 5 de noviembre". Aunque este es un riesgo innegable para las bolsas, el banco defiende que este final de año será especialmente bueno para los índices de EEUU, que cuenta con un potencial que dobla al estimado para el mercado europeo de cara al próximo año.