
La renta fija despide la que ha sido una semana clave para la política monetaria europea -con la primera bajada de tipos en 8 años por parte del Banco Central Europeo- con una tónica general de compras. Con datos a media sesión del viernes, las rentabilidades de los bonos de todas las grandes referencias gubernamentales han caído en los últimos 5 días (ya que, en este activo, subidas en el precio se traducen en descensos del rendimiento). Pero, aunque en el cómputo semanal el precio suba ligeramente, lo cierto es que, tras la reunión del BCE, el mercado se ha dado la vuelta y los inversores, que habían estado comprando bonos en el mercado secundario lunes, martes y miércoles, han optado por vender tanto el jueves como el viernes.
El mensaje de Christine Lagarde -que enfrió las perspectivas de más recortes en el precio del dinero- llevó a los inversores a reducir su exposición a la deuda pública los dos últimos días. En su comparencia del jueves, 6 de junio, la presidenta de la institución insistió en que la bajada de tipos anunciada, de 25 puntos básicos tal y como se esperaba, no supone un compromiso de más recortes a futuro. Esto vuelve a dejar en el aire la senda de los recortes, que el mercado lleva esperando con avidez desde finales de 2023.
La rentabilidad del bono español a 10 años, que arrancó la semana al filo del 3,4%, la despide algo más abajo, en el entorno del 3,35%, y el Bund alemán experimenta un retroceso similar, al pasar del 2,66% al 2,6%. La referencia italiana también cede muy ligeramente, desde el 4% que rondaba el lunes hasta el 3,9%.
Al otro lado del Atlántico, el bono estadounidense a una década, ha vivido un movimiento parecido, aunque la caída de la rentabilidad es más pronunciada. A media sesión, la referencia en EEUU se situaba el viernes en el 4,42%, tras experimentar una abrupta subida del rendimiento en el arranque de la sesión. Le pesaba el dato de paro conocido el mismo viernes, con un desempleo que escaló hasta el 4%. El T-Note se queda aún así lejos del máximo anual, que marcó a finales de abril en el 4,7%.
"Este ha sido uno de los recortes más esperados de la historia, por lo que ya se ha descontado en los mercados. Es la primera vez que Europa se adelanta a la Reserva Federal estadounidense en el recorte de tipos desde noviembre de 2011. Pero un alejamiento de la sincronización de los bancos centrales no es motivo de preocupación, en nuestra opinión", señala Tim Winstone, gestor de carteras de Crédito Corporativo en Janus Henderson, quien añade: "Los mercados están valorando un ciclo de recortes menos profundo de lo que se esperaba a principios de 2024 [...]. Si los tipos de interés oficiales se perciben como demasiado lentos a la baja, los rendimientos de los bonos podrían subir".