
El precio del petróleo ha subido más de un 15% en lo que va de año. El barril de crudo Brent, de referencia en Europa, cotiza por encima de los 90 dólares, niveles que no se veían desde octubre de 2023. Medios, agencias y otros organismos especializados han puesto el foco en la oferta y la geopolítica para explicar esta subida de precio: los recortes de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), la reducción de producción en Rusia, las tensiones en Oriente Medio, el giro en la política de la mexicana Pemex... sin embargo, hay otro invitado a esta fiesta alcista del petróleo que no está copando los focos, pero que es casi igual de importante: la inesperada fuerza de la demanda.
Los expertos de la Agencia Internacional de la Energía (AIE) ya dejaron caer en su último informe mensual que se habían 'confundido' a la hora de vaticinar el crecimiento de la demanda para este 2024: "La demanda ha crecido y está creciendo más rápido de lo que habíamos previsto", señalaban los expertos de este organismo ligado a la OCDE en su informe publicado a mediados de marzo.
Más demanda y menos oferta en el petróleo
Esta semana se han sumado los expertos de Citi a esta especie de aviso, poniendo de relieve que la fortaleza de la demanda está coincidiendo con un periodo de tensión en la oferta, lo que está llevando en volandas al precio del crudo. "Mientras tanto (la oferta sufre), la demanda de petróleo también ha registrado lecturas más sólidas, lo que puede estar contribuyendo a la fortaleza de los precios".
Los economistas de Citi creen que una parte del precio del crudo está descontando una demanda más fuerte de lo que se había previsto hace unos meses. Al principio, este componente de demanda solo era cosa de EEUU, donde la economía está mostrando una resistencia inusitada. Sin embargo, a medida que pasan los meses, la demanda empieza a aparecer por casi todos lados ante la ausencia de la anunciada recesión en Europa, por ejemplo, o de la supuesta debilidad de la economía en China.
"Los mercados petroleros también esperan lecturas de demanda de crudo más sólidas, más allá de los riesgos geopolíticos y de oferta en el mercado. En este informe, observamos que los datos de la demanda de petróleo han sido mejores en lo que va del año en regiones clave, mientras que los viajes marítimos más largos debido a los desvíos por la tensión en el Mar Rojo también pueden estar respaldando esto", explican desde Citi,
EEUU, Europa, China... todos quieren petróleo
"En particular, se ha observado cierta fortaleza en la demanda de petróleo en Estados Unidos, Europa, China, India y Brasil. Esto también se produce cuando un comercio de reflación más amplio ha hecho subir los precios de otras materias primas (por ejemplo, oro, cobre, bienes blandos)", aseguran los economistas de Citi.
Para sorpresa de los analistas, la demanda europea de petróleo puede estar experimentando focos de fortaleza, lo que podría mantener la demanda de crudo en el Viejo Continente en lugar de caer en -0,2 millones de barriles diarios interanual en 2024, como se había pronosticado anteriormente. El anterior pronóstico se basaba en una economía más débil y en el rápido avance del coche eléctrico. Sin embargo, ni la economía está tan débil como se preveía, ni el coche eléctrico está sustituyendo al de gasolina al ritmo esperado. Se venden muchos coches eléctricos nuevos, pero las familias no se deshacen de sus viejos coches.
Por otro lado, desde Citi señalan que la demanda de gasolina en Estados Unidos está siendo más fuerte en lo que va del año, aunque no descartan que deje de acelerar en los próximos meses. También la demanda de la India y China ha sorprendido al alza a estos analistas, mientras que "esperamos una recuperación general continua del combustible para aviones, especialmente en Asia, a medida que se desarrolla el final de la recuperación de la pandemia".
