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El mejor regalo, el más sencillo y el más barato

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El regalo más sencillo y más barato del mundo que te pueden hacer es que alguien te explique la potencia del interés compuesto aplicado al mundo de la inversión. En mi caso desprecié aquellas clases de matemáticas de primaria y fueron muchas décadas después, ya algunas dedicado al mundo de la inversión, cuando entendí que el interés compuesto es la fuerza más poderosa del universo, como dijo Albert Einstein.

En realidad para entenderlo me faltaba meter en la ecuación el elemento más importante que no es otro que el tiempo. Imaginemos que a un niño desde los diez años le inculcamos que debe dedicar 15 euros al mes durante toda su vida para tener un dinero con el que cuidarse cuando sea mayor. Al principio esta cantidad anual de 180 euros se la tendremos que poner sus padres, tíos y abuelos, pero una vez haya comenzado su trayectoria vital será quitarse unas cervezas al mes. Pues bien, si rescatase toda la cantidad capitalizada a los ochenta años (12.600 euros) tendría 336.200 euros en una inversión simplemente correcta, con una rentabilidad anualizada del 7%, nada extraordinario de alcanzar. La maravilla del interés compuesto hace que si en lugar de 15 euros pusiésemos 20 euros (16.800 euros ahorrados) deberían convertirse en casi 450.000, y si fuesen 30 (25.200 euros en la hucha) casi 675.000.

El regalo es doble porque al interés compuesto hay añadir que hay que romper con esa vieja fórmula de regalar una hucha. Hay que destrozar en añicos el cerdito de barro, acabar con el dinero debajo del colchón, en cajas de galletas danesas, en cuentas a la vista o en depósitos sin remunerar. A los niños habría que contarles el cuento de un ladrón que se llama Inflación y que, cuando están dormidos, raja la hucha de su cerdito y se lleva una buena parte. A mi sobrinos Dani y Elena les voy a contar que de los 500 euros que tienen en el cerdito que empezaron a ahorrar en la pandemia para comprarse una bicicleta, cuatro años después se ha quedado en 400 euros por la mano invisible del ladrón sigiloso llamado Inflación.

El regalo incluye mis ideas sobre la inversión a largo plazo. Primero: el mejor día para entrar en mercado fue siempre ayer. Segundo: Cada euro invertido en una década debe duplicarse. Tercero: Hay que lograr una rentabilidad anualizada del 7%. Cuarto: En la vida, en el periodismo y en las finanzas la única verdad son los hechos. El índice Eco30 Stoxx desde 2012 se revaloriza un 150%. El fondo Tressis Cartera Eco30 desde octubre de 2018, un 55%. Confío que el interés compuesto algún día se conozca como cuando el chófer de Einstein, todavía no conocido, dio su conferencia porque la había escuchado muchas veces. Un profesor entonces le hizo una pregunta. El chófer contestó: "La cuestión que me hace es tan sencilla que dejaré que mi chófer (Einstein) se la responda".

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