
No todas las materias primas encontraron motivos para el alza de los precios en lo que va de año, en un contexto de débil actividad en China, el principal consumidor y productor del mundo, y con los altos tipos de interés en Occidente impuestos para detener la inflación. Y no se espera que la fotografía cambie en lo que resta de 2024. Las previsiones que recogen los expertos anticipan que de las veinte principales commodities solo una verá un verdadero incremento de precio en el cuarto trimestre del año desde los niveles actuales. El resto o permanecerán sin cambios o incluso continuarán su recorrido a la baja.
Entre las que sí que se espera que recuperen parte de lo perdido en el año están las principales materias primas denominadas como blandas: cereales, alimentos y fibras. No obstante, ninguna de ellas cerraría el cuarto trimestre del año con un precio medio superior al visto a comienzos del 2024, Según el consenso de mercado que recoge Bloomberg. Y es que las subidas esperadas en los próximos cuatro meses no estarían por encima del 2,5% ni para la soja, el trigo o el maíz que ceden más de un 10% en lo que va de año. El petroleo Brent perdió los 72 dólares al cierre de la semana, lo que también lo coloca en la media de lo esperado para el resto del año. De hecho, solo el gas natural licuado se sale de media de las principales materias primas.
Tras ocho meses en los que el gas cotizado en Estados Unidos retrocede un 15%, el combustible experimentará un repunte del precio que rozará el 40%, según las expectativas del mercado. El Henry Hub, que suelen utilizar las compañías petroleras como referencia, alcanzaría un precio medio de 2,98 dólares por millón de unidades métricas británicas en el último cuarto del año. A medida que se acerca la temporada de invierno los Estados incrementan sus compras para completar sus reservas. De hecho, los precios del gas europeo (el TTF holandés) ya reflejan un repunte de los precios que amplía el diferencial con la referencia estadounidense. Aun así, las reservas europeas están al 92,6% de capacidad, según los datos de la Infraestructura Europea de Gas (GIE).
Todos los metales se sitúan en la mitad de la tabla, sin cambios en el corto plazo frente a los precios a cierre de esta semana. Algunos como el oro, la plata o el estaño avanzan un 20% en el año. No obstante, su recorrido quedaría estancado hasta llegar al 2025. El oro, que cotiza en zona de máximos históricos por su condición de valor refugio, cerraría el año en los 2.515 dólares por onza, la plata en los 19,45 dólares y el estaño que cotiza en la bolsa de Londres (LME) rozaría los 30.500 dólares por tonelada métrica.

Los metales industriales cotizan con escasos movimientos hasta la fecha. El cobre sube menos de un 5% en 2024, hasta la zona de los 9.000 dólares, después de haber anotado máximos históricos este mayo en los 10.889. Pero desde entonces los precios fueron a la baja. El sentimiento manufacturero global arroja hasta agosto una desaceleración de los pedidos en China y en buena parte de los países desarrollados que están ligados a la economía del gigante asiático, como puede ser el caso de Alemania. Estro se traduce en PMI manufactureros a la baja y que podrían seguir siendo débiles en los próximos meses, como recuerdan desde Citi. "Esto impedirá un repunte significativo inminente de los precios de los metales debido a las perspectivas de recuperación de la demanda cíclica", comentó el analista del banco de inversión, Tom Mulqueen.
Pero no solo la debilidad de la economía china pesa sobre la evolución esperada de los previos de las materias primas industriales. El resultado de las elecciones de noviembre en Estados Unidos también puede condicionar la evolución del precio del cobre, el aluminio o el níquel. Como ejemplo, se presupone que una victoria de Donald Trump iría ligada a un aumento de los aranceles que podría derivar en una nueva guerra comercial con China. Es decir, en una nueva desaceleración de las exportaciones.
China no solo utiliza menos metales, sino también menos combustible, bien por su debilitada economía o por el auge de los vehículos eléctricos. El pulso que ha mantenido el cartel de países exportadores de crudo (OPEP) y sus aliados, como Rusia (OPEP+), contra el precio del petróleo lleva estos días al barril Brent a la zona de los 72 dólares por unidad. El crudo cotizado europeo retrocede casi un 7,5% en el año y todavía podría seguir cayendo, en base a las expectativas de los expertos de cara al cierre del 2024. De hecho, se esperan precios por debajo de los 72 dólares de media en todo el 2024 restante.
La principal motivación a que los precios sigan cayendo es que no se espera una recuperación de la demanda para la recta final del año. Por otra parte, la OPEP+ decidió recientemente extender su programa de recortes de producción (finalizaba previamente en octubre) con la esperanza de reflotar los precios y que apenas ha conseguido hasta la fecha.
El rally de las commodities de este año es el del cacao. El precio del grano sube un 120% desde el primero de enero por la mala cosecha que se dio este año y que llegó a cotizar al cacao hasta los 9.866 dólares por tonelada métrica. No obstante, y aunque se mantengan las perspectivas de escasez en el corto plazo, el consenso de mercado que recoge Bloomberg espera que sea la materia prima que más recorte de aquí al final del año, un 3,4% hasta los 6.705 dólares de media en el cuarto trimestre.