
En un mundo cada vez más dependiente de la tecnología, las tierras raras se han convertido en un recurso estratégico de incalculable valor. Estos 17 elementos químicos, indispensables para la fabricación de productos que van desde vehículos eléctricos hasta turbinas eólicas y armamento militar, están reconfigurando la economía y la geopolítica global. China, el país que posee una mayor cantidad de estos elementos clave, ha revelado recientemente la ampliación de las reservas en la provincia suroeste de Sichuan, gracias al hallazgo de casi 5 millones de toneladas adicionales, lo que permitirá a este país seguir siendo el líder indiscutible en su producción y control.
Raquel Jorge Ricart, investigadora del Real Instituto Elcano recordaba en un análisis reciente lo siguiente: En 1992, el padre de la revolución económica china, Deng Xiaoping, decía: "Oriente Próximo tiene el petróleo, pero China tiene las tierras raras". Las tierras raras y las materias primas críticas, en general, han sido las grandes olvidadas de la competición geopolítica de los últimos años, que ha centrado su atención en qué país domina ciertas tecnologías (la inteligencia artificial, los semiconductores y tantos otros) y no tanto en qué medios eran necesarios para llegar a dicho dominio, aseguraba esta experta. China tiene el control de las tierras raras y su nuevo hallazgo dota al país de una hegemonía aún mayor sobre este mineral.
La hegemonía de China en las tierras raras
China cuenta con unas reservas estimadas de 44 millones de toneladas de tierras raras, lo que representa aproximadamente el 37% de las reservas mundiales. A pesar de que su participación en la producción global ha caído desde el 90% de la década de 2010 al 70% en 2023, sigue siendo el mayor productor y exportador a nivel global. Esta dominancia ha generado tensiones geopolíticas, especialmente con Estados Unidos, que ve a China como un actor clave en la disputa tecnológica y estratégica.

El descubrimiento en Sichuan, específicamente en la prefectura autónoma de Liangshan Yi, una de las regiones más pobres del país, refuerza aún más la posición de China en este mercado. Según la China Rare Earth Group, la empresa estatal que supervisa el sector, la extracción de estas nuevas reservas será crucial para "salvaguardar la seguridad de los recursos de tierras raras de China".
Distribución global de las reservas de tierras raras
Aunque China tiene el control de una gran parte de la producción, otros países también poseen significativas reservas. Vietnam y Brasil son los siguientes en la lista, con alrededor del 18% y 17% de las reservas globales, respectivamente. Estos países están emergiendo como actores potenciales para diversificar el suministro mundial, y mitigar la dependencia de China.
El 'gigante' asiático controla alrededor del 40% de todas las tierras raras descubiertas en el mundo. En la lista de países que tienen poder en este mercado aparecen también Rusia con 12 millones de toneladas (10% de las reservas mundiales) y en un discreto puesto aparece ya aparece EEUU con 2,3 millones de toneladas (1% de las reservas mundiales), por detrás de la India o Australia, por ejemplo.
Una batalla tecnológica y económica
La relevancia de las tierras raras no solo se circunscribe a la tecnología de consumo. Estos minerales son esenciales para la transición energética global, particularmente en la producción de imanes permanentes utilizados en generadores de energía eólica y motores eléctricos. Con la demanda mundial en aumento, la competencia por asegurar estos recursos se intensifica.
El conflicto entre Estados Unidos y China por el control de la cadena de suministro de tierras raras es un ejemplo claro. Washington ha tomado medidas para reducir su dependencia de Pekín, incentivando la producción nacional y explorando colaboraciones con otros países como Australia y Canadá. Sin embargo, el dominio histórico de China en la extracción y procesamiento le otorga una ventaja significativa.
La estrategia china: consolidar el control
Frente a la creciente competencia internacional, China está fortaleciendo su control sobre el sector. La China Rare Earth Group, creada en 2021 tras la fusión de tres empresas estatales, juega un papel central en esta estrategia, al gestionar la extracción, reserva y producción de estos minerales. Además, el país está limitando las exportaciones de tierras raras, catalogadas por el Ministerio de Seguridad del Estado como recursos estratégicos "directamente relacionados con la seguridad nacional".
En paralelo, China también busca expandir su industria de tierras raras hacia sectores downstream, mejorando la eficiencia en el uso de recursos y la ventaja tecnológica de sus empresas. "Consolidar las ventajas de los recursos es crucial, pero la industria de tierras raras de China también debe expandirse hacia sectores downstream y mejorar la eficiencia de uso de recursos", destaca Pan Helin, economista y asesor del Ministerio de Industria y Tecnología de la Información.
El impacto global de las decisiones chinas
Las decisiones de China tienen un efecto inmediato en el mercado mundial. Este año, el país incrementó sus cuotas de extracción y fundición en un 5,9% y 4,2% respectivamente, alcanzando las 270.000 toneladas y 254.000 toneladas. Sin embargo, el valor de las exportaciones en los primeros ocho meses del año se desplomó un 40,2%, pese a un aumento del 6,4% en el volumen exportado, lo que refleja un mercado volátil y sensible a las dinámicas geopolíticas.
La creciente demanda mundial de tierras raras, impulsada por la transición energética y la innovación tecnológica, asegura que estos minerales seguirán siendo un punto de fricción y cooperación en las relaciones internacionales. En este escenario, China, con su inmenso control sobre las reservas y la producción, seguirá jugando un papel decisivo en la configuración del futuro económico y tecnológico del mundo.