
Las Letras del Tesoro español a 12 meses ofrecen actualmente un 2,99% en el mercado secundario, en el que se intercambian los títulos después de ser emitidos en las subastas. En ese nivel esperan estos títulos de deuda a la subasta que se celebra este martes, 3 de septiembre; el Tesoro colocará, como suele hacer una vez al mes, deuda a 6 y a 12 meses el mismo día.
La subasta anterior de deuda a estos mismos plazos tuvo lugar el pasado 6 de agosto, y marcó un antes y un después: por primera vez desde febrero de 2023, la emisión de deuda a 12 meses se cerró a un interés inferior al 3% (en concreto, el tipo de interés medio se quedó en el 2,954%). El mercado secundario ha reflejado fielmente esta situación: las Letras a 12 meses perdieron el 3% a primeros de agosto y desde entonces sólo lo han recuperado de forma puntual. El inversor vuelve de vacaciones sin la seguridad de conseguir un 3% de rentabilidad 'garantizada'.
En un panorama de rendimientos a la baja, lo previsible es que este martes esa rentabilidad continúe yendo a menos; es hora de empezar a asumir que renovar las Letras a un rendimiento igual o mayor se ha convertido en una misión imposible. En realidad, ya desde el pasado junio los inversores que renovasen sus Letras lo estaban haciendo a intereses inferiores. Muy lejano parece ahora el 3,86% que llegó a pagar el Estado en octubre del año pasado, el interés más elevado desde la crisis de la deuda periférica europea en 2012.
Este comportamiento de rentabilidades decrecientes es consecuencia del giro que se está produciendo en las políticas monetarias. En Europa, el BCE ya realizó en junio su primera bajada de tipos en 8 años; en EEUU, el primer recorte por parte de la Fed se da por hecho en septiembre.