Por último, la guinda a este pastel de la demanda la ponen los buques cargueros: "Además, las interrupciones del transporte marítimo en el Mar Rojo pueden haber añadido 100.000 barriles diarios a la demanda mundial de petróleo (además de generar cierto caos en los hubs para repostar buques), según estimaciones de Vitol. Dado que los barcos evitan el Mar Rojo y rodean el Cabo de Buena Esperanza, los barcos están recorriendo un 3% adicional en distancia total en comparación con las rutas más cortas que tomaban antes. Combinados, esto podría significar unos equilibrios más ajustados de entre 0,2 y 0,3 millones de barriles, si se mantienen hasta 2024", sentencian los analistas de Citi.
Pese a todo, los analistas de Citi lo que hacen es retrasar la 'caída' de la desaceleración de la demanda. Este 2024 el consumo de crudo está siendo más fuerte de lo que habían previsto, pero en 2025 debería llegar la relajación... si es que esta vez acierta, porque esta fue la previsión para 2023 que no se cumplió, también la de 2024 que no parece que vaya cumplirse. Estos errores en las previsiones vienen de la mano del buen tono económico de EEUU y otras regiones, donde se lleva anticipando una recesión casi desde 2023. Esta es probablemente la recesión más anunciada de la historia y, sin embargo, no ha llegado a materializarse todavía.
La AIE ya avisó de la mayor demanda
No obstante, el primer organismo en avisar de la llegada de este invitado inesperado fue la AIE el paso 14 de marzo. La Agencia Internacional de la Energía se vio forzada a cambiar radicalmente sus previsiones sobre el petróleo en cuestión de un mes. El mercado ha pasado de estar protagonizado por un exceso de oferta a sufrir la falta de petróleo por un repentino aumento de la demanda de crudo. La AIE tuvo que modificar sus gráficos y tablas para pasar de un superávit de petróleo a un mercado marcado por el déficit en los próximos meses, lo que provocará una caída de los inventarios globales de crudo y podría presionar al alza el precio.

En la primera parte de este 2024 se ha estado produciendo una combinación peligrosa: la oferta de petróleo se ha reducido, mientras que la demanda ha aumentado más de lo que se esperaba, según se desprende del informe mensual de marzo de la AIE.
"Pronosticamos que la demanda mundial de petróleo aumentará en 1,7 millones de barriles diarios (mb/d), mucho más de lo esperado en el primer trimestre de 2024, debido a una mejora de las perspectivas para Estados Unidos". En el informe de febrero, la AIE había previsto un crecimiento de la demanda para los primeros tres meses de 2024 de 1,4 mb/d, es decir, 300.000 barriles menos de lo que realmente está aumentando la demanda. Este 'fallo' de previsión ha roto los equilibrios entre oferta y demanda, provocando que se pase un escenario de crecimiento de los inventarios a otro de caída del stock acumulado de petróleo.
Los economistas de Citi insisten en que la macroeconomía ha jugado una mala pasada a las previsiones de petróleo. Al final, una economía fuerte respalda un mercado laboral sólido, creación de empleo y crecimiento de los salarios. Estos factores, a su vez, suelen generar una demanda de combustibles más elevada: las familias consumen, viajan, se van el fin de semana a sus segundos domicilios, etc. Lo que genera una demanda de combustibles más alta.
La economía resiste mejor
"Unos indicadores macroeconómicos más sólidos y un grado todavía elevado de flexibilización monetaria son vientos de cola para algunas materias primas y probablemente también para el petróleo, aunque las últimas cifras de inflación hayan sido más fuertes de lo esperado", señalan desde Citi. Según el equipo de Citi Economics, la Reserva Federal podría comenzar a flexibilizar su política monetaria en junio, con la probabilidad de más de un recorte, dependiendo de los datos que se obtengan. Los datos del IPC subyacente de marzo fueron sólidos y las autoridades querrían tener más confianza en que la inflación se ha desacelerado.
Para 2025 se podría esperar cierta relajación: "Vemos que la demanda de petróleo se desacelera a un ritmo inferior a 1 millón b/d en 2025, a medida que finaliza el impulso de recuperación pandémica del combustible para aviones y continúa el desplazamiento del petróleo para vehículos eléctricos", concluyen los expertos del banco americano.