
ArcelorMittal registró un rebote que alcanzó el 3% en la sesión del jueves tras haber tocado los mínimos del año, en los 23,1 euros por acción. La combinación de una reducción de la demanda de acero en Europa y la débil situación de la economía china pesa sobre el sector que cede por igual sobre el parqué. En el caso de Arcelor el 2024 se lleva un 8% del precio. Sin embargo, ninguna valoración de las firmas que siguen a la compañía consideran que la acción cotiza por encima de donde debería.
El consenso de mercado que recoge FactSet considera que ArcelorMittal tiene margen de mejora hasta los 31,6 euros por acción que establecen como precio objetivo. Es decir, el potencial alcista alcanza el 34% a precios actuales. Una de las firmas que menos recorrido ve es Goldman Sachs, que acaba de iniciar su seguimiento en una de las dos acereras del Ibex 35 con un precio objetivo que se sitúa en los 26,6 euros. Para Matt Greene, analista del banco de inversión, el atractivo de la compañía reside en el largo plazo y no tanto en el crecimiento que se espera en la compañía en periodos más cortos de tiempo, donde la demanda seguirá condicionada por la recuperación de China.
Por contra, una de las firmas más optimistas con ArcelorMittal es Citi, donde consideran que la compañía debería cotizar en los 40 euros por título que la compañía no alcanza desde 2012. "La compañía ha ofrecido unas perspectivas optimistas de demanda de acero para este 2024. La empresa ha optimizado su producción mientras el segmento de Europa lidera el ritmo de recuperación de ganancias", recogió el analista de la firma, Efrén Ravi.
Existe una práctica unanimidad en que ArcelorMittal no cerrará el 2024 con un beneficio bruto de explotación superior al visto en el año pasado. Según la media de los expertos, el ebitda del grupo alcanzaría los 6.700 millones de euros que estaría un 4% por debajo de lo visto en el último ejercicio completo. Por contra, los esfuerzos de la compañía de los últimos años por reducir su deuda permitirían cerrar el ejercicio en curso con un resultado neto tres veces por encima del visto en 2023.
Los resultados esperados para este año estarían por encima de los vistos en 2019. Y es que la compañía ha pasado por unos ejercicios anómalos, como la mayor parte de las productoras de acero. Las ventas se hundieron en 2020 con la actividad industrial global paralizada por la pandemia y en los dos años siguientes la disrupción de las cadenas de suministros, la venta de activos y los altos precios de las materias primas permitieron a ArcelorMittal alcanzar unos resultados históricos. Como dato, el ebitda esperado para este año estaría casi tres veces por debajo de lo registrado en 2021 y con márgenes que rondarán el 10% frente a más del 25% de media vistos en aquel año.
Los precios de las materias primas metálicas también rebotan en el año pero están lejos de los niveles vistos hace más de dos años y las acereras no tienen tanto poder de fijación de precios como antaño al encontrarse las cadenas de suministro en mejores condiciones que en 2021 y con la débil demanda china de materiales industriales. No obstante, desde la compañía esperan un aumento de la demanda de acero este año del 4%.
Los puntos que juegan a favor de ArcelorMittal este año son su capacidad para bajar los costes, como indicaron desde JP Morgan, y también un dólar fuerte frente al euro (una parte significativa de sus ingresos se denominan en dólares). Además, no se espera que su duda financiera neta se dispare desde los niveles actuales por lo que su ratio de endeudamiento (deuda neta entre ebitda) se mantendrá por debajo de las dos veces, con las previsiones de FactSet hasta 2026.
Por otra parte, Arcelor sigue siendo la acerara más barata entre sus principales competidoras cotizadas, incluida Acerinox. El PER (veces que el beneficio queda recogido en el precio de la acción) de ArcelorMittal se sitúa bajo las seis veces lo que supone un descuento frente al sector superior al 30% sin perder el consejo de compra.