Bolsa, mercados y cotizaciones

Un yen renovado y la decepción tecnológica destrozan a la bolsa de Tokio y sufre la mayor caída desde la pandemia

  • El Nikkei una caída del 8% en solo dos días
  • El giro del yen se ha mezclado con un colapso tecnológico tras los resultados de EEUU
  • Las dudas económicas de EEUU y China también sacuden las perspectivas

La bolsa de Tokio, la que era la más alcista en 2024 (hasta esta semana), solo superada por algunas afectadas por una gran inflación como la de Buenos Aires o Estambul, vive este viernes una jornada negra. El Nikkei se ha desmoronado un 5,81%, el peor retroceso desde marzo de 2020. Con esta nueva caída el selectivo nipón da el siguiente paso tras una jueves de pérdidas y solo en dos días ya se deja un 8%. El Topix también se ha hundido un 6,14% hoy y un 9,2% en dos días. Todo después de la reunión de la Reserva Federal de EEUU y el Banco de Japón, que han prendido la recuperación del yen, desatando el caos entre los fabricantes del país que encontraban en la barata divisa asiática

Solo desde el 30 de julio la moneda se ha revalorizado frente al dólar un 3,82%. La divisa, que hasta hace no tanto tenía que ser intervenida por el banco central para evitar las caídas. Ahora la moneda está en su punto más alto en cuatro meses. Los estrategas de Amundi y TD Securities sugieren que esta tendencia ha llegado para quedarse y la moneda japonesa podría llegar a 140 dólares. Este movimiento comenzó con la decisión del banco de Japón de subir los tipos por segunda vez este año y mostrar un tono restrictivo. Kazuo Ueda, gobernador del banco central, comentó que seguirá elevando el precio del dinero hasta que se logra "un nivel neutral para la economía".

Ese mismo día la Fed salía a la palestra y, pese a no tocar tipos, ya dejaba entrever que los últimos datos de inflación, mercado laboral y PIB invitaban a un recorte en septiembre que ya vislumbran. De este modo, mientras la institución japonesa sube el precio del dinero, el resto de bancos centrales del mundo ya parecen claramente orientados en la dirección contraria. Esto además, se ha mezclado con unos datos económicos que abren la puerta a una clara ralentización de la economía de EEUU.

Este giro con una moneda apuntalada ha llevado a que se hundan las empresas con más exposición a las ventas internacionales. Sin embargo, las caídas son generalizadas también en el sector financiero e inmobiliario. El sector tecnológico también sufre una verdadera sangría. Respecto al primero de los puntos, Honda ha sido de los mejores parados, cayendo solo un 3,37%, Toyota se ha hundido un 4,22%. Sony también retrocedió un 6,65% e Hitachi un 10,6%.

Por su parte, las entidades bancarias han registrado su peor día desde 2008. Aunque parezca contraintuitivo, pues los tipos de interés están vinculados a los beneficios del sector, la realidad es que el giro de los bancos centrales ha generado en las firmas japonesas en una situación incómoda. Los bancos que han vivido décadas de tipos ultrabajos habían sido una de las grandes explicaciones del Nikkei ante la perspectiva de una potencial subida de los tipos. Sin embargo el índice Topix Banks cayó un 11%, y Mitsubishi, Sumitomo Mitsui y Mizuho Financial Group Inc. cayeron al menos un 10%.

Aunque la exposición de estas firmas al mercado y al inmobiliario es un factor clave para entender las caídas, los expertos aluden más a que, tras meses anticipando este giro de los tipos de interés ya estaba descontado en su cotización y, al ocurrir finalmente, los inversores han decidido aprovechar para vender. "El sector ya ha superado el evento principal de la subida de los tipos de interés lo que ha provocado la recogida de beneficios", explicaba Kohei Onishi, investigador principal de estrategia de inversión de Mitsubishi Securities. "Es probable que la presión de venta sea de corta duración" sentenciaba.

Las caídas se explican principalmente por el éxodo masivo de inversores extranjeros. Estos, que habían sido el gran impulso de los mercados japoneses, pues encontraron en los mismos unas acciones con una gran descuento se han puesto en retirada. Solo en esta semana estos vendieron cerca de 1,56 billones de yenes (10.400 millones de dólares) netos en acciones y futuros japoneses según datos de la bolsa de Tokio.

Respecto al sector tecnológico, los resultados de los gigantes 'tech' de EEUU y la rotación de estos activos hacia empresas de menor capitalización están agravando el problema y arrastrando también a sus contrapartes japonesas. Tokyo Electron se desmoronó un 12% y Screen Holding un 13%. "Los inversores extranjeros parecen estar vendiendo, ya que las perspectivas de beneficios empresariales están cambiando debido a las preocupaciones sobre la desaceleración económica de Estados Unidos y un yen más fuerte", dijo Ryuta Otsuka, estratega de Toyo Security. "El mercado claramente se ha vuelto bajista en el corto plazo, y la tendencia a mediano plazo de las acciones japonesas puede estar comenzando a cambiar debido a las preocupaciones sobre las economías de Estados Unidos y China".

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