
Esta semana el oro ha alcanzado los 2.294 dólares por onza, el máximo nivel de su historia. Detrás de estas subidas, la fuerte demanda que está recibiendo el metal por parte, sobre todo, de los bancos centrales de algunos países emergentes como Rusia, China o India, entre otros.
En el último año, el oro acumula ya una subida de más del 12%. Sin embargo, hasta ahora, el buen momento por el que pasa el precio del metal no se está trasladando de forma paralela a las compañías del sector minero que se dedican a la extracción de este material. Uno de los ETF que reúne a las principales empresas de esta industria, el VanEck Gold Miners ETF, cede un 4% en el mismo periodo. Si bien, es cierto que en el último mes las diferencias entre producto y productor se han estrechado y es que estos últimos le han recortado 7 puntos porcentuales.
¿Por qué se ha abierto esta diferencia? Marco Mencini, de Generali Investments, explica que "hay que tener en cuenta que el 30% de la producción anual de oro la están comprando los bancos centrales, lo que ha provocado también la descorrelación histórica del metal con los tipos de interés". "El decepcionante rendimiento bursátil de los productores de oro puede parecer anómalo pero tiene una explicación", sigue.
"En el pasado, la rápida revalorización del oro provocó una fuerte consolidación en el sector, que tuvo también que tomar decisiones operativas agresivas; sin embargo, ahora priorizan la salud de sus balances frente a crecer a cualquier precio", apunta Mencini. "Están sufriendo una contracción de márgenes, relacionada con el aumento de los costes de producción", agrega.
A partir de aquí, y teniendo también en cuenta que los precios a futuro del oro apuntan a mayores alzas en los próximos meses y años, se abre una oportunidad en las mineras, que deberían seguir cerrando la brecha de valoración frente al metal. "Creemos que los costes en los frentes de la energía y los equipos pueden haber tocado techo y, por tanto, comenzar a mejorar su rentabilidad de nuevo", señala el experto de Generali.
"Las grandes mineras están cotizando a 5,5 veces ev/ebitda, muy por debajo de la media histórica de 7-8 veces y hay que remontarse una década para ver que la brecha entre el valor del oro y los precios de las acciones de estas empresas ha sido tan amplia; en estas ocasiones, asistimos a una subida media posterior del 25% en el precio del oro y del 60% en el principal ETF dedicado al sector", concluye.
Las mejores recomendaciones
Dentro de las grandes compañías por tamaño en bolsa que se dedican principalmente a la extracción del mineral de oro, hay ocho que reciben una recomendación de compra por parte de la mayoría de los analistas que la siguen. La mayor de todas es la china Zijin Ming, que a la vez también recibe el mejor consejo de compra de todas ellas. Su principal accionista es el estado de Shanghang.

La siguiente por tamaño es Newmont, una de las más conocidas a nivel mundial y es, además, la que cuenta con un mayor recorrido en bolsa para los expertos, con cerca de un 20%, al igual que Barrick Gold, canadiense como Agnico Eagle Mines, Wheaton Precious Metals y Alamos Gold. Por su rentabilidad por dividendo destaca Endeavour, que ofrece casi un 4% a sus accionistas.
Además de a través de la inversión directa en estas compañía, otra vía para aprovechar la recuperación del sector es hacerlo a través de fondos, que también están viviendo un buen año en bolsa. De aquellos que nutren sus carteras de estas empresas y que se comercializan en España, destaca por su evolución durante los últimos cinco años el Bakersteel Global Precious Metals A2, que se anota un 10% anual en este periodo. Le siguen el Ninety One GSF Gib Gold IX, cercano al 10%, y el Franklin Gold & Precious Mtls N, que promedia algo menos del 9% (ver gráfico).