
Repsol presentará este jueves sus resultados de 2023, un año en el que el beneficio bruto de la petrolera española recuperará cifras más normalizadas, después de un 2022 extraordinario que supuso el récord histórico de la firma en beneficio bruto. La compañía ha sido capaz de superar el dividendo comprometido en su plan estratégico hasta la fecha, y el consenso de analistas que recoge FactSet espera que el dividendo se incremente hasta los 87 céntimos en 2025, fecha en la que Repsol se había comprometido a repartir 75 céntimos en metálico.
Para ese año la empresa esperaba superar 1 euro en retribución si se incluía el impacto de las recompras de acciones, pero el consenso de mercado cree que esa cifra se quedará corta: al dividendo en metálico habrá que sumar el impacto de las recompras de 847 millones, según los expertos.
Además de presentar los resultados del año pasado, Repsol actualizará este jueves su plan estratégico, una guía que servirá a los inversores para comprobar si la empresa logra cumplir con sus objetivos de medio plazo, como ha conseguido hacerlo hasta la fecha desde la publicación del plan, en noviembre del año 2020.
Los analistas esperan que reparta 0,87 euros frente a los 0,75 euros anunciados
Según el consenso de analistas, la firma española continuará incrementando el dividendo que reparte a sus accionistas en los próximos años, alcanzando los 0,9 euros por acción en metálico en 2027, y llegando a los 0,95 euros en 2028, a las puertas de alcanzar un euro redondo en metálico por esta vía.
A estas cifras habrá que añadir el impacto de la recompra y amortización de acciones que la empresa también continuará llevando a cabo en los próximos años. Para 2024 se espera que la firma invierta 1.059 millones de euros en este esfuerzo, una cantidad que se reducirá hasta los 846 millones en 2025, pero que seguirá creciendo en los siguientes años: el consenso de analistas prevé que se inviertan 866,3 millones en 2026, 889,5 millones en 2027, y que se vuelvan a superar los 1.000 millones en 2028, cuando se tocarán los 1.134 millones.
Los 1.059 millones que se prevén para este año permitirían a la firma recomprar más de 77 millones de acciones a precios actuales, una cantidad que supera en un 54% las recompras de 50 millones de títulos que ha hecho la empresa en 2022 y 2023, y que tiene comprometidas para este año y el próximo.
El crecimiento del ebitda estimado
Otra de las preguntas que se pueden estar haciendo los inversores en este momento es dónde se estabilizará el beneficio bruto de la firma en los próximos años, después del histórico 2022 en el que se alcanzó una cifra récord de 13.710 millones de euros.
Según la opinión de los analistas, la firma española estabilizará su ebitda entre los 8.500 y los 9.000 millones de euros en los próximos años (se esperan 8.500 millones para 2025, una cantidad que continuará creciendo hasta superar los 9.000 millones en 2027), cifras que superan el resultado del año 2019 en una horquilla de entre el 18% y el 25%. En aquel año la firma alcanzó un ebitda de 7.201 millones de euros, con un barril de petróleo que cotizó en el entorno de los 60 dólares, en el caso del Brent europeo, durante prácticamente todo el ejercicio.
Estas cifras permitirán, según el consenso de analistas, que el beneficio neto de la firma se estabilice en el entorno de los 3.000 millones de euros en 2025 y 2026, después de los 3.352 millones que esperan que gane la firma este año. De cara a 2027 los expertos apuntan a un beneficio neto que rozará los 4.000 millones, mientras que, para 2028, se espera que se alcancen 3.893 millones de euros.