La única 'ventaja' del miedo al Mercado es que puede dársele un valor cuantitativo. De valorar el miedo inversor se encarga el VIX, que mide la volatilidad del S&P 500, índice de referencia a nivel mundial en los mercados. Nuestro índice de volatilidad parece indicarnos que el miedo inversor está amainando velozmente.
A lo largo de la historia, el VIX alcanzó valores máximos en momentos clave como la crisis asiática del 98, el 11-S, las crisis de las compañías "punto com" o los momentos previos a la guerra de Irak, anticipando una tendencia bajista.
El ritmo del VIX
Lo mismo ocurrió en los prolegómenos de la crisis Subprime, en concreto tras el desastre Lehman en septiembre del 2008. En ese momento veíamos un VIX cotizando a 80 puntos: señal de miedo y pesimismo que anticipaba un desplome en los mercados que, como todos comprobamos, no tardó en confirmarse. Le siguieron meses de mucha volatilidad en el mercado, que sirvieron a muchos para lucrarse aprovechando los fuertes movimientos.
Y, ¿qué ocurre tras la tempestad? Que llega la calma. Lo hemos podido comprobar en este mes de mayo donde hemos visto cómo el VIX ha roto a la baja la barrera de los 30, señal de alegría y confianza en el mercado. A esta exaltación de la alegría han ayudado mucho los resultado empresariales de los últimos meses que, pese a no ser muy buenos, eran mejor de lo esperado.
Como bien sabemos, en el tema de la bolsa no hay un sanctasanctórum de las pautas a seguir (de ser así, servidora no estaría escribiendo este artículo y ustedes tendrían cosas mejores que hacer que leerlo). Pero lo que sí nos están indicando todos estos datos es que el mercado se mueve con otros ánimos.
Puede ser que ya, de cara a las vacaciones de verano, todo se vea con otra cara. Nos esperan meses de baja volatilidad por excelencia y bajo volumen que ya se han empezado a notar en el mercado haciendo honor al dicho Sell in May, go away, and don´t come back untill St Legers Day, lo que no quiere decir sino que en verano se vayan todos de vacaciones tranquilos, se tomen su tinto de verano en la playa y vuelvan con las pilas cargadas para septiembre.
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