
Este jueves comienza el simposio habitual que la Fed de Kansas celebra en Jackson Hole (Wyoming) cada agosto reuniendo a los principales banqueros centrales de todo el mundo. Este encuentro llega en un momento especialmente delicado al esperar los mercados movimientos en las próximas reuniones de tipos. Los futuros apuntan a una jornada mixta de transición mientras se esperan mensajes importantes en los próximos dos días para adivinar las futuras decisiones en política monetaria.
Desde el punto de vista técnico, "el EuroStoxx 50 ha recuperado con el último rebote dos terceras partes de toda la anterior caída que lo llevó de los 5.120 puntos a los 4.470 puntos, que parece que han sido el suelo de la fase de consolidación que desarrolla durante los últimos cuatro meses", explica Joan Cabrero, asesor de Ecotrader. "Por ello operativamente sigo recomendando esperar a una vuelta a zonas de soporte en los 4.600 para poner el primer pie y los 4.400 para poner el segundo y comprar bolsa europea", sigue el experto.

"De momento, el alcance de ese entorno resistivo de los 4.900 puntos, que supone una recuperación de dos tercios de la caída, está frenando el ímpetu comprador y desde ahí no descarten un contraataque bajista o cuando menos una consolidación, aunque tengo claro que si bate los 4.900 puntos mostraría una fortaleza que invitaría a comprar en una próxima caída sin necesidad de esperar a los 4.400 puntos", concluye.
La deuda llega a Jackson Hole en zona de mínimos de rentabilidad
El susto del inicio de agosto llevó a los inversores a buscar refugio en activos más seguros como la renta fija, descontando un acelerón importante en el ritmo de recortes de tipos por parte de los bancos centrales. La convención de Jackson Hole llega en un momento clave y los inversores han llevado a la renta fija a su zona de mínimos de rentabilidad (máximos en precio) en los últimos días.
En el resto de los mercados, lo más destacado es que tanto el dólar como el petróleo rebotan suavemente tras las fuertes caídas de los últimos días mientras que el oro se mantiene por encima de los 2.500 dólares por zona, un nivel no alcanzado nunca antes en la historia.